La gran mayoría de la gente considera que no hay nada más curioso o tierno que un bebé. Lamentablemente esa postura lleva a que muchos padres parezcan creer que sus hijos son una curiosidad para exhibirse y presumirse, grabándolos en video o tomándoles fotografías en situaciones curiosas o disfrazados de cualquier cosa que se les ocurra, obteniendo casi siempre reacciones positivas y risas de entre sus amistades.
Personalmente soy de la idea de que el que la mayoría de la gente encuentre irresistible a un bebé tiene que ver con algún instinto básico de conservación, de modo que todo ser humano instintivamente identifica a un bebé como el potencial futuro y continuación de la especie, generando inmediatamente sensaciones de empatía y simpatía hacia él. Pero me estoy desviando del tema...
Regresando al asunto de los bebés disfrazados y que tan tiernos se ven, ¿Qué les parecen estas fotos?
Según parece las imágenes de Adolf Hitler, Idi Amin, Josef Stalin, Benito Mussolini, Mao Tse-Tung y Augusto Pinochet son un buen antídoto para el infalible carisma de bebé, pues estas imágenes causaron controversia cuando se pusieron en exhibición hace algunos años.
Las fotos son de la artista noruego-danesa Nina María Kleivan y forman parte de una colección titulada Potencialidad, con la cual Kleivan quería llevar al expectador a reflexionar sobre la naturaleza del mal al expresar de manera gráfica que todos tenemos potencial para el bien o el mal. Me parece un interesante punto de vista con el cual intentar responder si el mal nace o se hace, con el que mayormente coincido, aunque también creo que hay factores genéticos que pudiesen influir, pues muchos males cerebrales son congénitos, presentando una predisposición del individuo a adoptar ciertas conductas cuestionables.
Pueden ver más del trabajo de Kleivan en su sitio, donde además de otras colecciones hay más fotos de esta colección, incluyendo al Ayatollah Khomeini y Saddam Hussein, las cuales pueden navegar siguiendo el enlace de Potency. Por cierto, la bebé de las fotos es la hija de Kleivan, quien actualmente tiene once años y ha abandonado su precoz carrera de modelaje. Y no puedo dejar de mencionar también que la niña es un claro reflejo de lo que pienso es una obsesión de su madre respecto al tema de la naturaleza del bien y el mal. Su nombre: Faustina.
El bebé Hitler!
ResponderBorrarYo quiero uno de esos...pero en unos años, soy demasiado joven para tal responsabilidad.
Saludos Enfermos.