Clint Eastwood es una de las figuras más reconocidas del cine norteamericano desde hace varias décadas. Como actor representa (quizá solo igualado por Steve McQueen) el prototipo del hombre rudo a quien no le importa ser considerado como el héroe o el "bueno" de la historia, en gran parte gracias a su trabajo en papeles tan icónicos como Harry El Sucio o El Hombre Sin Nombre, y si eso no bastara para asegurarle un lugar en la historia del cine occidental, en los últimos veinte años se ha convertido en uno de los directores más sólidos de Hollywood. Changeling es una de las dos películas que completó y estrenó, al menos en Estados Unidos, durante el 2008.
Basada en un caso real pero poco conocido, Changeling (El Sustituto) cuenta la historia de Christine Collins (Angelina Jolie), una madre soltera cuyo hijo desapareció una tarde de marzo de 1928 mientras ella estaba en el trabajo. Tras varios meses de desesperación y angustia, la policía de Los Angeles le informa que han localizado a Walter, su hijo, pero al acudir a la estación de trenes para recogerlo, Christine se encuentra con un niño a quien no conoce.
Presionada por la policía, Christine acepta al niño en su casa mientras se aclara la situación, pero al paso de los días se convence de que el niño en cuestión no es su hijo. Pese a sus protestas, la policía de Los Angeles se rehúsa a retomar la búsqueda, alegando que no pueden buscar a alguien que ya encontraron.
Lo que sigue es una impactante lucha de una mujer contra el sistema en busca de justicia, de su derecho a saber la verdad sobre el paradero de su hijo. Christine recibe el apoyo del Reverendo Gustav Briegleb (John Malkovich), un predicador y activista social que dedica parte de sus esfuerzos a través de un programa de radio a exponer y denunciar la corrupción e incompetencia de la policía, y quien ve en ella un perfecto ejemplo del ciudadano común cuyos derechos son ignorados y pisoteados sin miramientos por las autoridades.
Por consejo suyo Christine busca los testimonios de los maestros y médicos de Walter para demostrar ante una corte que el niño que le fue entregado por la policía no es su hijo, pero al hacer una declaración pública ante la prensa Christine desata la ira del LAPD (Departamento de Policía de Los Angeles) y su libertad se ve amenazada.
Joseph Michael Strackzynski es famoso por su trabajo como creador y coescritor de las series Babylon 5 y Crusade, y por su labor de guionista de cómics y novelas gráficas como Rising Stars, Midnight Nation y The Amazing Spider-Man, pero su habilidad y talento funcionan para contar una historia más tradicional. Se interesó por la historia luego de que un conocido le dio acceso a expedientes del LAPD programados para ser destruidos, entre los que se encontraban documentos de la investigación de una serie de homicidios tangencialmente relacionados con la desaparición de Walter Collins.
Años de investigación lo llevaron a completar en sólo once días un primer borrador del guion, mismo que de inmediato atrajo la atención de Ron Howard, quien no lo podía filmar por cuestión de fechas y compromisos previos, pero decidió producirlo y se lo ofreció a Eastwood, que aceptó dirigirlo.
La historia es un melodrama bastante tradicional en la forma de ser contado, lo que se entiende por tratarse de un caso verídico. Straczynski tomó muchos de los diálogos directamente de transcripciones de documentos oficiales y su respeto por la historia se manifiesta en la mesura a la hora de dramatizar algunas situaciones.
La dirección de Eastwood es firme y balanceada, y el trabajo de fotografía y ambientación para recrear la ciudad de Los Angeles de principios de los 1930 es digna de mención. Las actuaciones del elenco tanto principal como secundario, con participaciones sobresalientes de Colm Feore, Jeffrey Donovan y Amy Ryan, se conjuntan con los elementos antes mencionados para lograr una muy buena película sin demasiadas pretensiones. Muy recomendable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario