jueves, 28 de enero de 2010

Cat's Craddle, de Kurt Vonnegut Jr.

Kurt Vonnegut es uno de mis escritores favoritos, por lo cual es un tanto extraño que sólo haya aparecido una vez aquí, cuando comenté su novela Hocus Pocus, pero supongo que la razón es que muchos de sus libros los leí antes de abrir este blog.

Cat's Cradle está narrada en primera persona por John, o Jonah, como pide al lector llamarlo. Según explica, en alguna época había planeado escribir un libro que reuniera las experiencias de estadounidenses famosos el día que se lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima, y como parte de su investigación entró en contacto con los hijos de Felix Hoenikker, un científico (ficticio, claro) a quien menciona como uno de los padres de la bomba atómica.

Su libro poco a poco queda relegado al olvido, pero durante las entrevistas con gente cercana al Dr Hoenikker, descubre que el último descubrimiento del científico permaneció en secreto y se encuentra ahora en posesión de sus hijos: el ice-nine (hielo-nueve).

El ice nine son cristales de hielo que se encuentran sólidos a temperatura ambiente y que pueden congelar cualquier cuerpo de agua con el que entran en contacto. La revelación de que una sustancia tan potencialmente peligrosa esté en manos de tres jóvenes disfuncionales perturba a John más de lo normal, e intenta alejar el asunto de su mente. Pero el destino tiene otros planes, y poco después se encuentra por casualidad con los hijos de Hoenikker en la pobre y minúscula isla ficticia de San Lorenzo.

John viaja a la isla para entrevistar a un médico filántropo que estableció un hospital y centro de asistencia en medio de la jungla, y en el vuelo conoce al nuevo embajador norteamericano y a una pareja que piensa invertir en la isla. El embajador le presta un libro sobre la historia de San Lorenzo, gracias al cual John aprende sobre su cultura, tradiciones, dialecto, y sobre todo, religión.

La religión dominante en la isla es el bokononismo, una extraña mezcla de tradiciones religiosas cristianas, naturalistas y paganas con un dejo de cinismo, nihilismo e irreverencia que la hacen irresistible, a grado tal que toda la población de la isla la profesa aún a pesar de estar prohibida so pena de muerte. John se ve pronto profundamente involucrado en los asuntos de la isla, convirtiéndose incluso al bokononismo.

Vonnegut utiliza Cat's Cradle para satirizar toda clase de temas como solo él puede hacerlo. Ciencia, tecnología y religión son sus blancos principales, pero no los únicos. Su profundo rechazo a la carrera armamentista impregna cada página del libro, mofándose constantemente de la aparente estupidez que gobierna cada acto y decisión de los seres humanos. El título, por cierto, es una referencia a un juego de ese nombre, donde se utilizan los dedos para crear una red con un trozo de cordón.

Se supone que el Dr. Hoenikker estaba jugando a esto al estallar la bomba de Hiroshima, y el juego es referenciado más tarde por uno de sus hijos. Como de costumbre, leer a Vonnegut es una experiencia engañosamente fácil, pues a nivel superficial sus obras son claras y su narrativa limpia y dinámica. Esto tiene la enorme ventaja de que sus libros resultan disfrutables para todo mundo, y ya depende por completo de cada lector hasta donde quiere cada uno compenetrarse con las diferentes capas de complejidad del texto.

La sola historia en el más básico nivel narrativo es lo bastante interesante y entretenida como para satisfacer a cualquier lector casual, en tanto que el fino humor del autor funciona en varios niveles. No tengo palabras suficientes para describir la riqueza con que Vonnegut es capaz de disectar la naturaleza humana en unas cuantas líneas mientras construye su historia.

Baste como evidencia el hecho de que la Universidad de Chicago le otorgó en 1971 la Maestría en Antropología, a pesar de que unos años antes le habían rechazado su tesis de grado. La razón es que la facultad consideró que su trabajo en Cat's Cradle reunía los suficientes méritos académicos como para acreditar el título.

Sé que existen ediciones en español de esta obra, pero imagino que no son fáciles de conseguir. Una rápida búsqueda por los sitios de algunas librerías me dice que en México no es posible hallar una copia de Cuna de Gato (título en español de todas sus versiones), o por lo menos no sin cierto esfuerzo. Por esa razón haré algo que no suelo hacer, que es enlazar a un sitio donde es posible descargar una versión gratuita en español en formato PDF. Si nunca han leído a Vonnegut, nunca es tarde para empezar. Recomendada ampliamente.

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