A estas alturas del año ya estamos acostumbrados a escuchar aceerca de películas que se iban a estrenar en cine pero a causa de la pandemia de COVID-19 tuvieron que cambiar sus planes y retrasarse o recurrir a los servicios de streaming. El segundo fue el caso de The Trial of the Chicago 7, película escrita y dirigida por Aaron Sorkin que originalmente iba a ser distribuida en cines por Paramount, pero terminó estrenandose en Netflix hace un par de semanas luego de un estreno limitado en unos pocos cines.
La cinta abre con un montaje que muestra a Abbie Hoffman (Baron-Cohen), Jerry Rubin (Strong), Tom Hayden (Redmayne), Rennie Davis (Sharp), David Dellinger (Carroll Lynch), Lee Weiner, John Froines y Bobby Seale (Abdul-Mateen II) haciendo preparativos para protestar en Chicago durante la Convención Nacional Demócrata de 1968. Cinco meses después, John N. Mitchell, Procurador General de los EEUU, instruye a los fiscales Tom Foran y Richard Schultz (Gordon-Levitt) que preparen un caso contra los activistas, pese a las evidencias de que representaban a cuatro organizaciones distintas y apenas se conocían.
La película despliega muchas de las fortalezas narrativas de Sorkin, en particular en lo que se refiere a los diálogos, siempre precisos y presentados con un timing que tiende a ser molesto para algunos puristas que esperan que toda dramatización de hechos reales sea un documental historicamente fiel, algo que The Trial of the Chicago 7 nunca pretende ser. Desde el montaje inicial, en que le bastan unas cuantas líneas para dibujar los rasgos de personalidad característicos de sus protagonistas, Sorkin hace gala de su capacidad para construir personajes de forma rápida y efectiva.
El escritor-director toma muchas licencias, altera la cronología de los hechos y omite algunos episodios en nombre de explorar los temas que considera más relevantes en la actualidad, sobre todo en el clima de las protestas sociales de los últimos meses en la Unión Americana y las insinuaciones del gobierno sobre la necesidad de introducir legislación que permita controlar las manifestaciones públicas de descontento, y por ello es importante enfatizar que se trata de una dramatización.
Su guion está lleno de energía y cargado de temas de particular relevancia en la actualidad. Fiel a su estilo de escribir, el guionista lo dirige con convicción y abrazando la clase de licencias creativas que le permiten presentar con la mayor fuerza posible las verdades que encierra su historia acerca de los derechos civiles y la manipulación a manos del gobierno de los medios y la percepción pública. ¿Cómo criticar a alguien que abuse de la teatricalidad narrativa para denunciar la teatricalidad con que el gobierno estadounidense manejó por años el tema de la guerra de Vietnam?
Mención aparte merecen las actuaciones. En particular destaco el trabajo de Baron-Cohen y Redmayne, que hacen papeles muy distintos a los que les han dado fama y lo hacen de gran manera, sacando el mayor provecho posible a los excelentes parlamentos de Sorkin. En el caso de Mark Rylance, creo que es el actor que mejor evade el aspecto teatral de muchos de los intercambios y ofrece una interpretación muy humana de un abogado asaltado por las dudas y con un creciente y palpable hastío por el sistema en medio del cual trabaja.
En caso de que a alguien le interese ahondar en la historia con mayor precisión histórica, pueden buscar Conspiracy: The Trial of the Chicago 8, una película de 1987 que retrató el tema con una perspectiva diferente. Por otro lado, existe en forma de libro una transcripción oficial del juicio, y en su edición más reciente incluye un prólogo del propio Sorkin.
En resumen, The Trial of the Chicago 7 es un drama envolvente contado de forma cautivadora por uno de los narradores más capaces que hayan trabajado en Hollywood. Más allá del interés de cada uno por el tema en general o el momento histórico en particular al que busca evocar, creo que es una opción bastante recomendable para todo mundo. Vale la pena mencionar que antes de estrenarlo en su plataforma, Netflix liberó la película durante unas semanas en salas de cine, así que no sería sorpresa verla acaparar nominaciones a premios en un año en que los estrenos fueron escasos. Sin duda se trata de una cinta bastante recomendable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario