jueves, 4 de febrero de 2021

Mus of Kerbridge, de Paul Kidd

A veces todavía me sorprende notar la forma en que la percepción de la mal llamada literatura "de género" ha cambiado en los últimos veinte años. Todavía es común hallar snobs que la consideran algo indigno y de menor calidad, sin tomarse al menos la molestia de leer y juzgar cada libro por sus propios méritos o defectos, pero su lugar en la cultura pop es mucho más aceptado ahora que hace unos años. Entonces no era fácil hallar en nuestro país novelas de ciencia ficción, fantasia u horror, y los aficionados a esos géneros debíamos encargarlas del extranjero o cazarlas en las pocas librerías y locales que las incluían entre su oferta.

Supongo que en buena medida eso fue lo que me hizo sonreír cuando me enteré de la existencia de una edición reciente en formatos tanto físico como digital de Mus of Kerbridge, una entretenida novela de fantasía escrita por el australiano Paul Kidd y publicada originalmente en 1995.

Yo la compré ese mismo año en una tienda de cómics (no es tan raro como suena, pues la publicó una editorial especializada en juegos de rol que tenía un espacio en el local en cuestión), porque luego de que me llamó la atención su portada (que pueden ver a la derecha de estas líneas), la sinopsis en la contraportada me intrigó lo suficiente como para darle una oportunidad pese a nunca haber escuchado de ella o de su autor.

La historia tiene lugar en un mundo lleno de magia y fantásticas criaturas, en un reino gobernado por centauros (aquí llamados medio-caballos) que es acechado por enemigos dentro y fuera de sus fronteras. El protagonista es un simple ratón de campo que es capturado por Pin-William, un malvado fauno hechicero, que lo somete a un brutal hechizo que le da inteligencia y la capacidad de comunicarse, pero lo deja convertido en esclavo de la voluntad de su nuevo amo, que piensa usarlo como espía y potencial asesino.

El blanco de las intrigas del fauno es Lady Miriam, heredera al reino de Kerbridge, en guerra con las fuerzas de la malvada Reina Aelis. El ratón es enviado a espiarla, y con la misión de buscar la oportunidad de asesinarla. Pero Pin-William calculó mal las cosas y el ratón se libera de su yugo, revelando una naturaleza noble y heroica que lo lleva a convertirse en guardián y protector de Lady Miriam, quien lo bautiza con el nombre de Mus (palabra que es el genus para varias especies de ratones, incluyendo el doméstico). Pero, ¿qué puede hacer un diminuto ratón para proteger a su dama en un mundo de intrigas y traiciones?

Además de los centauros (que son la especie dominante) y faunos ya mencionados, este mundo está lleno de otras criaturas, y podemos hallar humanos, hadas (pixies) y arpías con roles importantes en la historia, tanto entre los aliados de Mus como entre los villanos. La novela está narrada con el trepidante ritmo de un relato de aventuras y caballerosidad al estilo de Los Tres Mosqueteros, pero en un mundo lleno de elementos fantásticos como los que uno esperaría hallar en un libro de Tolkien o C.S. Lewis, pero integrados de forma impecable. 

Aunque el planteamiento de la historia y muchas características de su mundo y personajes pueden crear en el lector la impresión de que se trata de una fábula o un cuento de hadas que puede leer cualquier niño, no me atrevería a decir que se trate de un libro para lectores de cualquier edad, pues hay una que otra insinuación sexual (nada explícito, pero presente) y un par de pasajes, sobre todo en la parte final de la historia, pueden resultar bastante violentos, así que quizás sería mejor considerar a Mus of Kerbridge como una lectura apta para adolescentes y adultos.

Kidd tiene un estilo narrativo bastante ágil y accesible que hace fácil seguir la historia. Sus personajes están bien desarrollados y las secuencias de acción son narradas de una forma bastante clara pero sin exagerar en los detalles, y lo mismo puede decirse de sus descripciones de las locaciones, que son lo bastante claras y detalladas como para que el lector pueda hacerse una idea clara del entorno een que se mueven los personajes, pero sin volverse tan exhaustivas como para afectar el flujo de la historia o convertirse en una distracción.

Tiempo después de leer el libro me enteré de que antes de empezar a escribir Kidd trabajó en el desarrollo de videojuegos para una compañía australiana en labores tan variadas como escritor, director y diseñador, y después se incorporó a la industria de los juegos de rol. Aunque no es "oficial", el consenso entre sus lectores es que ésta, su primera novela, tiene lugar en el mundo que creó para un juego llamado Lace and Steel. Desde su publicación ha escrito un puñado de novelas autoconclusivas y un par de libros para la línea Forgotten Realms, de Dungeons & Dragons, además de libros de estrategia y novelas derivadas de videojuegos y juegos de rol.

Mus of Kerbridge fue nominada como mejor novela de fantasía en la primera edición de los Aurealis Award, el galardón más importante que se otorga a la ficción especulativa australiana. Mientras buscaba esa información, en busca de otros libros suyos, descubrí que Kidd es también un autor bastante apreciado entre la comunidad furry internacional, así que imagino que las insinuaciones sexuales entre criaturas fantásticas deben ser comunes en su obra. Pero eso es un tema aparte.

En resumen, Mus of Kerbridge es una entretenida novela de fantasía, bastante ligera pero no por ello menos satisfactoria, que debiera resultar del agrado de cualquier lector en busca de un rato de entretenimiento escapista, en especial si les gusta la fantasía clásica. Una novela bastante recomendable.

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