19 de noviembre de 2018. En esta fecha habría de celebrarse un partido de la NFL en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, pero el juego, que habría de enfrentar a los Jefes de Kansas City y los Carneros de Los Angeles, se llevará a cabo en Los Angeles debido a que la administración del Estadio Azteca no supo preparar y cuidar el campo de juego, que hace unos días no cumplía con los estándares de la NFL, razón por la que se optó porque los equipos no hicieran el viaje.
Mucho tuvo que ver la cobertura mediática para que se llegara a esta decisión. Durante las dos semanas previas se habló en varios espacios y en múltiples ocasiones acerca del pobre estado de la superficie de juego del Coloso de Santa Úrsula. Noticieros nacionales e internacionales, tanto generales como especializados en deportes, dedicaron minutos a hablar de las malas condiciones en que se encontraba el terreno de juego.
Esa cobertura creó una percepción negativa en varios sectores, pero más importante quizá fue la desconfianza que sembró entre los jugadores de los equipos que viajarían a jugar a la ciudad de México, quienes hace una semana exigieron que se les diera alguna garantía de que el Estadio Azteca estaría listo y que no estarían expuestos a sufrir alguna lesión por las malas condiciones de la cancha. Era imposible garantizar a nadie que el pasto fuera a estar en óptimas condiciones, así que se canceló la visita de la NFL a México de este año.
La relación entre la NFL, Televisa y el gobierno de la ciudad de México se mantiene, lo que no es ninguna sorpresa, pues México es un mercado muy importante para la liga. Roger Goodell, comisionado de la NFL, ya aseguró que no hay mayor problema y que él confía en que el próximo año no habrá inconveniente alguno para que se pueda realizar un partido en nuestra ciudad en un terreno de juego que cumpla con los estándares de su organización, y la verdad es que no debiera haber razones para pensar lo contrario.
Excepto, claro, por esa tendencia tan común en nuestro país a hacer las cosas sin la debida planeación y confiando en que se podrá improvisar alguna solución de último momento. Y es que es algo que muchas veces funciona, o a lo que simplemente estamos tan acostumbrados que ya no nos causa extrañeza. Pero a nivel internacional existen estándares de calidad y protocolos de trabajo que se deben observar si se quiere mantener esta clase de lucrativas alianzas comerciales con empresas globales.
Desde hace un par de años Televisa se comprometió a hacer modificaciones a su inmueble, algunas de las cuales no fueron del agrado del público que asiste de forma regular a ver partidos de fútbol soccer al Estadio Azteca, pero había toda la intención de satisfacer los requerimientos de la NFL. Se movieron calendarios de juegos y se programó una forma de dar descanso a la cancha para asegurar que llegada la fecha el campo estuviera en buenas condiciones. El año pasado hubo algunos apuros, pero el juego se realizó sin inconvenientes. Entonces, ¿qué pasó ahora?
Una serie de malas decisiones de parte de la administración del estadio se fueron sumando hasta derivar en la cancelación del juego. Hace algunos meses se decidió cambiar el pasto natural que desde hace mucho ha tenido la cancha del Azteca por un híbrido que mezcla pasto natural y pasto sintético, algo bastante común en estadios europeos y de la Unión Americana, pero lo hicieron sin contar con el personal capacitado para darle mantenimiento a la nueva superficie, lo que suena ridículo como quiera que uno lo piense.
Y luego está el tema de la calendarización. Los partidos de la International Series de la NFL, es decir, los que se realizan fuera de los Estados Unidos, de forma invariable, tienen lugar en octubre y noviembre. El calendario final de la temporada de la NFL se hace público en marzo, así que el tiempo es más que suficiente para preparar la agenda de eventos y partidos en el estadio. ¿En qué momento le pareció a la gente del Estadio Azteca que era una buena idea realizar un concierto a menos de dos semanas de la fecha del juego?
Pues eso fue lo que hicieron. Para celebrar el 25 aniversario de Telehit, canal de paga propiedad de Televisa, el pasado 7 de noviembre se realizó un concierto gratuito en el Estadio Azteca. Y para no dejar duda del impacto de éste, habría que considerar que se trató de un evento de más de siete horas de duración. Creo que es claro que miles de personas caminando, bailando y saltando, además del peso del escenario y equipo técnico, maltratan mucho más la superficie que cualquier partido de fútbol.
En fin. Ojalá que el ridículo internacional, las pérdidas de dinero y las condiciones y garantías que muy probablemente exigirá la NFL para regresar sirvan para que los responsables se den cuenta de que a estas alturas no pueden seguir trabajando de forma improvisada. Supongo que por lo menos dejaremos de escuchar los pretenciosos comentarios sobre como el Estadio Azteca es uno de los mejores del mundo, o como Televisa tiene el mejor personal, a la altura de los mejores eventos del mundo.
Al menos hasta que sus acciones puedan respaldar sus palabras.
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