martes, 24 de noviembre de 2009

Gel Azul, de Bernardo Fernández Bef

Bernardo Fernández, mejor conocido como Bef, es un diseñador gráfico por formación, y un talentoso escritor e ilustrador por vocación. Es conocido en el bajo mundo de las subculturas y la literatura independiente mexicana por sus colaboraciones en distintas publicaciones, ya sea como escritor, ilustrador, e incluso editor (siendo tal vez Complot Internacional la más conocida y Sub la más "indie") y por su trabajo como "monero".

Hace unos años tuve el placer de conocerlo gracias a varios amigos en común y la persona me gustó aún más que su trabajo, pero me parecería un atrevimiento decir que somos amigos. Por los mismos amigos en común tuve el honor de ser invitado a contribuir en Pulpo Comics, la antología de historietas de ciencia ficción que Bef editó en 2004, aunque desde entonces he tenido muy pocas ocasiones de coincidir con él.

En años recientes, Bef ha gozado de gran éxito como escritor de prosa, sobre todo en España, donde en 2007 fue reconocido con el Premio Ignotus por Gel Azul. Este libro contiene dos novelas cortas: la que da nombre al volumen, y El Estruendo del Silencio.

En la primera Bef mezcla sin tapujos sus géneros favoritos, la ciencia ficción y la novela negra. Ambientada en la ciudad de México en un futuro no tan lejano, Gel azul muestra un mundo superpoblado donde las grandes corporaciones controlan los destinos de millones de personas y la mayor muestra de estatus está en la posibilidad de aislarse del mundo y quedarse en un mundo virtual gracias a unos tanques llenos de una sustancia proteínica (el gel azul que da nombre a la historia).

El gel permite al usuario permanecer en su paraíso virtual sin preocuparse por su cuerpo, pues las necesidades de éste son cubiertas en el tanque. Pero durante una revisión de rutina se descubre en el tanque de una mujer el cadáver de un bebé. La cliente fue víctima de una violación y el producto de la misma resultó muerto al no estar preparado para sobrevivir en el tanque. El caso pudo ser escondido o minimizado de no ser porque la mujer en cuestión es hija de Arsenio Cubil, el hombre más rico e influyente del país.

Entra en escena el detective Crajales, un ex hacker convertido en detective privado que deberá enfrentar toda clase de obstáculos mientras intenta resolver el caso. 

Encuentro mejor lograda la parte de ciencia ficción que la policíaca, pues Bef recrea vívidamente un desolador futuro en que la gente tiene pocas o nulas esperanzas de llevar una vida plena o feliz, pero que Crajales sea detective o trate de resolver un crimen es casi anecdótico y trivial.

La parte detectivesca de la historia sirve como un medio para revelar las intrigas del poder y el total y absoluto desinterés por la vida de los demás, pero en realidad no hay ningún trabajo de investigación policíaca. En cambio, El Estruendo del Silencio fue una verdadera sorpresa. Se compone de dos relatos narrados de forma paralela, uno en un futuro cercano y el otro cientos de años más adelante. En una descubrimos la relación entre MaRel, inteligencia artificial que controla una nave intergaláctica, y el Sr. Ká, robot que supervisa las funciones básicas de la misma como su "capitán".

En la otra conocemos a Koji Cuauhtémoc Kobayashi, presidente de la más grande corporación transnacional, un hombre egoísta, megalómano y altanero cuya ambición lo lleva a buscar la inmortalidad a través de un viaje intergaláctico que podría convertirlo en el primer ser humano en pisar otro mundo. En esta historia Bef explora el tema de la soledad y la neurosis que ésta provoca, oculta tras la prepotencia y soberbia de alguien con poder casi absoluto sobre los demás y en apariencia incapaz de manifestar cualquier sentimiento hacia sus semejantes.

Esto se contrapone al caso de otro ser, confundido y abrumado por su recién adquirida consciencia, además de los sentimientos que no se creía capaz de albergar. El resultado es una excelente historia que lleva al lector a cuestionarse qué características se requieren para decidir si alguien es humano.

Gel Azul se publicó en España en 2006 a través de Ediciones Parnaso, con una portada de aspecto cien por ciento comiquero, obra del también mexicano Sebastián Carrillo, artista mejor conocido como Bachan. En México apareció hace apenas unos meses en una edición publicada por Editorial Suma de Letras, una subsidiaria de Editorial Santillana que es fácil encontrar en cualquier librería. 

Definitivamente se trata de un libro bastante recomendable, sobre todo si son aficionados a la ciencia ficción, y es una prueba contundente de que no hay razones para pensar que este género sólo puede darse en países desarrollados o en otros idiomas.

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