La Ley de los Varones es el cuarto tomo de Los Reyes Malditos, la histórica saga de los Reyes de Francia en el siglo XIV, escrita por el académico francés Maurice Druon, y es el quinto que leo (suena raro, sí, pero fue por un error que expliqué aquí). Pueden ver mis comentarios sobre los libros anteriores en los archivos del blog.
Por primera vez en décadas no se puede responder al anuncio de "El Rey ha muerto" con el tradicional "Viva el Rey", y en el clima de incertidumbre que eso genera se da una nueva lucha por el poder entre la aristocracia francesa, pues aun si Clemencia da a luz a un varón, pasarán más de diez años antes de que pueda gobernar.
Mientras eso sucede, es necesario nombrar a un regente que quede a cargo de los asuntos de gobierno mientras se establece la sucesión. Carlos de Valois, hermano de Felipe IV "El Hermoso", tío y consejero del difunto Luis X, se apresura a tratar de asegurar que los barones del reino lo reconozcan como regente, pero su sobrino Felipe de Poitiers, hermano de Luis X, no está dispuesto a ceder la posición que considera suya por derecho.
El tercero en discordia es el Duque de Borgoña, hermano de la difunta Reina Margarita, primera esposa de Luis X, y quien pretende reclamar para si el título de regente bajo la premisa de cuidar el reino que por derecho es de su sobrina Juana, hija de Margarita y Luis, aún cuando persisten en la corte dudas sobre la legitimidad de la niña luego de la infidelidad que puso a Margarita de Borgoña en desgracia.
Esa disputa data del reinado de Felipe El Hermoso y su solución final se adivina aún muy lejana.
En adición a las intrigas y conspiraciones que forman parte de esta serie desde el primer volumen, este tomo en particular me gustó por el tratamiento que hace de la otra gran disputa de poder de la época, entre los cardenales italianos y franceses, que han hecho todo lo posible por boicotear la realización de un cónclave para elegir al nuevo Papa, lo que centra la atención en el Cardenal Jacobo Dueze, y explora además su ideología y la planeación de años para escalar posiciones en la jerarquía católica.
No hay mucho que pueda decir del trabajo del maestro Druon que no haya dicho antes. El libro es ágil y dinámico, presenta una serie de hechos históricos sin limitarse a la sucesión de nombres, fechas y lugares que encontraríamos en cualquier libro de historia, sino que crea un retrato creíble y realista de la Francia de la época y marca cada hecho histórico de una forma inteligente y entretenida, que muestra además el impacto que cada uno de ellos tuvo en la vida diaria de los habitantes de la época.
Creo que si los libros de texto de historia fueran escritos de forma similar, sería una de las materias más populares en cualquier grado escolar. Saga ampliamente recomendada.
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