El nuevo recurso no renovable del Siglo XXI y que según muchas personas es más valioso que el oro no es ni el petróleo, ni la Bolsa, ni el dinero, sino el Tiempo. Las personas del nuevo siglo viven cada vez con más prisa, con más cosas que hacer y por lo tanto, con menos tiempo. ¿Qué quiere decir esto en realidad?
Supongo que antes de la Revolución Industrial el tiempo era algo despreciable: el Mundo entonces era muy pequeño o demasiado grande para preocuparse por él. En muchos sentidos la Humanidad de esa época era en mucho como los Hobbits de Tolkien: llevaban una vida campirana con pocas preocupaciones excepto asegurar la comida y la vivienda. Que el resto del Mundo se las arregle como pueda. Saber leer o escribir no era considerado en estas poblaciones un mérito excepcional, en contraste a saber utilizar el arado y la yunta.
La tecnología dio al traste con este esquema de vida. De pronto el Mundo se volvió un lugar muy estrecho con muchas -¡demasiadas!- personas en él quienes fieles al espíritu del naciente capitalismo empezaron a migrar a las ciudades para estudiar y ganar más con menos trabajo físico (o esa era la idea). No digo que esto haya sido malo: el principal objetivo la tecnología es aliviar a las personas del trabajo físico o repetitivo para que poder enfocar sus energías en tareas más constructivas. El efecto colateral de esta competencia fue que para poder mantener el ritmo de vida había que hacer más cosas. Y el día sigue teniendo solo 24 horas.
Más tarde la globalización hará del planeta un lugar más chico todavia en términos sociales y económicos, y pondrá en competencia directa a culturas y regiones aisladas históricamente unas de otras por la distancia y la geografía. El teléfono, los celulares, los beepers, Internet y el correo electrónico nos permiten estar conectados en una especie de quinta dimensión donde la distancia o el tiempo son asuntos triviales, aunque generando nuevos problemas sociales como el multitasking, o el síndrome de querer hacer demasiadas cosas al mismo tiempo. De nuevo, el factor tiempo.
¿Qué es el tiempo? Wikipedia lo define como "una dimensión conceptual o medio donde ocurre el cambio, ya sea por observación empírica o conceptualizado a través de análisis abstracto, descrito en la física como un aspecto de direccionalidad dentro de un continuo de espacio-tiempo". En otras palabras, el tiempo es una forma de medida para llevar el registro del cambio de un estado a otro. Sin embargo, y muy humildemente (u-uh!), no estoy de acuerdo. Para explicarlo haré una analogía con otra unidad de medida: el peso.
El peso es una unidad utilizada para conocer la cantidad de materia en un objeto. Sin embargo, el peso depende de la gravedad: el mismo objeto tiene pesos diferentes en entornos diferentes. En la Luna pesará mucho menos de lo que pesa en la Tierra, pero pesará mucho más en Júpiter o Saturno. Esto se debe a que el peso es una unidad de medida subjetiva que en realidad se refiere al efecto de la gravedad sobre un objeto, en lugar de referirse a su masa, que siempre es la misma sin importar el lugar del Universo donde se coloque.
Algo similar ocurre con el Tiempo. La teoría general de la relatividad dice que el tiempo es relativo al observador: entre más rápido se mueva, notará que el tiempo transcurre de forma más lenta que en un estado de reposo. Si imaginamos un objeto hipotético que no sufriera ningún cambio en sus tres dimensiones entonces no experimentaría el paso del tiempo, por lo que podemos descartar al tiempo como una dimensión alterna. En temperaturas cercanas al cero absoluto las reacciones químicas son más lentas y la electricidad viaja más rápido, lo que nos da una idea de lo inestable que es el tiempo en diferentes entornos.
Como deciamos antes, el tiempo es una abstracción humana para describir el cambio, pero añadiré que es relativa al observador y por lo tanto subjetiva y tal vez hasta falaz. El mismo Einstein dijo: "la realidad es solo una ilusión muy persistente".
Definitivamente el tiempo pasa de forma diferente para cada persona a lo largo de su vida: parece detenerse cuando estamos dormimos o inconscientes, ir muy rápido cuando nos divertimos o muy lento en los momentos de angustia. El registro del tiempo depende también de la memoria, que es una característica humana terriblemente falible y que puede eliminar siglos de historia con solo sacarlos de sus registros como si nunca hubieran pasado. Dos personas pueden estar juntas y experimentar el momento en tiempos y formas muy diferentes.
Por supuesto, el mundo no se detiene cuando cerramos los ojos, y el cambio, más lento o más rápido, siempre estará presente en nuestras vidas sin importar como lo midamos. O tal vez todo esto sea una justificación muy elaborada de mi parte para seguir llegando tarde a todos lados. Por supuesto, también esta apreciación es relativa al observador. ;-)
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