viernes, 26 de septiembre de 2008

25 años del Día que el mundo casi acabó

El nombre de Stanislav Yevgrafovich Petrov puede no sonarle conocido a nadie, aunque existe mucha gente que considera que es uno de los héroes más grandes de la historia de la humanidad.

¿Qué fue lo que hizo para que se tenga esa percepción de él? En sus propias palabras, NADA. Antes de explicar los hechos del 26 de septiembre de 1983, algunos antecedentes.

Desde la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de los Estados Unidos, las relaciones entre ese país y la Unión Soviética se deterioraban cada vez más rápido y la Guerra Fría empezaba a tomar tintes de alcanzar un punto sin retorno. La madrugada del 1° de septiembre, el vuelo 007 de Korean Air fue derribado por la fuerza aérea soviética luego de invadir el espacio aéreo soviético sobre la península de Kamchatka. Al parecer el avión fue confundido con un avión espía norteamericano RC-135, los cuales eran usados frecuentemente en incursiones sobre las costas soviéticas.

El vuelo 007 llevaba 240 pasajeros y 29 miembros de la tripulación, y no hubo sobrevivientes. Entre los pasajeros había más de ochenta ciudadanos norteamericanos, incluyendo un congresista. El ataque fue duramente criticado por la comunidad internacional y el Presidente Reagan lo condenó con particular severidad, ordenando la revocación de los permisos de Aeroflot, la línea aérea soviética, para operar en aeropuertos y espacio aéreo norteamericanos.

El gobierno soviético temía una represalía y los preparativos del ejercicio militar Able Archer 83 que la OTAN realizaría en territorio europeo los primeros días de noviembre despertaban sus sospechas sobre un posible ataque directo, lo que los llevó a poner sus defensas en alerta total, además de ordenar a todos sus agentes y espías en occidente estar preparados para el eventual estallido de la guerra. Esa era la situación del mundo la madrugada del 26 de septiembre de 1983, cuando el teniente coronel Stanislav Petrov, oficial a cargo de operaciones en el bunker Serpukhov-15, a las afueras de Moscú, se encontraba de servicio y tuvo su momento en la historia.

Entre sus responsabilidades, Petrov debía monitorear la red de alerta temprana satelital soviética y reportar a sus superiores cualquier amenaza contra la Unión Soviética.

La doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada (conocida como MAD por sus siglas en inglés) dictaba que en caso de detectar un lanzamiento de misiles contra ellos, debía lanzar de inmediato un contraataque en contra de los Estados Unidos. A las 0:40 hora local, las computadoras del bunker indicaron que un misil norteamericano se encontraba en camino hacia la Unión Soviética.

Por tratarse de un solo proyectil, Petrov lo descartó como una falsa alarma. Minutos más tarde, las computadoras indicaron la presencia de cuatro misiles más en el aire. Petrov meditó un poco al respecto y decidió que no podía tratarse de un ataque real. Según algunos testigos exclamó "no se inicia una guerra nuclear usando solo cinco misiles".

Las investigaciones posteriores indican que fue el reflejo del sol sobre las nubes lo que causó la alarma satelital. Los reportes varían sobre si presentó un reporte indicando la falsa alarma o no, y se tiene poca información al respecto porque todo el incidente se mantuvo en secreto hasta 1998, cuando uno de los oficiales presentes en el bunker esa noche relató los hechos en un libro.

Petrov no fue castigado ni promovido por sus acciones (o la falta de ellas), pero su carrera militar fue congelada. Su decisión puso en evidencia las deficiencias del sistema satelital de vigilancia e hizo ver mal a mucho de sus superiores. Se le acusó de manejar de forma incorrecta documentos oficiales, fue transferido a otra instalación, y se le mantuvo lejos de cualquier posición de mando. Víctima de un colapso nervioso, Petrov optó por retirarse anticipadamente y a la fecha vive humildemente en el pueblo de Fryazino con su pensión de ex-militar, que equivale a unos 200 dólares mensuales.

En mayo del 2004 la Asociación de Ciudadanos del Mundo, con sede en San Francisco, California, otorgó a Petrov el World Citizen Award, que consiste en un trofeo y mil dólares. En 2006 Petrov visitó los Estados Unidos por primera vez y recibió un homenaje en la sede de las Naciones Unidas, donde la mencionada Asociación le entregó un segundo premio. También se entrevistó con el periodista Walter Cronkite, y los detalles de su visita junto con la entrevista serán parte de un documental titulado The Man Who saved the World (El Hombre que Salvó al Mundo), mismo que se espera sea estrenado en las próximas semanas.

Existe otro documental llamado The Red Button and the Man Who Saved the World (El Botón Rojo y El Hombre que Salvó al Mundo) el cual puede verse en su versión flash en el sitio de LogIn Productions (en inglés y sin subtítulos). También pueden hallar una vasta recopilación de artículos y entrevistas (en inglés) además de varias fotos, en el sitio homenaje dedicado a Petrov en Brightstar Sound.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario