martes, 3 de febrero de 2009

Benjamin Button, de F. Scott Fitzgerald

Pensaba leer la historia antes de ver la película, pero nunca hallé el tiempo para ello. The Curious Case of Benjamin Button se publicó en la revista Colliers en 1921, y un par de años más tarde apareció en la colección de cuentos de F. Scott Fitzgerald titulada Tales of the Jazz Age, en el apartado de "Fantasías".

Tales of the Jazz Age está en el dominio publico, así que legalmente lo pueden descargar en varios formatos desde el Proyecto Gutenberg, o bien leer los once capítulos de la historia en Wikisource, parte de Wikimedia que alberga contenido libre de copyright.

También hay una bonita versión en PDF sólo de The Curious Case of Benjamin Button, diseñada y curada por Jonathan McNicol en su sitio Never Mind That Now, la cual pueden descargar ahí capítulo a capítulo. (Y ahora que reviso el enlace veo que también está disponible como app para iPhone o iPod Touch, para quien le interese).

Por supuesto que aún es posible adquirir una tradicional versión impresa en papel, para aquellos que como yo aún prefieran cargar físicamente sus lecturas para llevarlas a cualquier parte. La versión más popular aún en prensa es la de Penguin Classics, aparecida bajo el título de The Curious Case of Benjamin Button and Other Jazz Age Stories.

No he podido encontrar en línea una versión en español de la historia, aunque Juanjo me proporcionó un enlace a una traducción de la historia. Una rápida búsqueda en sitios web de varias librerías resultó infructuosa, así que ignoro que tan difícil sea hacerse con una copia impresa en español.

Supongo que para el lector de habla hispana el único referente de la obra de Fitzgerald es su aclamada novela The Great Gatsby (El Gran Gatsby), único libro suyo que pude encontrar en español. Pero me estoy desviando del tema. The Curious Case... es una historia demasiado larga para considerarla un cuento, pero imagino que es más cercana a una noveleta que a una novela corta.

La versión que leí la obtuve de un texto sin formato que acomodé en 21 cuartillas con letra de 12 puntos (aún no había visto la versión de McNicol) si les sirve como referencia.

Ya había leído The Great Gatsby, así que tenía una idea de que esperar de la prosa de Fitzgerald, pero me tomó un poco por sorpresa que la historia esté narrada en un tono similar al de una fábula, con cierto toque de humor negro que esconde una crítica social que nunca llega a manifestarse del todo. La otra sorpresa fue descubrir lo mucho que difiere la historia contada en la película de la original.

Otra época, otro lugar, otra serie de acontecimientos y hasta personajes de soporte completamente diferentes. Y sin embargo el espíritu de la historia como exploración del ser y de la trascendencia del individuo dentro del gran esquema de las cosas está ahí, diferente en ambos casos pero a la vez íntimamente relacionado y explorado con resultados similares.

En el libro, Benjamin Button nace en 1860. Su vida es diferente desde su nacimiento, pues contrario a las costumbres de la época, los señores Button decidieron que su hijo viera la luz en un hospital. Benjamín no sólo nació con la apariencia de un anciano de setenta años de edad, sino también el tamaño de un hombre mayor, y pocas horas después de nacer podía hablar y demandar alimentos, no leche. Su angustiado padre lo obligó a rasurarse, teñirse el pelo y jugar como un niño normal, esperando que nadie notase que no era así.

Lamentablemente para él, Benjamin disfruta más de fumar los habanos de su padre, leer pasajes de la Enciclopedia Británica e incluso conversar con su abuelo, con quien vecinos y amigos creen tiene un gran parecido. Al cumplir 20 años, y con aspecto de 50, Benjamin conoce a una mujer de su edad de quien se enamora y quien accede a casarse con él porque los hombres mayores son más considerados y tienen mejor idea de como tratar a una dama que los hombres más jóvenes.

Su matrimonio va bien hasta que, al pasar los años, Benjamin deja de sentir atracción por su esposa, y víctima del aburrimiento se enrola en el ejército para participar en la guerra con España, de la que vuelve herido y condecorado, pero sólo para ver como su matrimonio se sigue deteriorando.

Una vez que su esposa decide mudarse a Europa, Benjamin se inscribe en la Universidad, donde se convierte en una sensación atlética como parte del equipo de fútbol americano, al menos hasta su tercer año, cuando su cuerpo empieza a ser demasiado pequeño y frágil para seguir compitiendo con los jóvenes de 21 o 22 años que están alcanzando la madurez física.

En distintas etapas de su vida Benjamin ha sido confundido con su abuelo, su padre y su hijo, y lo deprime pensar que pronto se verá como su propio nieto. Es puesto bajo el cuidado de una nana y su vida llega al final de forma irremediable, sin recuerdos de nada previo al presente inmediato. Se trata de una lectura ágil y rápida, y resulta muy recomendable. Aunque hubiera sido ideal leer la historia antes de ver la película, les aseguro que la diferencia entre ambas es tan grande, que pueden disfrutar ambas por separado sin ningún problema.

La producción de la película tiene un historial tan largo y curioso que es digno de mencionar. Ray Stark compró los derechos en los 1970 y desarrolló el proyecto en varias versiones hasta su muerte en 2003 sin llegar a verla producida. Los intentos más serios se dieron a partir de la década pasada, cuando por primera vez se buscó autorización para filmar en Baltimore, ciudad donde transcurre la historia original. En 1998 Ron Howard iba a dirigir a John Travolta con guion de Robin Swicord. En 2000 Jim Taylor escribió otro que iba a dirigir Spike Jonze, y más tarde Charlie Kaufman lo reescribió.

Para 2003 ya había un guion de Eric Roth que habría de dirigir Gary Ross, pero en 2004 lo reemplazó David Fincher. Al año siguiente se aseguró la participación de Brad Pitt y Cate Blanchett y Fincher acordó filmar consecutivamente Zodiac y Benjamin Button, mudando ésta última a Nueva Orleans para aprovechar los incentivos económicos que ofrecía el estado de Lousiana. Se rumora que en algún momento Steven Spielberg estuvo ligado como director del proyecto, pero no encontré ninguna referencia al respecto.

Encontré curiosa la elección de Brad Pitt para el papel principal, pues productores y directores parecen convencidos de que es "demasiado bonito" para ser un buen actor. Robert Redford recibía las mismas críticas en los 60 y 70, y siempre he creído que existe cierto parecido físico entre ambos. Al ver la versión digitalmente envejecida de Pitt no pude evitar pensar en Redford y su apariencia reciente.

Esto resulta en otra coincidencia en sus carreras, pues Redford fue el protagonista de la otra gran producción cinematográfica basada en The Great Gatsby, una obra de F. Scott Fitzgerald, en 1974.

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