Marc Webb era hasta hace unos meses un director de videos musicales, y ni siquiera uno particularmente notorio, siendo tal vez sus trabajos más conocido los videos que hizo para bandas como Green Day o 3 Doors Down.
Summer es una chica práctica y realista, y está convencida de que no existen tales cosas. Su relación es una receta para el desastre. Pocas veces el eslogan promocional de una película describe tan bien el contenido, incluso más si hablamos del que fue usado en la distribución local para México (Él encontró a su pareja ideal. Ella no) que si traducimos el original (This is not a love story. It's a story about love - Esta no es una historia de amor. Es una historia acerca del amor).
La historia está contada de forma no lineal y abre con un rompimiento de la pareja, seguido de un aparente final feliz a doce días de cumplir los quinientos. Luego empieza a dar saltos a distintos puntos de la relación, con lo que poco a poco revela las distintas capas que forman la personalidad de cada uno de los protagonistas mientras establece de forma básica las de los personajes secundarios, lo suficiente para hacerlos interesantes, pero sin permitir que adquieran demasiado peso en la historia principal.
El resultado es una comedia romántica diferente a las que nos tiene acostumbrados Hollywood, pues muestra personajes más reales que los que llenan las cintas protagonizadas por Sandra Bullock, Meg Ryan o quien esté de moda este año. La mayor fortaleza de la película es la facilidad con que el espectador se puede identificar con Tom, con el pragmatismo de Summer, o con algún rasgo distintivo de McKenzie o Paul, los fieles e incondicionales amigos de Tom, o incluso de su hermana Rachel. En el peor de los casos, todo mundo conoce a alguien parecido a uno de estos personajes.
Me agradó mucho que la historia, más que enfocarse en contar una romántica historia en que el amor de una pareja es lo bastante fuerte como para sobrevivir a toda clase de obstáculos y dificultades, hiciera un esfuerzo consciente por exponer algunas de las conductas obsesivas que algunas personas adoptan a la hora de lidiar con sus relaciones personales, que es otro detalle que añade un nivel de realismo y empatía que rara vez podemos encontrar en una comedia romántica, y más si se trata de una producida bajo el amparo de un estudio de Hollywood.
Si me pidieran buscar una película similar, creo que la única que me viene a la mente es High Fidelity (2000), dirigida por Stephen Frears y protagonizada por John Cusack, Sara Gilbert, Catherine Zeta-Jones, Jack Black y Joan Cusack, basada en el libro del mismo título de Nick Hornby. Y no es que sea similar en historia, sino en la construcción de personajes realistas enfrentados a situaciones que cualquiera pueda haber vivido, y en la forma de abordar la situación del protagonista, que debe aprender a identificar sus propios problemas antes de lidiar con la forma en que afectan sus relaciones.
(500) Days of Summer no es una película que le vaya a cambiar la vida a nadie, pero es lo bastante fresca como para que la pueda disfrutar toda clase de público. En resumen, una película muy recomendable.
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