Ya he escrito antes en un par de ocasiones acerca del trabajo de Robert A. Heinlein, y mencioné que algunos de sus trabajos comparten personajes, razón por la que se les considera parte de sagas más grandes aun si no hay una clara continuidad entre sus historias, y The Number of the Beast (El Número de la Bestia) es una novela que cae en esa categoría.
El postulado era que servía como una especie de manual para escribir ciencia ficción, con ejemplos de cómo hacerlo mal y referencias para hacerlo bien. Sobra decir que tras leer ese texto me dieron ganas de volver a leer el libro, y la oportunidad se presentó al hallar en una librería de viejo una maltratada edición de bolsillo. (Por cierto, si les interesa leer el texto que menciono, el sitio de la Heinlein Society lo tiene disponible en inglés. Si les interesa, puedo traducirlo y ponerlo por aquí.)
Debo reconocer que, pese a que las supuestas virtudes como manual para escribir ciencia ficción están presentes en el libro, no me parece que sea un aspecto tan marcado como se pudiera pensar luego de leer aquel texto de David Potter. Lo que sí es evidente es que Heinlein utilizó The Number of the Beast para burlarse un poco tanto de las convenciones del género como de algunas de sus figuras más prominentes, incluido él mismo, claro.
El libro tiene cuatro personajes principales: Zebadiah "Zeb" John Carter; su esposa, Dejah Thoris "Deety" Burroughs Carter; Jacob Burroughs, padre de Deety; e Hilda Corners, esposa de Jacob.
Luego de un intento de homicidio en su contra, los cuatro huyen a bordo de la nave/auto deportivo de Zeb, mismo que está equipado con una computadora de navegación llamada Gay Deceiver, nombre que extienden a la nave misma.
Tras una rápida parada en casa de los Burroughs el cuarteto decide que no están a salvo en ningún lugar. A fin de seguir huyendo, instalan un invento de Jacob que les permite viajar entre dimensiones o en el tiempo. El título del libro hace referencia a la cantidad de realidades paralelas que se pueden encontrar gracias al artefacto de Jacob, el cual se puede desplazar en tres dimensiones espaciales y tres temporales, dando por resultado un número demasiado largo para listar pero matemáticamente representado como (66)6.
La verdad es que The Number of the Beast es una lectura muy divertida y sin muchas pretensiones, pues su narrativa se enfoca en las aventuras de sus personajes sin preocuparse demasiado por el desarrollo o construcción de los mismos.
Por otro lado, si lo que buscan es un libro más profundo o que ofrezca algo más allá de unas cuantas horas de entretenimiento, podemos asumir que se trata de un libro muy pretencioso si aceptamos la teoría de Porter y lo estudiamos como un manual para escritores de ciencia ficción. Sea como sea, creo que puede resultar una lectura interesante siguiendo cualquiera de las dos aproximaciones.
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