En inglés existe una frase que dice "Beauty is in the eye of the beholder", que se podría traducir como "La belleza está en los ojos del espectador", pero siempre ha existido la posibilidad de alterar dicha frase a "Beauty is in the eye of the beer-holder", o lo que es lo mismo, "La belleza está en los ojos del que tiene la cerveza".

Pero ahora han ido aún más allá. Investigadores de la Universidad de Manchester han llegado a la conclusión de que, si bien es cierto que la cantidad de alcohol ingerido es importante, existen otros factores que pueden determinar si se presenta el efecto "anteojos de cerveza". El resultado de este nuevo estudio puede expresarse con la siguiente ecuación:
An = Unidades de alcohol consumido
S = Cantidad de humo en la habitación (en escala de 0 a 10, 0 siendo aire limpio, 10 extremadamente sucio)
L = Iluminación (candelas por metro cuadrado; 1 es oscuridad absoluta; 150 la iluminación normal de una habitación)
Vo = Agudeza visual (6/6 normal; 6/12 mínimo requerido para obtener una licencia de manejo)
d = distancia a la "persona de interés" (de 0.5 a 3 metros)

Así que ya saben, si están en una reunión y no tienen intenciones de volverse abstemios, asegurense de no quedarse donde haya mucho humo, de tener buena iluminación, y de acercarse un poco antes de hacer cualquier movimiento del que pudieran después arrepentirse.
O bien, pueden olvidarse de todo lo anterior, divertirse como si fuera... 2099? y asegurarse de tener un teléfono y un e-mail alterno por si es necesario hacer una migración de emergencia a la mañana siguiente. No podrán decir que no les advertí.