Sigo con mi recuento de 2018, y pasamos a un tema muy importante para mí, tanto personal como profesionalmente: los cómics.
Igual que al hablar de películas o series de TV, vale la pena repetir que no soy crítico profesional. Aclarado eso, tengo más de 35 años leyendo cómics, y vivo y trabajo rodeado de este medio, por lo que juzgo lo que leo basado en mi entendimiento del mismo, siempre cuidando de dejar espacio para divertirme y no tomarme las cosas tan en serio.
Antes que otra cosa, quiero decir que me emociona mucho ver la forma en que el medio se ha expandido en los últimos años, tendencia que siguió en 2018. No sé si se pueda hablar de un crecimiento como tal, pero creo que pocas veces se habían dado tantos esfuerzos por expandir la base de lectores, dejando que los títulos de superhéroes de las dos grandes, importantes a su manera, pasen a segundo plano.
Algunas editoriales más modestas ofrecen material innovador e interesante, y siguen creciendo. Ése es el caso de Aftershock Comics, Black Mask Studios, Vault Comics y Lion Forge Comics, entre otras, que abarcan toda clase de géneros y apelan a lectores de distintas edades e intereses. 2018 vio también nacer nuevas iniciativas, como Ahoy Comics, que con un puñado de títulos realizados por experimentados autores empieza a generar atención.
Está también el caso de TKO, que llega con un enfoque inusual para atacar el mercado, pues todos sus lanzamientos se realizan de forma simultánea en formatos de cómic suelto, tomo recopilatorio y edición digital, con tanta confianza en su producto que ofrece leer sus números 1 de forma gratuita en su sitio web. Entre las iniciativas digitales habría que mencionar el impulso que se dio a Comixology Originals (por acá hay un repaso de algunos de sus lanzamientos) o la agresiva campaña de Line Webtoons (también escribí un poco al respecto en La Covacha) para atraer lectores de cómics tradicionales a su plataforma, una de las más amigables para nuevos lectores.
Puede sonar agresivo, pero creo que son pasos en la dirección correcta, pues en vez de tratar de hacer eventos que generen interés (dinámica que sigue apelando al mismo mercado cautivo de siempre), buscan de forma activa atraer nuevos lectores de entre los millones de personas que no tienen interés en visitar una tienda de cómics. El desgastado mercado directo es un callejón sin salida y ofrecer alternativas para descubrir historias es una decisión inteligente.
2018 vio como voces más jóvenes cuyo trabajo se ha convertido en garantía de calidad empezaron a ganar relevancia. Gente como Matthew Rosenberg, Alex de Campi, Christopher Sebela, Delilah S. Dawson, Ed Brisson, Magdalene Visaggio, Ales Kot, Kelly Thompson, Donny Cates, y Vita Ayala, entre otros escritores, han combinado trabajo de su propiedad con notables aportaciones a las mitologías de Marvel, DC, Valiant y otras. Al mismo tiempo, los secretos mejor guardados de Marvel y DC, Al Ewing y Peter J. Tomasi, respectivamente, siguen ofreciendo material de altísima calidad, aunque siguen recibiendo poca atención de la mayoría de los lectores.
En cuanto a la escena nacional, lo más destacable es el continua esfuerzo que editoriales como Océano y Sexto Piso están haciendo por incluir más trabajo obra de mexicanos entre sus publicaciones. La idea de ver obra nueva publicada de forma regular sin necesidad de que sigan mediando concursos me hace pensar que aún hay esperanza de que la "escena" pueda volver a ser "industria". Y hablando de concursos, también habría que mencionar a Pixelatl, que aunque tiene un enfoque más dirigido a la animación, lleva ya varios años difundiendo a muchos autores de esta nueva generación de creadores de cómic.
En cuanto a la escena nacional, lo más destacable es el continua esfuerzo que editoriales como Océano y Sexto Piso están haciendo por incluir más trabajo obra de mexicanos entre sus publicaciones. La idea de ver obra nueva publicada de forma regular sin necesidad de que sigan mediando concursos me hace pensar que aún hay esperanza de que la "escena" pueda volver a ser "industria". Y hablando de concursos, también habría que mencionar a Pixelatl, que aunque tiene un enfoque más dirigido a la animación, lleva ya varios años difundiendo a muchos autores de esta nueva generación de creadores de cómic.
Supongo que muchos esperaban ver que mi recuento fuera una lista de "Los XX mejores cómics del año", pero eso nunca ha sido del todo de mi agrado, aunque entiendo su atractivo, incluso como recomendaciones. Por eso, al igual que hice con las películas, haré un rápido listado de algunas de mis lecturas favoritas del año, sin un orden en particular y divididas en segmentos. Atentos al siguiente post, con mis cómics favoritos del 2018 de entre lo publicado por Marvel y DC.
El Hulk de Al Ewing me esta gustando mucho , la verdad no conocia su trabajo.
ResponderBorrarAh, pues de entrada te recomendaría buscar sus Ultimates, que son fabulosos. En general todo lo que ha hecho para Marvel ha sido por lo menos interesante. Yo he estado tratando de cazar su trabajo más viejo, lo de la 2000 AD.
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