martes, 11 de febrero de 2020

Bombshell (Escándalo), de Jay Roach

Un tema que ha acaparado noticias en el último par de años es el de la ventilación de casos de acoso sexual en distintos medios, destacando la atención mediática generada en la industria del entretenimiento, y Bombshell (Escándalo) es la primera película de Hollywood que aborda el tema. Escrita por Charles Randolph y dirigida por Jay Roach, la cinta es protagonizada por Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie, mientras que John Lithgow, Kate McKinnon, Connie Britton y Malcolm McDowell participan en papeles de soporte.

La historia sigue el sonado caso de Megyn Kelly (Theron) y Gretchen Carlson (Kidman), presentadoras de noticias de Fox News que en 2016 se vieron envueltas en el escándalo de denuncias de acoso sexual en contra de Roger Ailes (Lithgow), cabeza del canal, quien eventualmente fue removido de su cargo junto con el presentador Bill O'Reilly. Con una combinación de hechos y dramatización, incluyendo la creación del personaje de Kayla Pospisil (Robbie) para ejemplificar algunos incidentes.

Kelly fue protagonista de un altercado mediático con Donald Trump durante la campaña republicana previa a las elecciones de 2016, en tanto que Carlson fue despedida por manifestarse públicamente a favor de la prohibición de la venta de armas de asalto, tema considerado tabú por la popular cadena de noticias. Como resultado, Carlson decidió denunciar a Ailes por el acoso sufrido años atrás, con la esperanza de que otras mujeres alzaran la voz para apuntalar su caso.

Aunque Jay Roach es mayormente conocido por su trabajo como director de comedias, entre las que destacan la trilogía de Austin Powers y Meet the Parents, también ha dirigido algunos dramas políticos para HBO, además de la comedia política The Campaign, y aunque no deja de resultar curioso que se le eligiera para encabezar este proyecto, me parece que hace un trabajo bastante bueno y evita que la película tome tintes de documental de denuncia.

Dado lo delicado del tema tratado, la forma de abordarlo era importante, y aunque es muy probable que muchos de los involucrados no sean de la misma opinión, me parece que la cinta hace un muy buen trabajo al presentar un recuento de lo ocurrido de una forma clara, que probablemente resulte de utilidad para quienes tienen curiosidad acerca de lo que pasó en Fox News durante este peculiar escándalo, y lo hace de una forma que no se convierte en un linchamiento público (aunque algunos crean que eso es lo que se necesitaba) pero que, sobre todo, evita revictimizar a las mujeres involucradas.

En contra, se puede argumentar que la historia no profundiza lo suficiente en lo sucedido ni aborda el tema de la falta de responsabilidad de todos aquellos que sabían lo que pasaba y nunca dijeron nada, y más aún de aquellos que estaban en posición de hacer algo al respecto y no lo hicieron, pero me parece que sería irreal creer que una sola película podría abarcar todo eso.

Otro punto a destacar son las actuaciones, pues Theron, Kidman y Robbie se sumergen por completo en sus roles y los interpretan con aplomo y seguridad, retratando a algunas de las mujeres que vivieron el escándalo, mientras ue Lithgow, con ayuda de muchos prostéticos, desaparece por completo al interpretar al polémico ex-director de Fox News, y todos ellos rodeados por un sólido elenco de reparto que se beneficia de la elección de tomas que parecen ser más de TV que de cine, y de una u otra forma favorecen el desempeño colectivo del elenco.

También me queda la impresión de que algo que muchos parecen estar pasando de largo, es la fuerte carga de crítica social, pues más allá de exponer y denunciar algunas de las prácticas sexistas y abusivas en el mundo de la televisión estadounidense, me parece que otro tema importante es el del papel de los medios como herramienta promocional, capaz de vender lo que sea o a quien sea, y la disposición de la gente a vender su integridad, su persona, sus ideales, o la verdad.

En resumen, Bombshell es una muy buena película con grandes actuaciones que, además de exponer un problema persistente en la sociedad contemporánea más allá del mundo de la televisión, invita a reflexionar sobre la clase de cosas que toleramos y, sobre todo, el desmedido valor que le damos a cuestiones superficiales. Absolutamente recomendada.

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