El pasado sábado UCF celebró su evento denominado UFC Fight Night 143, también conocido como UFC Brooklyn o UFC ESPN+ 1, esto último debido a que fue el primer evento dentro del nuevo trato de televisión de la compañía, que cambió de Fox a ESPN para sus transmisiones regulares.
Para su primer evento de 2019, la promoción ofreció una pelea de campeón contra campeón, con Henry Cejudo, monarca de peso mosca, defendiendo su cinturón ante T.J. Dillashaw, el campeón de peso gallo que buscaría convertirse en el más reciente doble campeón de UFC.
Otras peleas destacadas en la cartelera incluían el debut del ex-jugador de fútbol americano Greg Hardy, el regreso de Donald "Cowboy" Cerrone a peso ligero y la reaparición de Paige Van Zant, además de otra pelea en peso mosca entre los contendientes Joseph Benavidez y Dustin Ortiz.
Cejudo llegó a la pelea como favorito, pues la mayoría de los expertos coincidían en que el corte de peso le jugaría en contra a Dillashaw, quien a su favor tenía la velocidad que lo ha caracterizado a lo largo de toda su carrera. Pero nunca pudimos verla en acción, pues un intercambio hizo perder el equilibrio a Dillashaw, y antes de que lograra recuperar el balance fue alcanzado por un gancho de Cejudo.
El ex-luchador olímpico aprovechó el momento y se abalanzó sobre Dillashaw con una andanada de golpes. A mi parecer ninguno de ellos puso en mal estado al retador, pero el referi consideró que el volumen de golpes era demasiado y detuvo la pelea transcurridos apenas 32 segundos. Es imposible saber si Dillashaw pudo haber sobrevivido a ese embate inicial, pero su intento de covertirse en doble campeón se vio frustrado de la peor manera. Cejudo apovechó para lanzar al ruedo la posibilidad de una revancha, pero peleando ahora por el cetro gallo, donde él tendría la oportunidad de conquistar un segundo título.
La victoria de Cejudo puede haber salvado a la división mosca, pues se especulaba que Dana White y UFC pensaban desaparecerla. De haber ganado Dillashaw, es probable que la división hubiera sido desbandada, cortando a algunos peleadores y dando a otros la posibilidad de subir a la siguiente categoría.
El éxito de Cejudo muestra que la división no es tan intrascendente como se pensaba, y esta renovada relevancia puede haberle comprado algo más de tiempo.
La pelea co-estelar resultó un fiasco. UFC recibió muchas críticas por haber firmado a Hardy, un ex-jugador de la NFL, quien tras un exitoso paso por Carolina y Dallas vio truncada su carrera al ser acusado de violencia doméstica. Su caso no acabó en una convicción debido a que la joven que lo acusó no se presentó a declarar a la audiencia preliminar, con lo que su juicio fue descartado. Al no haber interés de ningún otro equipo, optó por probar suerte en las artes marciales mixtas, y en sus tres peleas profesionales hasta ahora había ganado por knockouts en el primer asalto.
Sus antecedentes eran más que suficiente para ganarle la antipatía y desprecio de la mayoría de los aficionados, y fue abucheado de camino al octágono. Su rival, Allen Crowder, no tiene gran cartel, pero sí mayor experiencia, pues llegaba con trece peleas como profesional. El combate arrancó con algo de estudio y pocos intercambios, que dejaron de manifiesto el poder de puños de Hardy, pero también su falta de técnica. Hacia el final del primer round Crowder lo llevó fácilmente al piso, donde pudo controlarlo para llevarse el asalto.
Hardy salió visiblemente cansado en el segundo round, y Crowder empezó a retarlo, aprovechando su mejor condición. Intentó derribarlo otra vez, y aunque no lo consiguió, pudo aferrarse a las piernas de Hardy, quien no tiene los recursos de lucha para librarse de un candado y se veía frustrado.
En el momento en que logró crear un poco de separación, lanzó un rodillazo a la cara de Crowder, enviándolo a la lona semi-noqueado. Sin embargo, dado que Crowder estaba de rodillas, el golpe es ilegal, por lo que una vez que el doctor determinó que no podía seguir peleando el referí descalificó a Hardy. Supongo que UFC tendrá que evaluar la conveniencia de seguir tratando de desarrollar a Hardy como peleador de MMA.
En cuanto al resto de los combates, destaca la gran actuación de "Cowboy" ante Alexander Hernandez, un prospecto que llegaba con grandes expectativas y de quien algunos creían podía dar la sorpresa de la noche. Ése no fue el caso y Cerrone pudo finalizarlo luego de dar una cátedra de estrategia, dominándolo en cada aspecto de la pelea. Paige Van Zant llegaba con cierta presión, pues es un hecho que nunca ha estado a la altura de las expectativas que la rodeaban al llegar a UFC, y una victoria era esencial si quería asegurar su permanencia en la promoción. Tras un inicio que puso de manifiesto su mala defensa y problemas en la pelea de piso, pudo recuperar la compostura y mostrar que su jiu jitsu ha mejorado notablemente al lograr la victoria por sumisión gracias a una barra de brazo.
Por su parte, Benavidez también dio una buena exhibición para controlar durante quince minutos a Ortiz, peleador a quien ya había derrotado hace unos años. Al final se llevó la victoria por decisión unánime y pidió la oportunidad de enfrentar al vencedor del combate entre Dillashaw y Cejudo.
Benavidez derrotó a Cejudo hace un par de años, por lo que sus posibilidades de convertirse en el retador número uno al título de los mosca son bastante altas. Gregor Gillespie volvió a dar una dominante demostración de dominio gracias a su alto nivel de lucha para despachar al aguerrido hawaiano Yancy Medeiros y sigue en ascenso en los rankings.
Cabe apuntar que en la entrevista después de su victoria, Cowboy Cerrone retó a Connor McGregor, quien respondió en redes sociales diciendo que, por una pelea como la que acababa de dar Cerrone, estaría dispuesto a pelear contra él. Sin duda se trataría de un atractivo enfrentamiento que seguramente resultaría muy lucrativo para ambas partes y daría además al irlandés la oportunidad de regresar al camino de la victoria tras su derrota ante Khabib Nurmagomedov, misma que siguió a una prolongada ausencia del octágono.
El siguiente evento debía ser UFC 233, que debía celebrarse el 26 de enero, pero fue pospuesto/cancelado, así que la siguiente cita será UFC Fight Night 144, a celebrarse en Fortaleza, Brasil con la participación de destacadas figuras brasileñas del deporte, como Raphael Assunção, Marlon Moraes, José Aldo Renato Moicano, Demian Maia y Charles Oliveira.
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