jueves, 29 de septiembre de 2011

Don Gato y su Pandilla (2011)

Si en México existe una serie animada que pueda ser considerada como "de culto", sin duda es Don Gato y su Pandilla. Producida en los Estados Unidos por la popular casa de animación Hanna-Barbera a principios de los 1960, la serie nunca gozó de gran éxito o popularidad en la Unión Americana, por lo que duró sólo una temporada y sumó un total de treinta episodios.

Pero en México la historia es muy distinta, en buena medida gracias a que un grupo de talentosos traductores y actores de doblaje se encargó de inyectar a la serie todo el humor y personalidad de los que carecía en su idioma original, y en muy poco tiempo ésta se convirtió en un clásico instantáneo.

El éxito y popularidad de la serie en nuestro país ha sido tal, que se ha transmitido de forma casi ininterrumpida durante las más de cuatro décadas pasadas desde su emisión original en nuestro país, así que no fue sorpresa cuando hace un par de años empezaron a circular rumores sobre una nueva versión, producida en México.

Conforme el proyecto fue avanzando se reveló que en realidad sería una película y no una nueva serie y que el proyecto estaba siendo desarrollado por Ánima Estudios en asociación con la empresa argentina Illusion Studios, con la venía, claro, de Warner Pictures.

Hace unos meses empezaron a circular por internet las primeras imágenes, y la verdad es que no se veían nada mal. Los diseños respetaban la apariencia clásica de los personajes pero actualizando su aspecto como corresponde a una película en 3D, pero por ese lado no se anticipaba mayor problema. Meses después empezaron a aparecer los primeros avances, y entonces sí fue momento de preocuparse para quienes somos fans de estos personajes.

Los avances mostraban un exceso de referencias a momentos clásicos de la serie, y parecía ser que lo único nuevo que aportaría la película sería el villano, el Jefe de Policía Buenrostro. Cada nuevo video o trailer hacía que mis esperanzas acerca de tener una película al menos rescatable fueran decreciendo de forma exponencial.

Por desgracia mi hermano decidió no escucharme, me acusó de prejuicioso, y me hizo que lo acompañase a verla. Al menos espero que haya aprendido su lección y no me vuelva a llevar la contra.

La película comienza con el familiar status quo con el que estamos familiarizados. Don Gato sigue ideando formas de alimentar y entretener a su pandilla a costillas de sus vecinos y los comerciantes de la ciudad, mientras el oficial Matute intenta contenerlo o mantener los daños bajo control.

Matute les comenta que espera un importante ascenso, y se emociona al ser llamado a la jefatura de policía. Pero al llegar ahí se entera de que no será ascendido, pues aunque su jefe ha decidido retirarse, ya eligió a un sucesor en la figura de Lucas Buenrostro, que se convertirá en el nuevo Jefe de Policía y en un gigantesco dolor de cabeza tanto para Matute como para Don Gato y sus muchachos.

Buenrostro despide a toda la policía de la ciudad, excepto a Matute, y empieza a implementar una serie de leyes abusivas y sis sentido. Don Gato se interpone en su camino y es enviado a la cárcel, lo que obliga a Matute a unir fuerzas con el resto de la pandilla para rescatar a Don Gato y restablecer el orden en la ciudad.

Parece un resumen muy simplón de la trama, pero tuve que esforzarme para hacer una síntesis coherente de la pobre excusa de historia en la película. Carece de sentido, está llena de agujeros argumentales y contradicciones, y parece ser sólo un pretexto para incluir cuanta referencia a la serie original fuese posible. El problema es que no es siquiera una sombra de lo que intenta homenajear.

Es de sobra conocido que la clave para la popularidad en México de la serie fue el doblaje, por lo que es de entender que buscaran al responsable de la adaptación al español de la serie original, Rubén Arvizu, y que consiguieran también los servicios de la más conocida de las voces originales, la de Jorge Arvizu, "El Tata", quien retomó su trabajo interpretando a Cucho y a Benito Bodoque.

Pero para lo único que sirve su presencia es para recordarnos lo bueno que solía ser en su trabajo, aunque eso haya sido hace muchos años. No quiero ahondar en lo poco que me gustó la película. Baste decir que la falta de trama y desarrollo de personajes hace que tenga un ritmo muy lento, por lo que resulta más aburrida que mala, y aunque la animación es cumplidora y tiene sus momentos, no hay nada que destacar en ella.

La mejor secuencia es la de créditos finales, no sólo porque señala que la película finalmente acabó, si no porque está diseñada de forma atractiva y, a diferencia de la película, realiza un verdadero homenaje a la serie de televisión.

Espero que no hayan malgastado su dinero viendo esta pobre excusa de película, y si en verdad tienen ganas de divertirse con estos personajes, les recomiendo tomar el dinero que hubiesen usado para comprar los boletos y comprarse el paquete con la serie completa, mismo que pueden encontrar a precios bastante accesibles en los diverso locales de las distribuidoras que hay en la ciudad, y bastante razonable incluso en la cadena más conocida.

Advertidos están.

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