jueves, 14 de enero de 2010

High Fidelity, de Nick Hornby

High Fidelity es una de mis películas favoritas, al menos en el género de comedias románticas (las cuales no deben ser confundidas con chick flicks... o al menos no todas), y la mencioné de pasadita en mi comentario de (500) Days of Summer.

Después de ello me sentí tentado a verla otra vez, pero a fin de cuentas no lo hice. Lo que sí hice, tras pensarlo sólo un poco, fue algo que tenía muchas ganas de hace desde hacía algún tiempo: leer la novela que la inspiró.

Publicado en 1995, High Fidelity fue el segundo libro publicado por Nick Hornby, pero su primera novela. Está narrada en primera persona por Rob Fleming, un británico dueño de una pequeña tienda de discos en el norte de Londres. Rob está a punto de cumplir 35 años, y al ser abandonado por su novia decide hacer un ejercicio de reflexión para tratar de entender cuál es su problema para lograr relaciones exitosas.

Como consecuencia de pasar la mayor parte de su tiempo en la tienda de discos en compañía de sus dos empleados, Rob tiene la costumbre de hacer listas para todo: tiene Top 5 de rompimientos, de discos para bailar, de trabajos soñados, etc., así que decide empezar por contactar a las 5 mujeres con quienes más le dolió la separación.

La novela se mueve temporalmente en dos direcciones, por un lado hace un recuento de la vida de Rob a partir de sus parejas y detalla el impacto que cada una de ellas tuvo en diferentes etapas de su vida, y por el otro muestra la forma en que está lidiando (o evitando hacerlo) con el reciente abandono de Laura, además de su terca determinación de hacer lo que sea necesario para recuperarla.

La verdad me sorprendió descubrir la fidelidad (alta en verdad), con que se adaptó la novela en la película del 2000. Los cambios en la historia son mínimos, siendo tal vez lo más notorio el cambio de locación (a Chicago en la película), y el apellido de Rob (Fleming en el libro, Gordon en la adaptación), pero manteniendo la personalidad distintiva de cada personaje, así como las múltiples situaciones que se dan durante la historia.

Tengo entendido que el propio Hornby estaba muy complacido con el resultado, y que incluso llegó a declarar que por momentos sentía como si John Cusack recitase pasajes del libro.

El estilo de Hornby es fácil y atractivo, pues construye a sus personajes a partir de pequeños momentos, los coloca en situaciones cotidianas con las que cualquiera se puede identificar y crea un rápido y fuerte lazo de empatía entre el lector y los personajes. Resulta fácil pensar "a mí me pasaba lo mismo" o "conozco a alguien así", lo que me parece habla muy bien del trabajo de Hornby.

La novela está llena de anécdotas y momentos de humor como los que uno escucha platicando con amigos, y creo que esa es la característica que distingue a las novelas de Hornby.

Anteriormente había leído About a Boy, que fue la novela que publicó después de High Fidelity y que también ha sido llevada al cine, y me gustó al menos tanto como ésta, así que ahora sólo me resta intentar conseguir sus trabajos más recientes, pues tras dos novelas creo que ya podría empezar a pensar en él como uno de mis autores favoritos en la actualidad.

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