Hace unos días Sony Pictures anunció la cancelación de Spider-man 4 y que Sam Raimi y los actores principales quedaban libres de toda obligación contractual. También anunciaron que la franquicia será objeto de un reboot, es decir, volverá a empezar de cero bajo la supervisión de un nuevo director y con un elenco nuevo, presumiblemente integrado por actores desconocidos o al menos sin un curriculum muy conocido.
Pasé unos días checando reacciones en diversos foros y blogs, y me sorprendió que casi nadie entiende que es una simple decisión de negocios, además de que por comentarios irresponsables en algunos blogs se creó, sobre todo en México, una idea errónea de los futuros planes de Sony para esta exitosa y popular franquicia. Necio como soy, entré a muchos threads para intentar aclarar los detalles del asunto, pero el nivel de discusión de la mayoría de esos sitios es irrisorio, así que decidí poner algo aquí para cerrar el tema de una vez por todas en mi cabeza.
Por alguna razón esta información no se entendió y parece ser que muchos fans del personaje creen que lo que se busca hacer es una especie de precuela, un equivalente cinematográfico a Smallville, donde se exploren las aventuras de Peter antes de ser Spider-Man, aunque no hay nada más lejos de la verdad. Simplemente hay que darse cuenta de que no se pueden vender juguetes y playeras con la imagen de un nerd de preparatoria y tener el mismo éxito que con la imagen de un conocido superhéroe para entender que no sería un buen negocio.
Luego viene el ángulo Disney, pues al parecer mucha gente escucha adolescente y piensa en los productos que la Casa del Ratón ofrece a ese sector del público: Hannah Montana, Jonas Brothers, High School Musical, etc. Por fortuna la adquisición de Marvel por parte de Disney no tendrá ningún efecto notorio sobre el material de la Casa de las Ideas, pues a Disney le interesa el potencial comercial de las franquicias de Marvel, no integrar éstas a las que ya poseen.
Tienen cautivo a la mayor parte del público adolescente femenino, y Marvel les ofrece la oportunidad de buscar explotar comercialmente al sector masculino de ese mismo rango de edad. Eso quiere decir que también podríamos dar por desechados todos los rumores que ponen a actores salidos de la programación de Disney Channel, o incluso de las películas de Twilight, dentro de la próxima versión de Spider-man.
Y la principal razón para descartar esos rumores es, otra vez, económica. Uno de los principales problemas que Sony tenía con Sam Raimi era que éste insitía en tomarse al menos un par de años entre las películas de la serie. Al estudio le parecía inconcebible tener en la congeladora esta franquicia cuando podría estar generando dinero de manera constante y más frecuente.
Para Spider-man 4 asignaron un presupuesto de poco más de 200 millones de dólares, pero Raimi exigía que le dieran casi 300 si querían que terminase a tiempo para estrenar en mayo de 2011, pues creía que haría falta más postproducción para acabar a tiempo. Como los actores principales sólo habían firmado para hacer una trilogía, sus exigencias aumentaron para la cuarta entrega, así que el proyecto cada vez se veía como un negocio menos atractivo para Sony, así que en cuanto hubo diferencias con Raimi a causa del guion, aprovecharon para finiquitar el asunto antes de filmar un solo cuadro.
Y no se trata de una decisión que no hayan considerado desde hace meses, pues había reportes de que paralelamente al trabajo en el guion para la película de Raimi, Sony contrató a James Vanderbilt (Basic, Zodiac, The Losers) para escribir los guiones de Spider-man 5 y Spider-man 6, mismas que más tarde se reveló serían un reboot, partiendo de cero y rompiendo todo lazo con las películas de Raimi. Aún de completarse Spider-man 4 para su estreno en 2011, dos años después hubiese habido una nueva versión del personaje en la pantalla grande.
Al cancelarse el proyecto de Raimi se adelanta el plan del reboot un año, y ya designaron a Marc Webb (500 Days of Summer) como director para las primeras dos entregas de la nueva versión. Y para confirmar que el dinero es el motor tras estas decisiones, se habla de un presupuesto de 80 millones de dólares para su primera entrega, lo que para un blockbuster veraniego, y de superhéroes, resulta bastante bajo. Sé que se está revisando el guion de Vanderbilt, pero asumiendo que su trabajo sea la base, debiera enfocarse en el desarrollo de personajes, y tras ver el debut directorial de Webb creo que el resultado tiene muchas posibilidades de ser bueno.
Ahora solo faltan los anuncios del casting, donde insisto, no espero ver a nadie conocido como protagonista, aunque no me sorprendería ver algunos rostros familiares en los personajes secundarios recurrentes, pues una buena forma de cobijar a actores sin experiencia es rodearlos de actores con muchas tablas. Lástima que Joseph Gordon-Levitt no sea más joven. Por lo pronto, yo veo este reboot con optimismo y espero no equivocarme.
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