sábado, 15 de febrero de 2020

Reina de Corazones (Dronningen - Queen of Hearts)

El cine nórdico llega a cuentagotas a nuestro país, pero por lo mismo, lo que llega suele ser material de primer nivel, y ése es el caso de Dronningen (Queen of Hearts - Reina de Corazones), película dirigida por May el-Toukhy y protagonizada por Trine Dyrholm, Gustav Lindh y Magnus Krepper, la cual fue elegida por Dinamarca para competir por el Oscar a Mejor Película Internacional, aunque no obtuvo una nominación.

La historia sigue a una familia danesa de clase media alta, formada por Anne (Dyrholm), una exitosa abogada que se especializa en lidiar con casos de violación y maltrato a menores, su marido Peter (Krepper), un respetado y exitoso médico cirujano, y sus dos hijas gemelas. Peter estuvo casado anteriormente con otra mujer, quien ahora vive en Estocolmo con su hijo Gustav (Lindh), un problemático adolescente de diecisiete años que no deja de meterse en problemas.

Ahora el joven se mudará con su padre, con la esperanza de que el cambio de entorno lo ayude a mejorar su conducta. Al principio la relación entre Gustav y el resto de la familia es muy complicada, pues a pesar de que él se lleva muy bien con sus dos medias hermanas, choca demasiado con su padre y no logra abrirse con Anne, quien al principio está un poco renuente a tenerlo en casa. Sin embargo, al paso de los días su actitud cambia, y durante un viaje de Peter, Anne entra a la habitación de Gustav y lo seduce, iniciando una apasionada relación que amenaza con destruir a su familia.

La película es descrita como un drama erótico, y me parece una descripción adecuada, pues a pesar de que el enfoque de la cinta es el conflicto emocional causado en los protagonistas por el ilícito romance, aderezado por la tensa relación entre padre e hijo, las escenas de los encuentros sexuales entre Anne y Gustav son presentadas con una fuerte carga de sensualidad e incluso escenas explícitas, algo que rara vez ocurre en el cine comercial americano con el que estamos más familiarizados y que podría resultar incómodo para algunos espectadores.

Las actuaciones me parecen bastante sobresalientes, sobre todo en el caso de Trine Dyrholm, quien es el eje principal en el complicado triángulo amoroso y se encuentra en la situación más compleja, pues su situación entra en conflicto directo con su trabajo, además de que su infatuación con Gustav no sólo pone en riesgo a su matrimonio, sino que amenaza con destruir la relación entre sus hijas y su medio hermano.

La película se desarrolla a un ritmo semilento pero no en exceso, sobre todo porque dedica bastante tiempo a dar profundidad a los personajes y explorar sus relaciones y personalidades, usando su entorno, amistades, hobbies y ocupaciones para dotarlos de una profundidad que añade realismo a los elementos dramáticos de la historia.

En resumen, Dronningen es una interesante opción para ver, sobre todo para quienes buscan alternativas tanto al cine comercial hecho en Hollywood como al de nuestro país, a los que estamos acostumbrados. Recomendada, aunque con algunas reservas.

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