Al arrancar 2014 apareció un curioso cómic publicado por Image llamado Deadly Class. Sus creadores, Rick Remender y Wes Craig, eran mayormente conocidos por su trabajo para las dos grandes editoriales de cómic de superhéroes, sobre todo Remender, quien tuvo un aclamado paso por Marvel y quien ya tenía varios títulos de su propia creación en el mercado.
La premisa de la serie no es muy complicada: En San Francisco, California, a finales de los 80, hay una escuela secreta para asesinos llamada King's Dominion, y Marcus, un joven huérfano nicaragüense, es su más nuevo alumno, quien intentará sobrevivir en el tóxico ambiente de la letal institución mientras lidia además con todos los problemas propios de la adolescencia y con los secretos de su pasado que parecen perseguirlo irremediablemente.
Hace un par de años escribí un breve texto en el que repasaba el primer volumen del cómic, compuesto por los primeros seis números de la serie, y si les interesa pueden leerlo en La Covacha (Debo hacer el apunte de que tengo el gusto de traducir esta serie para su edición mexicana, publicada por Panini Cómics México en entregas cuasi-semestrales, y que actualmente tiene disponibles cuatro volúmenes de los siete que a la fecha existen en su idioma original).
La serie se sigue publicando hasta la fecha, y hace varios meses se anunció que el canal de televisión SyFy había adquirido los derechos para realizar una serie de TV basada en ella, producida y supervisada por los hermanos Russo, famosos por su trabajo en la franquicia cinematográfica de Marvel Studios y a estrenarse a inicios de 2019. El propio Remender co-escribió el episodio piloto, y es consultor de la serie, cuya fecha de estreno en Estados Unidos es el próximo 16 de enero.
La sorpresa fue que el pasado viernes SyFy demostró la enorme confianza que le tiene a la serie, pues liberó a través de YouTube el episodio piloto. El video tiene restricciones geográficas, así que hay que recurrir a un VPN o buscar formas alternativas para verlo fuera de los Estados Unidos. (Actualización 03/01/19: La serie llegará a América Latina a través de FX a partir del 17 de enero, y el piloto ya está disponible en la app de Fox Plax) Vi el episodio el pasado fin de semana, y debo decir que aunque mis expectativas eran altas, el resultado no sólo fue satisfactorio, sino que logró sorprenderme un poco.
Marcus vive en las calles y la policía lo busca por razones no explicadas. Saya, una chica oriental, lo vigila desde las sombras, y junto con otros chicos de aproximadamente la misma edad, lo ayuda a evadir a las autoridades y lo lleva con un enigmático personaje que le ofrece una salida, un lugar en su escuela, una institución que, según dice, es ideal para personas como él. El joven huérfano declina el ofrecimiento y se va, pero su vida es un callejón sin salida, y un nuevo encuentro con Saya lo convence de que no tiene nada que perder y acepta enrolarse en la escuela de asesinos.
Marcus se siente atraído por Saya a la vez que parece ser motivo de obsesión para María, una chica de ascendencia mexicana y ex-novia de Chico, líder de la pandilla hispana. Billy es un punk bastante amigable que introduce a Marcus a las dinámicas de poder en la escuela y le explica la forma en que funcionan las pandillas. Willie es líder de los pandilleros de color, y aunque parece receloso de Marcus pronto se vuelve cercano a él.
El casting fue impresionante, pues sin necesidad de que los personajes se vean idénticos a sus contrapartes del cómic, es muy fácil identificarlos con ellos. Benjamin Wadsworth (Marcus Lopez Arguello), Lana Condor (Saya), María Gabriela de Faría (Maria), Luke Tennie (Willie) y Liam James (Billy) componen el grupo principal de estudiantes alrededor de quienes gira la historia principal. Michel Duval (Chico), Taylor Hickson (Petra, una chica gótica), Siobhan Williams (Brandy, líder de los racistas sureños), Sean Depner (Viktor, hijo de un asesino de la KGB) y Jack Gillett (Lex, un relajado anarquista) completan el elenco adolescente de la serie.
Habría que destacar el trabajo de Benedict Wong, quien interpreta al Maestro Lin, director de King's Dominion, y la breve pero cumplidora aparición de Henry Rollins como el profesor de la clase de venenos, quienes complementan a la perfección al joven elenco. En el caso de Benedict Wong, resulta espeluznante ver la facilidad con que logra dar a su personaje ese aire de callada amenaza que lo caracteriza desde su versión en cómic, sin que la gran diferencia física entre una y otra versión se convierta en un tema de importancia.
En términos generales la adaptación es bastante fiel al cómic pero sin seguirlo línea por línea, lo que se agradece, pues abre la puerta a adiciones que sin duda enriquecerán la historia. Visualmente la serie tiene momentos un tanto oscuros, lo que contrasta con la brillante paleta de color usada en el cómic pero que le sienta muy bien al tono de la historia. Quizás lo que más me sorprendió en este primer episodio fue el uso de secuencias animadas, en las cuales se usó el trabajo de Craig como base, algo que pudo romper con todo si no lo hubieran manejado de forma correcta.
Mención aparte merece la música, que temáticamente es una parte muy importante del cómic y aquí se usa para crear una inequívoca ambientación ochentera que ayuda además a dar cierta identidad a algunos de los personajes. El episodio cumple con todo lo que se puede esperar de un episodio: introduce a los personajes principales, sus locaciones principales y el conflicto central del protagonista, y lo hace de una forma interesante, planteando interrogantes y dándole tiempo y espacio a algunos personajes secundarios, sembrando las semillas de los conflictos que vendrán más adelante.
En resumen, se trata de un gran inicio para una serie que podría convertirse en una de las grandes sorpresas de 2019. Ahora la parte difícil será esperar al estreno oficial de la serie y después al largo proceso que suele haber antes de que se decida de qué forma llegará a México. Sólo resta armarse de paciencia.
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