Esto es algo sobre lo que ya había escrito hace años, pero creo que es buen momento para retomar la idea, sobre todo ahora que las redes sociales se han convertido en una rápida forma de reaccionar a las noticias.
¿Por qué habría de dolernos la muerte de gente que nunca conocimos? Siempre he pensado que en caso de gente creativa (artistas, escritores, directores de cine, actores, etc.), puede ser una muestra del impacto que su trabajo tuvo en nuestras vidas, una sensación de pérdida que tiene algo de agradecimiento por lo que nos dieron, haya sido diversión, consuelo, un momento de reflexión, una obra favorita o incluso una vocación.
No es un duelo que se pueda comparar al de perder a un amigo, miembro de la familia o conocido, pero no deja de ser una pérdida, una sensación de vacío o desasosiego con la que cada un lidia a su manera, ya sea compartiendo su trabajo (canciones, imágenes, videos, etc.) publicando fotos o memorias sobre el difunto, o simplemente hablando de ello.
El impacto de esas personas en nuestras vidas pudo ser significativo o trivial, y en realidad no importa. Siempre he dicho que los pasatiempos dicen mucho de una persona, porque todo lo que hacemos por gusto es algo honesto por naturaleza, y lo mismo aplica también a las cosas que consumimos y disfrutamos. Así que si no comparten el luto de alguien más por algún famoso, sigan adelante con sus vidas. En nada les afecta que la vida de alguien más haya sido tocada de algún modo por un extraño.
Si hay algo escaso en el mundo en estos tiempos es empatía, y mostrar un poco de tolerancia puede ser un buen comienzo. El respeto a los demás puede ser la base para muchas cosas buenas.
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