Si me conocen o visitan a menudo este blog, deben saber que tengo algunas aficiones que a primera vista podrían ser contradictorias, pues además de los cómics, el horror y la ciencia ficción, disfruto mucho del cine de acción, las comedias románticas, la ficción criminal y la comedia oscura. Supongo que quizás no son cosas tan dispares si existe al menos una película que integra esos elementos en su trama. Se trata de Grosse Pointe Blank (Tiro al Blanco), una oscura comedia romántica sobre criminales estrenada en 1997.
Esta divertida película fue dirigida por George Armitage, un frecuente colaborador de Roger Corman a quien quizá algunos ubiquen también por The Big Bounce (La Trampa, 2004) y cuenta con las actuaciones de John Cusack, Minnie Driver, Alan Arkin, Dan Aykroyd, Joan Cusack y Jeremy Piven. El guion fue un esfuerzo conjunto de Tom Jankiewicz, D.V. DeVincentis, Steve Pink y el mismo John Cusack. La cinta se estrenó en abril de 1997 y además de recibir críticas positivas, fue un moderado éxito de taquilla.
El protagonista de la película es Martin Blank (John Cusack), un asesino a sueldo que empieza a tener dudas sobre su vocación. Desde hace un tiempo acude a ver al Dr. Oatman (Arkin), un terapeuta que, desde que descubrió a qué se dedicaba, no tiene deseos de tenerlo como paciente, pero no se atreve a hacer nada para que deje de visitarlo. Además, Martin está más estresado que de costumbre, en buena medida debido a la insistencia de Grocer (Aykroyd), otro asesino, de que se una al sindicato que está organizando.
Su incomodidad es tan evidente que su asistente Marcella (Joan Cusack, hermana del protagonista), intenta convencerlo de asistir a la reunión de ex alumnos de su vieja preparatoria. Aunque no da detalles, es claro que algo de aquel periodo de su vida incomoda a Martin, por lo que no le entusiasma la idea de volver a Grosse Point, el pequeño pueblo cerca de Detroit donde se crió. Pero el destino parece conspirar para que vuelva, pues debe realizar un trabajo en la región el mismo fin de semana de la reunión.
Pronto nos enteramos de que Martin dejó el pueblo justo el día de su baile de graduación, cuando dejó plantada a su entonces novia, Debi (Driver). Al volver al pueblo descubre que ahora ella es locutora y DJ en la estación de radio local, y decide visitarla, lo que crea una situación incómoda. Mientras Martin y Debi tratan de resolver sus asuntos pendientes, Grocer pone a un asesino y un par de agentes federales tras los pasos de Martin. ¿Podrá éste sobrevivir y poner en orden su vida antes de pensar en un futuro con su antigua chica?
La película es una mordaz sátira social que critica el condicionamiento moderno a tener éxito a cualquier precio. No en balde tenemos toda clase de metáforas que son una variación de "mataría por tener esto o lograr aquello", lo que resulta en una serie de divertidas escenas en que Martin responde con honestidad cada que le preguntan a qué se dedica pero nadie lo toma en serio, y algunos incluso bromean sobre que se trata de una atrevida elección pero una loable labor en una profesión bastante lucrativa.
Cusack interpreta a un monstruo, alguien amoral que a pesar de que desea dejar atrás su actual ocupación, no siente remordimiento alguno por nada de lo que ha hecho a lo largo de varios años. Sí, es un personaje agradable y carismático, pero la historia nos ha enseñado que esa es una característica compartida por mucha gente que hizo cosas reprobables. Al ponerlo en el centro de una trama que gira alrededor de las convenciones de una comedia romántica, los realizadores de la película abren una amplia variedad de posibilidades narrativas.
Ese marco les permite crear una historia que critica y ataca los muchos aspectos del supuesto ideal del estilo de vida americano: éxito, dinero, la familia y un hogar. A lo largo de la historia Martin recuerda las muchas formas en que la escuela y la sociedad primero y el ejército más adelante, lo entrenaron para convertirse en un exitoso y amoral asesino a quien nunca han preocupado las consideraciones éticas y quien ni siquiera busca redimirse, pues en realidad sólo busca dar vuelta a la página en busca de una nueva forma de satisfacción personal.
Y creo que justo esa capacidad de hacernos simpatizar con Martin a pesar de todo, es el mayor acto de subversión de la película. Sí, claro, es un asesino que no se tienta el corazón para matar a nadie, pero es obvio que siente algo por Debi, es bueno con los bebés, parece la clase de amigo con quien podrías sentarte a beber una cerveza, y tiene la paciencia para hablar racionalmente con un impertinente borracho buscapleitos. Y deberíamos estar conscientes de que nada de eso cambia el hecho de que Martin es un tóxico producto de nuestra sociedad.
El espíritu subversivo y antisistema de la película se ve reflejado también en su música. Además de una excelente selección de éxitos ochenteros de new wave, punk rock y ska, además de piezas de inicios de los noventa, la banda sonora original es obra de Joe Strummer, miembro fundador de The Clash. Con música de bandas como Faith No More, Violent Femmes, Echo & the Bunnymen, The Specials, The Jam, Siouxsie and the Banshees, The Cure, Motörhead, The Clash y David Bowie & Queen, es evidente que se trata de un soundtrack memorable.
Mención aparte merecen las actuaciones. Además del gran carisma y química que despliegan Cusack y Driver, el elenco de reparto hace una gran labor sin importar que tan pequeñas sean sus partes. Aykroyd crea a un personaje tan divertido como amenazante, Arkin es excelente como el aterrado psiquiatra ("¿Por qué no pruebas no matar a nadie por unos días y ves como te sientes?"), Joan Cusack devora sus escenas, e incluso Hank Azaria y Jenna Elfman tienen momentos memorables pese a su poco tiempo en pantalla.
Grosse Pointe Blank es una inteligente película que balancea tantos elementos que resulta difícil describirla de un modo que le haga justicia. Se trata de una comedia de acción con elementos de thriller criminal, pero su peso dramático y la mayor parte del humor adoptan la forma de una simple comedia romántica con una reunión escolar como fondo. Aunque puede que "simple" no sea el mejor adjetivo para una comedia que incluye peleas a muerte en los pasillos de la escuela durante la reunión de ex alumnos.
Empresarios dedicados al inusual negocio de matar, un asesino en busca de algo más en su vida, una mujer a la espera de una resolución a los pendientes de su pasado, agentes federales que trabajan en las sombras, y una serie de fortuitos encuentros en un pequeño pueblo que ejemplifica el sueño americano (¿mencioné que la casa donde Martin creció cedió su lugar a una tienda de conveniencia?) son algunos de los elementos de esta inusual pero entretenida comedia que además de un buen rato ofrece una invitación a reflexionar sobre nuestra sociedad.
Grosse Pointe Blank es una película que siempre me pone de buen humor y por ello suelo revisitarla cada cierto tiempo. Por desgracia no está disponible en ninguna de las plataformas digitales en México, así que la mejor opción para verla es comprar un DVD o Bluray de importación o recurrir a medios alternativos. Cualquiera que sea la opción que elijan, les garantizo que vale la pena buscarla, si lo hacen, no se van a arrepentir.
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