El pasado domingo se llevaron a cabo las finales de conferencia de la NFL, con Los Angeles Rams y los New Orleans Saints disputándose el título en la Conferencia Nacional y los New England Patriots enfrentando a los Kansas City Chiefs para definir al campeón de la conferencia americana.
Probablemente se trataba de los cuatro mejores equipos de la liga, y se esperaba que fueran juegos muy disputados, sobre todo considerando que ambos enfrentamientos se dieron también en la temporada regular, y los duelos de revancha suelen ser particularmente intrigantes debido a los ajustes y cambios que realizan los equipos usando el conocimiento previo de sus rivales.
Los Saints volvían a recibir a los Rams, que llegaban con Todd Gurley, su corredor estrella, resentido de una lesión. El juego empezó bien para los locales, que parecían mover el balón a placer. Lamentablemente para su causa, tras llegar dos veces a zona roja (una de ellas gracias a una intercepción) sólo lograron anotar 6 puntos. Fue hasta su tercera aparición en zona de definición que lograron anotar un touchdown para incrementar su ventaja a 13-0. Antes de finalizar el primer cuarto los Rams lograron un gol de campo, y un touchdown en el segundo cuarto puso el marcador 13-10 al medio tiempo.
Para el segundo medio hubo ajustes de ambos equipos y el juego se volvió mucho más cerrado y dramático. Intercambio de touchdowns en el tercer cuarto y duelo de goles de campo en el cuarto llevó a un empate a 20 con menos de cinco minutos en el reloj. Nueva Orleans marchó con eficiencia y pronto se encontró dentro de la yarda 20 de Los Angeles. Con minuto y medio por jugar, en tercera oportunidad Drew Brees lanzó un pase a la banda que le hubiera dado el primero y diez a su equipo, con cuatro oportunidades para anotar desde dentro de la yarda 5 y acabarse el reloj. El pase fue incompleto.
El problema es que hubo interferencia de pase en la jugada, y no se marcó. Nickell Roby-Coleman arrolló al receptor de los Saints antes de que llegara el balón, impidiendo que completase su trayectoria. La infracción fue obvia para todo mundo, excepto para el oficial que debía marcarla. Como resultado de no haber marcado el castigo, Nueva Orleans tuvo que conformarse con un gol de campo, además de que dejó más de minuto y medio en el reloj. Los Rams lograron mover el balón para que Greg Zuerlein conectara el gol de campo que empató el juego y lo envió a tiempo extra.
En la prórroga los locales ganaron el volado, pero en tercera oportunidad Drew Brees fue golpeado al lanzar y fue interceptado cerca de medio campo. Los Rams avanzaron menos de quince yardas, pero eso fue suficiente para ponerse dentro del rango de Zuerlein, quien conectó un gol de campo de 57 yardas para ganar el partido y enviar a los Rams al Super Bowl. Legatron tiene ahora el récord para el gol de campo más largo en un juego de campeonato.
En el otro partido, los Pats visitaban el estadio más ruidoso de la liga y llegaban en el papel de víctimas, pero aparentemente nadie se los informó. O quizás sí, y ésa fue su principal motivación. Un demoledor ataque terrestre y una asfixiante defensiva fueron el sello de un primer medio en que los pupilos de Bill Belichick borraron del campo a sus rivales, permitiendo sólo 32 yardas de ofensiva. Lamentablemente una intercepción en la zona de anotación impidió que ese dominio se viera mejor reflejado en el marcador y al medio tiempo la pizarra indicaba 14-0 a favor de los visitantes.
El tercer cuarto terminó con marcador de 17-7, pero en el cuarto Mahomes y compañía lograron despertar, apoyados por un par de grandes jugadas defensivas, incluyendo una segunda intercepción a Brady, tras la cual vino un touchdown de Kansas que en ese momento les daba la ventaja con marcador de 21-17. Un intercambio de touchdowns hizo que alternasen la ventaja. Con menos de un minuto en el reloj, Nueva Inglaterra se fue arriba 31-28, pero Kansas avanzó lo suficiente para que su pateador empatara el juego y lo mandara a la prórroga.
Para mala fortuna de los locales, los Pats ganaron el volado, y con su característica sangre fría Tom Brady orquestó un ataque que implacablemente se internó en territorio rival y en menos de cinco minutos concluyó con un acarreo de dos yardas de Rex Burkhead para anotar y poner fin al encuentro con marcador final de 37-31 y mandar a los Pats a otro Super Bowl, donde Brady tendrá una nueva oportunidad de convertirse en el primer jugador en ganar seis campeonatos.
Es la primera vez que las dos finales de conferencia se van a tiempo extra, por lo que las expectativas para el Super Bowl son altas. ¿Podrán Patriots y Rams dar otro espectáculo igual de dramático? Imposible saberlo. Pese a su juventud, Sean McVay es uno de los entrenadores más creativos que ha visto la liga, y será interesante ver como le va en la partida estratégica ante el experimentado Belichick. Lo que es un hecho es que Nueva Inglaterra le ha sacado el máximo provecho a no ser favoritos, pues lo están usando como motivación, a grado tal que el domingo ni siquiera hubo una celebración. El mensaje es claro: no han terminado de callar bocas, y sólo hasta conquistar el título podrán tomarse un respiro y celebrar.
O, por lo menos, ése es el plan. Habrá que esperar a la noche del 3 de febrero para ver si lo consiguen, aunque en lo personal me inclino a pensar que así será. La experiencia cuenta, y ningún equipo explota de forma tan efectiva la juventud e inexperiencia de sus rivales. ¿Será que un título baste para que Tom Brady decida retirarse, o pase lo que pase seguirá adelante con su plan de jugar hasta los 45 años de edad? Ya veremos.
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