lunes, 2 de marzo de 2009

Righteous Kill (Frente a Frente, 2008)

Robert DeNiro y Al Pacino fueron dos de los actores más respetados y admirados en Hollywood por muchos años, aunque ha pasado algún tiempo desde que uno de ellos realizara una actuación memorable o al menos sobresaliente.

Pacino todavía suele tener ocasionales chispazos que nos recuerdan su gran capacidad actoral, sobre todo cuando trabaja con cierta clase de personajes o en colaboración con buenos directores, mientras que DeNiro parece haberse perdido en el mundo de la auto-parodia y la comedia fácil desde hace varios años.

Tal vez lo más rescatable que el veterano actor ha hecho en mucho tiempo sea Stardust (El Misterio de la Estrella, 2007), donde pese a que interpreta a un personaje cómico, no lo hace explotando los arquetipos de sus papeles más famosos.

Por desgracia para Righteous Kill (Frente a Frente), Jon Avnet, el director, no tiene un historial o logros tan brillantes o destacados como los de sus estrellas. Se trata de un reconocido productor de cine y televisión cuyo currículo incluye películas, especiales y series de tv, pero ésta es apenas su sexta película como director en casi veinte años de carrera, y la mejor lograda fue la primera, Fried Green Tomatoes (Tomates Verdes Fritos), de 1991.

Hace unos meses comenté aquí su trabajo anterior, 88 Minutes (88 Minutos, 2007), un thriller de suspenso protagonizado por Al Pacino, Alicia Witt, Leelee Sobieski y William Forsythe, y la consideré como una oportunidad desperdiciada para lo que con un poco más de trabajo pudo haber sido una gran película, y por desgracia ésa es la misma sensación que me quedó luego de ver Righteous Kill.

"Turk" Cowan (DeNiro) y "Rooster" Fisk (Pacino) son dos veteranos detectives de homicidios de la ciudad de Nueva York. Han trabajado como pareja por más de dos décadas y son de los oficiales más respetados en su precinto, pero ahora enfrentan un caso difícil, pues un asesino serial está matando criminales que lograron evitar la cárcel, y todo apunta a que el responsable de los homicidios es un policía.

Cuando los detectives Perez (John Leguizamo) y Riley (Donnie Wahlberg) se unen a la investigación, Cowan se ve de pronto convertido en uno de los principales sospechosos debido a su historial de carácter violento y explosivo, lo que genera un ambiente de tensión entre los cuatro detectives, así como con su superior inmediato (Brian Dennehy) y Karen Corelli (Carla Gugino), la investigadora forense asignada al caso y quien además es la amante de Cowan.

La historia está bien construida y hace una sólida labor al desarrollar al mismo tiempo la trama y los personajes, pero por desgracia el ritmo narrativo de la película es bastante irregular, siendo demasiado lento por momentos y cambiando bruscamente el paso, con un par de momentos en que incluso da la impresión de que algunas escenas fueron agregadas de último momento durante el proceso de edición.

El guión es obra de Russell Gewirtz, quien sorprendió hace un par de años con su trabajo en Inside Man, y la historia es bastante buena pese a la irregular dirección. Los inesperados giros argumentales dejan al espectador con la sensación de que, con otro director, Righteous Kill pudo convertirse en un clásico del género policíaco, pero no fue así. Recomendada sólo para los fans del género o de alguno de los protagonistas.

Por cierto, hay un detalle curioso sobre esta tercera ocasión en que comparten créditos Pacino y DeNiro: la primera vez (The Godfather Part II - El Padrino II), ambos interpretaban a mafiosos; la segunda (Heat - Fuego contra Fuego) Pacino daba vida a un policía y DeNiro a un ladrón; y ahora, ambos son policías. Tal vez la próxima vez algún director tenga la visión de utilizarlos en un género diferente.

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