Quantum of Solace es la continuación de Casino Royale, el exitoso reboot de la franquicia de James Bond de hace un par de años de mano del director Martin Campbell y el actor Daniel Craig. Y cuando digo continuación es en el sentido literal de la palabra, pues por primera vez en los más de treinta años y veintidós películas que conforman la historia del agente 007, una de sus películas es secuela directa de la anterior.
En esta ocasión dirige Marc Foster, con los actores Daniel Craig, Judi Dench y Roberto Gianini retomando sus partes de la cinta anterior, y acompañados por Olga Kurylenko y Matthieu Amalric.
Bond sigue tras la pista de la misteriosa organización Quantum, que está detrás de la muerte de Vesper y de un atentado contra la vida de M. En su búsqueda de los líderes de la misteriosa organización, Bond recluta la asistencia de una ex-agente de la inteligencia boliviana (Kurylenko) quien se encuentra a su vez en una cruzada personal de venganza.
La trama es más compleja y a la vez más plana que la de Casino Royale, pero es notorio que el director, acostumbrado a dirigir dramas (Finding Neverland, Monster Ball, Stranger than Fiction) se encontraba lejos de su zona de confort y confianza, pues nunca logra equilibrar el desarrollo de la historia con la construcción de personajes y las secuencias de acción, siendo éstas últimas las que finalmente determinan el tono y rumbo de la película.
Y eso no tiene nada de malo, sobre todo en una película del 007, pero se trata de un notorio paso atrás en relación al excelente trabajo de Campbell en Casino Royale.
Daniel Craig ha hecho suyo el rol de Bond de forma tan implacable como el personaje mismo. Frío y calculador pero dejando asomar los sentimientos que esconde bajo su coraza de espía y asesino al servicio de Su Majestad, Craig interpreta la versión más humana y llena de matices del icónico personaje que hayamos visto.
La sobriedad y presencia que Judi Dench otorga al personaje de M, cabeza del MI-6, se convierte en un excelente contrapunto para el impredecible Bond, y queda claro que la franquicia se verá enormemente beneficiada si puede mantener involucrados a este par de talentosos intérpretes británicos.
Olga Kurylenko demuestra que, sin ser una gran actriz, es más que una cara bonita, e interpreta a una chica Bond diferente a las que habíamos visto hasta ahora (sobre todo porque nunca comparte el lecho de Bond) permitiendo olvidar su acartonada participación de hace algunos meses en Hitman: Agent 47.
Algo que me molesta bastante de algunas de las críticas negativas que he leído y escuchado sobre la película es la evidente ignorancia que existe respecto al origen literario del personaje, incluso entre quienes se dicen fans.
Escuchar a un "experto" en cine decir que el mayor problema de la película es no estar basada en ninguna de las novelas de Ian Fleming es bastante ridículo si consideramos que difícilmente se puede decir que alguna de las películas clásicas de Bond esté basada en una de las novelas, de donde usualmente sólo toman el título y los nombres para algunos personajes.
También hay quienes critican el título y dicen que ya se les acabaron las ideas y están inventando sinsentidos, ignorantes del hecho de que Quantum of Solace es el título de una historia corta que pueden hallar en las páginas de For Your Eyes Only.
O que tal aquellos que se quejan del cambio en la receta del martini de Bond, pese a que la receta mencionada tanto en Casino Royale como en Quantum es la que Fleming escribió en las páginas de la primera:
Three measures of Gordon's, one of vodka, half a measure of Kina Lillet. Shake it very well until it's ice-cold, then add a large thin slice of lemon peel.
es decir,
Tres porciones de Gordon, una de vodka, y media de Kina Lillet. Agitar vigorosamente hasta que esté helado y agregar una rodaja de limón delgada y grande.
El Kina Lillet ya no existe, y suele ser reemplazado con Lillet Blanc, pero pueden usar cualquier vermouth seco para resultados aproximados. En cuanto al Gordon, pueden cambiarlo por algún otro ginebra más fuerte, como el Tanqueray, pues el Gordon cambió hace años de 94 a 80° Gay-Lussac, alterando marcadamente su sabor.
La receta fue inventada por el propio Fleming, quien la atribuye a Bond en la novela.
Se supone que esta bebida, llamada Vesper Martini o simplemente Vesper, debe servirse en una copa de champagne, que es más grande que la que se usa tradicionalmente para un martini.
En conclusión, pese a sus muchos defectos y a no ser tan buena, Quantum of Solace es una digna secuela de Casino Royale, y complementa adecuadamente esra reinvención del personaje para el siglo XXI. Ahora el reto será hallar historias dignas de contar y directores adecuados para llevarlas a la pantalla, pues a pesar de sus tres décadas y media de carrera, este agente secreto aún tiene cuerda para rato.
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