¿Por qué Warner no puede entender a Superman?

Hace días empezaron a circular por redes sociales enlaces a un reporte de Variety sobre el futuro de las propiedades de DC en el cine, y a una nota de seguimiento en Forbes que afirma lo que muchos ya sabíamos: Warner no tiene idea de qué hacer con Superman. Ésa es la razón por la que la franquicia está congelada y el futuro de Henry Cavill como intérprete del Hombre de Acero sigue en el aire.

Gerry Conway, legendario escritor de cómics para Marvel y DC, "el hombre que mató a Gwen Stacy" y cocreador de The Punisher, Firestorm, Power Girl, Vixen y Ms. Marvel, además de novelista y escritor y productor de cine y TV, opinó al respecto en Twitter, durante una "conversación" con Kurt Busiek. (Si quieren leer el hilo en inglés, pueden empezar en éste tuit). A continuación les comparto mi traducción de esas publicaciones.

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Ésta es la razón por la que ningún moderno estudio de Hollywood puede "entender" a Superman: la gente que llega a la cima en un estudio de cine tiene temperamentos y experiencias de vida que previenen de forma fundamental que vean el mundo a través de los ojos de Superman. Los criterios de carrera que producen a un ejecutivo de estudio exitoso requieren una cínica visión de la creatividad y una habilidad para manipular a otros a fin de escalar posiciones en la escalera corporativa.

Superman, como personaje, fue e producto creativo de la opresión y privación de derechos. Era la encarnación deseada del Sueño Americano, un campeón de los oprimidos, un símbolo de la esperanza cuando se tiene todo en contra.

Los ejecutivos de un estudio o corporación rara vez vienen de grupos privados de algún derecho. Usualmente obtienen sus trabajos a través de contactos y relaciones que no están al alcance de gente externa, y viven desconectados de la "gente real". Claro que hay excepciones, pero esto es más típico de lo que debería ser. Cada ejecutivo de estudio que he conocido obtuvo su primer trabajo en un estudio (o agencia) a través de algún contacto personal.

Todos los ejecutivos vienen de familias con dinero. Ninguno de estos tipos (casi todos son tipos) empezó en labores de limpieza o era un donnadie de Cleveland, Ohio.

Por supuesto que no saben qué hacer con Superman. Por eso le dieron los derechos de producción a Jon Peters por veinte años. Por eso contrataron a Zach Snyder. (¡¿Cómo podría quienquiera que haya visto Sucker Punch decir "ÉSE es el sujeto que necesitamos para redefinir al héroe boy scout de América?!")

La única razón por la que Superman: La Película resultó ser un clásico es que el estudio le dio la propiedad a alguien más y los Salkind tuvieron la suerte de contratar a Richard Donner. Pura suerte.

Suerte es lo que Superman necesita en estos momentos.

Espero que la tenga.

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No sé ustedes, pero me parece que tiene razón. Si lo piensan un poco, es mucho más fácil que los ejecutivos de Warner se sientan identificados con Lex Luthor a que alguno de ellos logre entender la naturaleza altruista y bondadosa de Kal-El.

Los imagino en sus oficinas con vista panorámica, intrigados sobre cómo puede ser popular Superman, preguntándose por qué alguien con ese poder querría pasar desapercibido y llevar una vida como la de Clark Kent. Ojalá el estudio tenga la suerte de contratar a alguien que lo entienda y las cosas salgan bien. Se habla de J.J. Abrams y de Michael B. Jordan. No estoy seguro de que alguno de ellos sea la mejor elección, pero casi cualquiera lo hará mejor que Zach Snyder.

Como sea, la espera será larga, y podrían pasar unos años antes de que volvamos a ver en pantalla al Hombre de Acero.