El domingo pasado acudí con mi hermano al Autódromo Hermanos Rodríguez para el evento denominado Super Bowl Fiesta 2008. El evento fue organizado por NFL México y contó con bastantes patrocinadores de peso completo, como Microsoft, Telmex/Prodigy, Mitsubishi, Grupo Modelo, Walmart, y varios más.
Juegos, concursos, videojuegos, parafernalia y merchandise oficiales, además de la presencia de algunas porristas de los Santos de Nueva Orleans y un concierto de Moderatto sirvieron como previo a la transmisión del Super Bowl en pantallas colgadas sobre la recta principal de la pista del autódromo.
El ambiente estuvo bastante bien, la organización buena exceptuando quizás el acceso, que se realizó por una única puerta pese a que muchos de los asistentes tenían (teníamos) que acudir a confirmar el registro y recoger los boletos antes de poder acceder a las instalaciones del inmueble.
El tradicional NFL Experience fue el centro de las actividades interactivas durante el evento (a menos que cuenten las consolas de videojuego donde los aficionados podían jugar Madden 2008), contando con una versión en menor escala montada por Grupo Modelo, así como otros juegos para gente de todas las edades, incluyendo una versión NFL del tradicional juego de lotería.
Las porristas de los Santos fueron uno de los atractivos principales, llevando a mucha gente a arremolinarse en torno al pequeño escenario donde se encontraban en busca de una foto o un autógrafo.
Hacia las 4 de la tarde dio inicio la presentación de Moderatto en un escenario montado sobre la recta principal, debajo de las pantallas donde sería transmitido el partido. Iniciaron su set con un popurrí de famosos riffs de guitarra, desde el homenaje a Hendrix tocando el himno nacional (el mexicano, claro), hasta clásicos como Wherever I May Roam, Another One Bites the Dust, Seven Nation Army, Thunder y muchas otras.
Después siguió una selección de temas de sus primeros dos discos, los de covers, y cerraron con una de sus canciones originales. Esta última tuvo el atractivo adicional de que las 7 porristas de los Santos que se encontraban en el evento subieron al escenario a bailar una coreografía especialmente montada para esa canción, haciendo las delicias de todos los asistentes. (Y si no me creen, pregúntenle a mi hermano).
En general el evento fue una experiencia muy entretenida. Lástima que las tiendas no ofrecieran un mejor surtido de productos (aunque algunos estaban más baratos que como se les encuentra en tiendas y centros comerciales) y que los juegos no están diseñados para permitir mayor socialización entre los asistentes. Ojalá eso cambie en futuras versiones, pues es la primera vez que el evento se abrió a público ajeno a los socios y patrocinadores de NFL México.
Por otro lado, fue agradable poder volver a ver al Moderatto divertido, al chiste que nadie debiera tomarse en serio pues solo se trata de una broma para los amantes del rock.
Por cierto, una vez concluido el concierto, abandonamos el lugar y nos fuimos a casa a ver el juego. Las razones son simples, aunque seguro bastarán para que se nos tache de pedantes: Las pantallas eran relativamente pequeñas, sobre todo para su posición respecto a las gradas; la transmisión era la de Fox Sports en español (con los estúpidos e incompetentes Von Rossum padre e hijo y compañía, comentaristas que hacen a uno suplicar porque ese canal tuviese disponible la función SAP de audio alterno), y había demasiado villamelón y gente que ni siquiera sabía quien iba a jugar o por qué, y es casi seguro que alguien nos hiciera enojar durante el juego.
Como dije antes, se nos puede acusar de pedantes y mamones, pero así son las cosas.
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