Arturo Pérez-Reverte se ha convertido en unos cuantos años en uno de los escritores más populares y respetados de la literatura hispanoamericana. Tras una larga carrera como periodista, Pérez-Reverte decidió probar suerte con la ficción, y obras como La Tabla de Flandes, El Club Dumas y La Reina del Sur han ayudado a posicionarlo como un referente de la literatura ibérica contemporánea.
Combinando un gusto por la investigación histórica con su talento para contar historias inteligentes y entretenidas, Pérez-Reverte es también el creador de uno de los personajes más entrañables de la literatura contemporánea: el Capitán Alatriste.
A la fecha ha publicado seis volúmenes de las aventuras del personaje y se supone que tiene planeados al menos tres tomos más. Desde hace algunos años, luego de leer La Tabla de Flandes, tenía la intención de leer las aventuras de este personaje, pero fue hasta hace unas semanas que pude ponerle las manos encima al primer volumen, titulado simplemente El Capitán Alatriste.
Diego Alatriste y Tenorio es un soldado de los tercios de Flandes, quien sumido en la pobreza y al vivir en una época difícil en Madrid se ve obligado a alquilar su espada al mejor postor. A pesar de su difícil situación económica, Alatriste acepta recibir a su cargo a Iñigo Balboa, el hijo adolescente de un viejo compañero de armas recientemente fallecido.
El libro está narrado por Iñigo a manera de una memoria, escribiendo sobre sus recuerdos de los años que vivió junto al noble espadachín. Alatriste es contratado junto con otro mercenario para despachar a un par de viajeros ingleses, pero la misión sale mal y Alatriste termina salvando las vidas de sus otrora blancos.
Ese acto de conciencia le ganará a Alatriste la enemistad de algunos personajes poderosos e influyentes, como el secretario del Rey o el Rector de la Inquisición, así como la enemistad del otro presunto asesino, Gualterio Malatesta.
Alatriste siempre está rodeado de amigos, quienes frecuentemente comparten con él la mesa a la hora de la comida para hablar de toda clase de cosas, desde la lastimosa situación de una España que apenas unos años atrás vivía un periodo de gloria y esplendor.
Entre sus amigos destaca la figura del famoso poeta Francisco de Quevedo, quien pronto se convierte en uno de los personajes más entrañables de la historia por su retorcido sentido del humor y la facilidad con la que en toda situación decide que tal vez la pluma no siempre es el mejor sustituto para la espada.
La historia está narrada en un estilo simple y dinámico, pero no por eso deja de aderezar las diferentes situaciones que atraviesan sus personajes con toda clase de datos históricos o retratando costumbres y modas de la época, desde los gustos dramáticos y literarios hasta las más arraigadas costumbres de la sociedad madrileña del siglo XVII.
Originalmente Pérez-Reverte concibió la historia como una forma de introducir a su hija a la historia del Siglo de Oro español a través de una historia de espada y aventura al estilo de Los Tres Mosqueteros. La joven Carlota realizó la mayor parte de la investigación bibliográfica e histórica para la novela y aportó su juvenil visión para retratar la forma en que Iñigo Balboa veía y vivía el mundo del Capitán como un adolescente entre adultos.
Carlota recibe crédito como co-autora del libro sólo en esta primera novela, pues en los volúmenes subsecuentes su padre firma solo. El éxito de las novelas ha sido tal que pronto se vieron adaptaciones a cómic para niños, novelas gráficas, ediciones ilustradas y, más recientemente, una película protagonizada por Viggo Mortensen.
He de confesar que aún no veo la película, pues preferí postergar su vista para después de haber leído los libros, aunque los comentarios que he escuchado son poco halagadores. Parece que ambientación, vestuarios y diseño de producción son impecables, pero la historia no se traslada del todo bien. Supongo que eso resulta comprensible tomando en cuenta que en vez de adaptar una de las novelas, estudio y director optaron por adaptar en una sola película el contenido de los primeros cinco tomos de las aventuras del Capitán, lo que seguramente afectó el flujo de la historia.
En todo caso, y volviendo al libro, se trata de una lectura muy amena y entretenida, al estilo que Pérez-Reverte acostumbra. Espero en las próximas semanas poder hacerme con copias del resto de los tomos para proseguir con la lectura de las aventuras de este singular espadachín.
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