A unas horas de que termine este año, es buen momento para reflexionar un poco acerca de los pasados doce meses. Nunca me ha parecido del todo correcto hablar de si fue un buen año o un mal año, porque usualmente están lleno de altibajos. Estos "ciclos" son artificiales, creados alrededor de un calendario que no debiera tener mayor significancia, pero que de todos modos puede servir para evaluar avances y desarrollos personales o profesionales.
En mi caso personal, en 2018 hubo ajustes laborales, problemas de salud, nuevas amistades, y una que otra decepción en mis relaciones con otras personas. Comicverso, proyecto de sitio web y podcast dedicado a los cómics en el que colaboré por siete años, llegó a su fin. Problemas de salud me hicieron alejarme de La Covacha Radio desde agosto pasado, aunque aún colaboro de forma regular con el sitio web.
Mis problemas de visión venían de más atrás, pero este año llegaron al punto de requerir una intervención quirúrgica tras más de año y medio de tratamientos láser. Tres cirugías después, realizadas entre agosto y octubre, el problema aún está en proceso de resolución, pero con un poco de suerte habrá avances significativos en las primeras semanas de 2019, lo que me permitiría retomar con normalidad la gran mayoría de mis actividades.
La traducción de cómics, una de mis actividades favoritas, se vio afectada, pues agosto iba a ser un mes ocupado y debido a la convalecencia de la primera cirugía varias de mis asignaciones fueron encomendadas a alguien más, alterando calendarios y dejándome con un mínimo de trabajo que en algún momento me llevó a considerar la idea de mandar todo al carajo y buscar algo más a qué dedicar esas horas de mi tiempo de forma productiva.
Revivir este blog se convirtió en algo terapéutico, y no sé que hubiera pasado de no hacerlo. No hay planes sobre qué haré con este espacio, pero tampoco es como si fuese algo que pueda monetizar y por ello requiera planeación. Simplemente escribo de lo que se me antoja o sobre lo que pasa en mi cabeza, o compartiendo cosas que me gustan.
Ya que resulta incómodo salir a la calle o tratar de llevar una vida social resulta incómodo, paso demasiado tiempo en casa, así que además de poner algo de orden en mis cosas (aunque nunca el suficiente) empecé otra vez a escribir. Dado que mi interés está mayormente en la narrativa gráfica, se trata mayormente de ideas a realizar en cómic, con el inconveniente de que no soy ni de cerca un dibujante lo suficientemente competente como para realizarlos por mi cuenta, así que dependo de hallar artistas interesados y una forma de publicarlos, pues hacerlos y guardarlos tampoco serviría de nada.
Hace unas semanas pasé por momentos complicados, algo que quizá muchos dirían tenía toda la pinta de tratarse de una depresión, y como parte de eso me aislé un poco en redes sociales, rompiendo contacto con dos artistas que parecían estar interesados en que hiciéramos algo juntos. Sé que les debo una disculpa, pero también que debo resolver algunas cosas antes de intentar retomar las cosas en donde iban.
Por otro lado, la situación de mis cirugías me permitió confirmar que tengo a los mejores amigos del mundo, pues la gran mayoría se han mantenido al pendiente de mi estado de salud, pidiendo actualizaciones o simplemente escribiendo para preguntar cómo estoy, y eso es algo que no tienen idea de lo mucho que ayuda. No tengo palabras para agradecer sus gestos de empatía y afecto, así que espero que sepan lo mucho que en verdad los quiero.
Una manifestación pública de ese apoyo se dio en agosto, cuando se organizó una venta de material ñoño para apoyarme con los gastos médicos, misma que se dio de forma paralela a una venta en línea realizada mayormente por mi hermano, y a una serie de donaciones recibidas de amigos y desconocidos por igual. Los gastos siguen, y el pasado 15 de diciembre se realizó una segunda venta, con mucha menor promoción y menor asistencia, pero que agradezco del mismo modo. ¿Así como quieren que no piense que tengo a los mejores amigos en el mundo?
2019 empezará con la esperanza de finalmente dejar atrás los problemas de la vista, con la intención de cuidar mejor mi salud y ponerme a trabajar con más empeño en las cosas que me gustan y pasar más tiempo con la gente que aprecio. Hay muchas cosas que me gustaría que cambiaran, pero la mayoría están fuera de mi control, así que no pienso desgastarme pensando demasiado en ellas y trataré de enfocar mi energía y esfuerzo en aquellas sobre las que sí puedo hacer algo.
No me resta más que agradecer a todos aquellos que de una u otra manera han sido parte de mi vida en el ciclo que hoy termina y esperar que el que está por iniciar nos trate bien a todos, que seamos capaces de sacarle el mejor provecho y podamos hacer cosas nuevas, interesantes o divertidas. ¡Salud, y un próspero e interesante 2019 para todos!
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