miércoles, 19 de enero de 2022

What Happened to Monday (¿Qué le pasó a Lunes?, 2017)

La comedia de horror Død Snø (Zombies nazis, 2009), abrió las puertas de Hollywood al director noruego Tommy Wirkola, quien tras dirigir Hansel & Gretel: Witch Hunters (Hansel y Gretel: Cazadores de brujas, 2013) volvió a Noruega para realizar Død Snø 2 (2014). Sus dos producciones más recientes fueron distribuidas por Netflix, y ya comenté la segunda, I Onde Dager (El Viaje, 2021), así que toca turno a What Happened to Monday (¿Qué le Pasó a Lunes?, 2017).

En algunos países este thriller de acción y ciencia ficción distópica escrito por Max Botkin y Kerry Williamson se conoce como Seven Sisters (Siete Hermanas), lo que resulta curioso si consideramos que en su versión original la historia tenía un protagonista masculino. Wirkola convenció a la productora Raffaella De Laurentiis de dar el papel a una mujer y propuso a Noomi Rapace, actriz con la que desde hacía años quería trabajar. Su idea fue bien recibida, y el elenco se redondeó con las adiciones de Glenn Close, Willem Dafoe y Marwan Kenzari. Aunque la película se estrenó en cines de Europa y Asia, al resto del mundo llegó a través de Netflix en agosto de 2017.

La historia transcurre en un futuro distópico en que, como respuesta a la sobrepoblación y la resultante escasez de recursos, los gobiernos aprobaron leyes que limitan a cada hogar a tener sólo un hijo. Aun así, sobre todo en barrios pobres, algunas familias tienen en secreto más de un hijo y hacen lo posible por evadir la detección por parte de las autoridades. Una mujer da a luz a septillizas, pero muere en el parto, dejando a Terrence Settman (Dafoe), el abuelo de las niñas, a cargo de criarlas y ocultarlas.

Cada niña recibe como nombre el de cada día de la semana, y al alcanzar la edad para asistir a la escuela, Settman replica los brazaletes usados para control de la población y las niñas alternen sus salidas según el día que llevan por nombre. Cada noche hay una reunión para compartir con sus hermanas las experiencias del día. Un par de décadas más tarde, ya sin su abuelo, las siete hermanas (interpretadas por Rapace) mantienen la misma pantalla bajo la identidad de Karen Settman, ejecutiva en un importante banco.

Un día, en vísperas de recibir un importante ascenso en el trabajo, Lunes no vuelve a casa. A pesar del riesgo, Martes sale al día siguiente con intención de averiguar qué pasó con su hermana, pero lo único que descubre es que su hermana les ha ocultado cosas y después es detenida. Las otras cinco hermanas están desesperadas, pero también confundidas. Si su secreto fue descubierto, ¿por qué no ha habido un operativo para capturarlas a todas? ¿Y qué relación tiene esto con la campaña de Nicole Cayman (Close), la mujer responsable del programa de limitar hijos?

En términos generales la trama es muy simple y sigue muchos tropos comunes en la ciencia ficción distópica: un gobierno represor que limita los derechos de la población en nombre del bien mayor, políticos ambiciosos que usan los recursos a su alcance para beneficio propio, e individuos que enfrentan al sistema aun si todo está en su contra. Wirkola y sus guionistas desperdician la oportunidad de explorar más a fondo su premisa o redondear la construcción de mundo y se centran sólo en el misterio de la desaparición de Lunes.

La idea de siete mujeres idénticas pero distintas personalidades ofrece a Rapace la oportunidad de desplegar su rango actoral al mostrar los distintos manerismos de las siete hermanas, y aunque la trama de la película ofrece posibilidades mucho más limitadas que, por ejemplo, Orphan Black, serie que dio oportunidad a Tatiana Maslany de hacer algo similar al interpretar a varios clones, la talentosa actriz sueca es la mayor fortaleza de una película que, pese a ser bastante entretenida, no deja de sentirse como una oportunidad desperdiciada.

La construcción de mundo es muy básica. Cincuenta años en el futuro no bastan para que el mundo sea drásticamente diferente, así que se siente como una versión diurna y más limpia del futuro mostrado en Blade Runner. Los mayores avances tecnológicos que vemos son los brazaletes, que son como avanzados smartwatches con herramientas de comunicación y que almacenan información de cada persona. La policía porta armas con controles biométricos, así que es imposible desarmarlos y usarlas en su contra, y las cerraduras con escáner de retina son la norma.

A falta de una historia más compleja o escenas que ayuden a dar profundidad a los personajes o su mundo, Wirkola y compañía ofrecen una variedad de entretenidas y bien realizadas secuencias de acción distribuidas de manera constante a lo largo de las dos horas que dura la cinta, pero en general se siente como si al completar el guion no hubieran estado seguros de con qué llenar los espacios entre una pelea o persecución y la siguiente, lo que resulta en más de una aburrida escena dedicada a diálogos expositivos.

Dafoe y Close interpretan roles importantes en la historia, pero tienen poco tiempo en pantalla. Kenzari ofrece una sólida actuación con uno de los personajes más interesantes de la película, pero sin mucho peso específico, así que quien debe cargar con la película es Rapace, que realiza una balanceada labor y cumple por igual con los despliegues de habilidad física o con los momentos dramáticos en que, a base de manerismos y expresiones faciales, da vida a personajes que a menudo incluso comparten la pantalla. 

What Happened to Monday es una sólida y entretenida película de ciencia ficción llena de acción, pero pudo haberse beneficiado de trabajar mejor los elementos de intriga y thriller para lograr un producto más balanceado. A pesar de ello, el buen trabajo con la parte de acción y la sólida labor interpretativa de Rapace y compañía, se trata de una interesante propuesta para cualquier aficionado a la ciencia ficción. Pese a sus fallas y limitaciones, se trata de una recomendable opción de entretenimiento en el catálogo de Netflix.

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