jueves, 7 de febrero de 2008

El Orfanato

En unos cuantos años Guillermo del Toro se ha hecho de una sólida reputación en la industria cinematográfica internacional gracias a su trabajo en películas tan exitosas y reconocidas como Cronos, Hellboy, El Espinazo del Diablo o El Laberinto del Fauno.

Después de esa última producción, su nombre ha empezado a usarse en la promoción de proyectos y se busca asociarlo con futuras producciones. Por ejemplo, del Toro era la primera elección de Will Smith para dirigir su versión de I Am Legend (Soy Leyenda), pero tuvo que rechazar la oferta para concentrarse en la post-producción de Hellboy II: The Golden Army.

Ahora se rumora fuertemente que el realizador tapatío será el encargado de dirigir las dos películas de El Hobitt que Peter Jackson va a producir para MGM/New Line Cinema para expandir el Tolkienverso que inició con The Lord of the Rings.

Así que imagino que todos hemos sido testigos de la fuerte campaña publicitaria que ha acompañado al estreno de El Orfanato, película española que se anuncia como "Guillermo del Toro presenta", o incluso, de manera truculenta y hasta cierto punto tramposa como "una película de Guillermo del Toro".

En realidad se trata del debut como director del español Juan Antonio Bayona, y Guillermo del Toro fue uno de los productores de la película. El guion es obra del también español Sergio Sánchez, que fue ganador de un concurso en la península ibérica cuyo premio era la realización de la película.

A pesar de que se le promueve como una película de terror, no estoy tan seguro de que ese sea el caso. Se trata de una historia de fantasmas, pero eso no implica que sea una historia de horror o de terror. Desde un punto de vista temático, creo que el manejo de elementos sobrenaturales es más cercano al que el propio del Toro hizo en El Espinazo del Diablo, con más énfasis en el misterio y suspenso alrededor del fantasma, y con un fuerte peso dramático al explorar la naturaleza del duelo y la forma en que lidiamos con la pérdida. Aunque, claro, también me recordó un poco a Hasta el Viento Tiene Miedo, de Carlos Enrique Taboada, que me parece que sí es horror.

La historia sigue a Laura, una mujer casada y con un hijo que se muda junto con su familia a una vieja casona que alguna vez fue el orfanato donde pasó parte de su infancia, con intención de convertir el lugar en una casa hogar para niños enfermos o con problemas que requieran atención especial.

Pero al correr de los días y mientras avanzan los trabajos de restauración de la casa, Laura empieza a sospechar que el lugar esconde secretos, y que estos están al menos en parte relacionados con los amigos imaginarios de su hijo Simón. El guión es inteligentemente ambiguo, pues cuenta la historia sin demandar que el espectador acepte la existencia de fantasmas o vida después de la muerte. 

De un modo similar a la forma de funcionar de El Laberinto del Fauno, el guión de El Orfanato está escrito de manera que uno puede igualmente aceptarla como una historia de fantasmas, o bien creer que todo se desarrolla en la psique de la protagonista, sin que ello afecte en modo alguno la narración de los hechos.

Con una excelente actuación de Belén Rueda como Laura y un sólido elenco de apoyo, que incluye apariciones de rostros familiares, como Geraldine Chaplin o Edgar Vivar, El Orfanato es una muy buena película de suspenso que debiera ser del agrado de la mayoría de los espectadores.

El éxito tanto de taquilla como de críticas que la película ha conseguido en Europa y en el circuito de festivales llevó a New Line Cinema a adquirir hace unos meses los derechos para producir un remake en inglés, el cual también será producido por Guillermo del Toro.

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