Cuando hace algunos años se anunció que Ang Lee sería el encargado de llevar a Hulk al cine yo fui uno de los fans más excitados por la noticia. Se empezaba a marcar una tendencia de parte de Marvel Comics y los estudios con que trabajaba a contratar cineastas probados y con una reputación hecha lejos del cine de género para encargarse de manejar los proyectos asociados a sus personajes.
La película recibió críticas divididas tanto entre cinéfilos como entre aficionados al cómic. Personalmente le encontré más cosas positivas que negativas, como consta en el comentario que escribí en su momento), y aunque la taquilla y las ventas en DVD fueron más que aceptables, el estudio decidió tomar una dirección diferente al llevar por segunda vez a la pantalla grande al personaje.
Así entra en escena Louis Leterrier, director francés usualmente identificado con películas de acción como Danny the Dog y The Transporter 2, además de haber sido director de segunda unidad en The Transporter.
Para el guión se contrataron los servicios de Zak Penn, quien cuenta en su historial con toda clase de películas comerciales entretenidas pero desechables, como Last Action Hero o Inspector Gadget, y de auténticos tropezones como Elektra o X-Men: The Last Stand. Esto cambió ligeramente al elegir a Edward Norton para interpretar el papel de Bruce Banner, pues Norton pidió que en su contrato se incluyera la posibilidad de trabajar sobre el guión.
El resultado es una película que encaja dentro de la descripción de un blockbuster veraniego: Acción, efectos especiales al por mayor, y una historia entretenida pero poco profunda, donde se da más importancia al valor de entretenimiento que al uso del cine como vehículo narrativo. Aún cuando se aclara desde un principio que no es una secuela del Hulk de Ang Lee (la secuencia de créditos recuerda a la serie de televisión de los 1970), la historia se construye de modo que sea posible seguir desde donde se quedó Lee.
Bruce Banner está escondido en Sudamérica tratando de hallar una cura para su condición mientras el ejército norteamericano sigue intentando encontrarlo. El General "Thunderbolt" Ross menciona que Hulk se las ha arreglado para no ser visto en cinco años (la película de Ang Lee data del 2003) y en términos generales se da por entendido que todo mundo conoce el origen del "problema" de Banner y su relación con el General Ross y su hija Betty.
Las actuaciones en general son bastante sólidas, aunque uno se queda con la impresión de que se desperdició una importante oportunidad de desarrollar a los personajes al dar poco tiempo en pantalla tanto a Banner como a su antagonista, Emil Blonsky (Tim Roth), un soldado de fuerzas especiales que conforme avanza la película se va obsesionando con el poder del alter ego de Banner y con la idea de poder enfrentarlo y derrotarlo en combate uno contra uno, lo que lo lleva a aceptar los experimentos que eventualmente lo convertirán en La Abominación.
William Hurt interpreta con la sobriedad que lo caracteriza al General Ross en tanto que Liv Tyler encarna a Betty, hija del general y compañera sentimental de Banner. En contra juega no solo el que se le de poco tiempo en pantalla a los actores, sino que los efectos visuales utilizados para crear a Hulk y a la Abominación dejan bastante que desear.
Cuando Hulk aparece en tinieblas y se vislumbra sólo parte de su anatomía, todo se ve bastante bien, al igual que cuando solo se ven partes de su cuerpo. Lamentablemente al verlo completamente iluminado y en escenas claras, su apariencia sigue siendo poco convincente. En lugar de la masiva y clara versión que Ang Lee utilizó para dotar a su monstruo de un lenguaje corporal y facial bastante complejo, Leterrier optó por crear una versión más oscura y atemorizante del monstruo, pero en el proceso perdió un poco de presencia más allá del primer impacto visual, pues entre más tiempo se le ve en pantalla más crece la sensación de estar viendo algo falso e irreal.
La película contiene toda clase de guiños a los fans del comic o de la mencionada versión televisiva. El personaje del Dr. Sterns, un científico que busca a ayudar a Banner a hallar la manera de controlar a su bestia interior, está tomado del cómic y siembra además la posibilidad de una secuela, pero no mencionaré de que modo porque podría arruinar la sorpresa a quienes no están familiarizados con el personaje.
Se menciona también a un Jim Wilson, quien en los cómics es un huérfano que eventualmente se convierte en amigo de Hulk, además de que una etiqueta en un laboratorio militar muestra el nombre del Dr. Josef Reinstein como el creador del suero del supersoldado, tal y como era en la versión original en los cómics de Captain America de Joe Simon y Jack Kirby. Hulk emite su frase más famosa en los cómics, "¡Hulk Smash!" y podemos ver también, aunque brevemente, al Dr. Leonard Samson, otro personaje tomado de la mitología Marvel.
En cuanto a la serie de TV, mencione antes la secuencia de títulos, durante la cual se muestra el accidente que provocó la transformación de Banner en Hulk. Esa secuencia replica casi de manera exacta el laboratorio y el equipo que se mostraba en la serie, incluyendo la máquina con que Banner es irradiado originalmente. Además, en una televisión se puede ver a Bill Bixby, quien interpretara en esa serie a David Banner, y Lou Ferrigno, quien hacía la parte de Hulk, aparece como un guardia de seguridad y también presta su voz al gigante verde.
Se menciona a un personaje llamado Jack McGee, lo que es una alusión al reportero que perseguía a Banner en con la idea de publicar su historia y revelar la verdad sobre su doble identidad. También se homenajea la serie cuando Banner se transforma por primera vez en la película, se le ve usando como alias "David B." y puede escucharse el tema musical que aparecía al final de cada episodio durante una escena en que se le ve caminar por las calles.
Resumiendo, The Incredible Hulk es una película muy entretenida que debiera satisfacer a la gran mayoría de los fans del cómic o del género de acción en general. Lamentablemente no ofrece mucho en términos de desarrollo de personajes y uno se queda esperando que la próxima vez puedan lograr un balance entre esta visión del personaje y la que nos ofreciese hace unos años Ang Lee.
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