miércoles, 5 de febrero de 2020

The Turning (Presencias del Mal), de Floria Sigismondi

La directora canadiense Floria Sigismondi fue la responsable de llevar a la pantalla la más reciente adaptación de la clásica historia de Henry James, The Turn of the Screw (Otra vuelta de tuerca), con un guion de Carey y Chad Hayes. Con el título de The Turning, la cinta cuenta con las actuaciones de Mackenzie Davis, Finn Wolfhard y Brooklynn Prince.


Kate Mandell (Davis) es una maestra de escuela que renuncia a su trabajo tras recibir una oferta para convertirse en la institutriz de Flora Fairchild (Prince), una niña huérfana que vive en una enorme y solitaria casa de campo con la única compañía de la Sra. Grose, el ama de llaves de la familia, quien le informa que su predecesora, la Srita. Jessel, se fue sin dar explicaciones, y que Flora es un caso especial que requiere muchos cuidados, pues un año atrás presenció la muerte de sus padres.

La primera noche en la casa, al explorar una parte de la casa que Flora no le quiso mostrar, Kate se lleva un susto al toparse con Miles (Wolfhard), el hermano de Flora, quien volvió sin previo aviso del internado en el que estudia. Los niños son en apariencia muy agradables, pero Kate encuentra difícil poder relacionarse con ellos, además de que no puede sacudirse la sensación de que hay algo oculto en la casa, y poco a poco se convence de que ésta alberga fantasmas y que esa fue la razón de la desaparición de la institutriz anterior.


En términos generales, la película sigue la premisa básica del relato de James, y la explora con la misma ambigüedad acerca de la naturaleza de las visiones de Kate, pero me parece que insiste demasiado en el tema de presentar evidencia contradictoria sobre lo que realmente sucede en la mansión Fairchild. Esta repetitividad, combinada con el ritmo semilento elegido para crear una atmósfera de misterio y suspenso, termina por dejar al espectador con la sensación de que la película es más larga, y hay una parte hacia la mitad en que se vuelve un tanto tediosa.

Las actuaciones de Davis y ambos niños son bastante sobresalientes, y la dirección hace un gran trabajo en construir un ambiente opresivo y siniestro utilzando la enorme casa que sirve como escenario para la cinta, pero por alguna razón las cosas no terminan de cuajar y la película se siente como una buena idea que en algún momento se descarriló, y donde el final de la historia original es ambiguo y ha causado controversia, el de la película se vuelve más bien confuso, y lamentablemente esa es la impresión final que la audiencia tiene de la película.


Ignoro si hubo presiones de tiempo en la realización de la película, pues en sólo un par de años hubo demasiados cambios en el proyecto. El guion de los Hayes atrajo la atención de Steven Spielberg, que lo llevó a Amblin, y tras algunos problemas para hallar un director, se designó a Juan Carlos Fresnadillo, quien llevó a otro guionista para retrabajar la historia. Tras algunas diferencias con los productores, Fresnadillo dejó el proyecto y Sigismondi asumió el control del proyecto, retomando el guion original.

En resumen, The Turning es una película elegante y estilizada, pero un mal manejo de la ambigüedad evita que funcione mejor como película de horror, que es lo que la audiencia espera luego de los tráilers y material promocional. A fin de cuentas el resultado es tan disparejo que difícilmente algún espectador resultará satisfecho, sin importar las expectativas que haya tenido acerca de esta cinta.

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