martes, 14 de junio de 2011

Reseña: The Hangover Part II


The Hangover (que en su momento comenté aquí) fue una comedia que hace un par de años tomó al mundo por sorpresa, quizá porque lo más cercano a una comedia adulta que se podía encontrar en cartelera eran las producciones de Judd Apatow.

Fue una experiencia fresca y original, una alternativa a las tontas comedias adolescentes que Hollywood clona sin parar, o a las pueriles e inmaduras idioteces que Judd Apatow y sus amigos consideran chistosas. Por desgracia conceptos como frescura y originalidad no son fáciles de entender, y algún ejecutivo halló el modo de echar a perder otra idea al convertirla en una franquicia.


El director Todd Philips regresó para la secuela, The Hangover part II, pero no los guionistas Jon Lucas y Scott Moore, y puede ser que ahí haya estado el problema. Philips coescribió el guión con Craig Mazin y Scot Armstrong, y quizás por eso la película resultó tan diferente a la original. O mejor dicho, tan parecida. Me explico. Mazin es responsable de los guiones de comedias como Scary Movie 3 y 4, o Superhero Movie. Armstrong tiene entre sus créditos Road Trip 2, Old School, School for Scoundrels, y Semi-pro. Es decir, todo un abanico de películas como las que The Hangover había evitado ser.

¿Cómo piensas evitar caer en la repetición de fórmulas, si contratas a un par de guionistas que han hecho una carrera de ello?


Tal y como dice el slogan, la manada está de vuelta. Tras la accidentada despedida de soltero de Doug (Justin Bartha) en Las Vegas, todos retomaron sus vidas de manera normal. Pero ahora, un par de años después, es Stu (Ed Helms) quien se va a casar. Recordando aquella aventura Stu ha decidido no tener una despedida de soltero. Además, su novia Lauren (Jamie Chung) quiere casarse cerca de su familia, en una paradisíaca isla en el archipiélago de Tailandia, así que lejos de casa (y de Las Vegas) todo debiera estar bien.

Sus amigos, Doug y Phil (Bradley Cooper) son invitados junto con sus esposas, y tras una intensiva labor de convencimiento, el grupo consigue que Alan (Zack Galifianakis), el cuñado de Doug, también sea invitado. En el viaje hacia Tailandia se les une además Teddy (Mason Lee), el hermano de Lauren, quien pronto se gana el recelo de Alan, quien lo ve como un intruso en la "manada".


Tras una cena con la familia de Lauren en la que lo único que queda claro es que Stu no tiene ni el afecto ni el respeto de su suegro, todos se disponen a dormir. Sin embargo, el grupo de amigos decide compartir una cerveza en la playa y, tal como era de esperarse, las cosas cambian de rumbo drásticamente.

Phil, Stu y Alan despiertan en un hotel de mala muerte donde la electricidad falla constantemente y la única compañía que encuentran son un curioso simio amaestrado y, para su enorme sorpresa, el Sr. Chow (Ken Jeong). Pronto descubren que están en Bangkok y no recuerdan nada de lo ocurrido la noche anterior después de beber cerveza en la playa.


Lo que sigue es algo más de una hora de un desvergonzado refrito de la primera película. Así, sin aspavientos o al menos la pretensión de hacer algo diferente. Sólo hay que cambiar Las Vegas por Bangkok, el tigre por el simio, y perder a alguien que no sea Doug. Claro que eso significa que muchas bromas harán reír a la mayoría de la gente, a pesar de que muchos sean chistes que ya conocen. Sería deshonesto de mi parte afirmar que es insufrible o realmente mala, porque no es así. Pero sería igualmente dañino que me atreviese a recomendarla con la conciencia tranquila.

Paguen por verla sólo si no tienen nada mejor que hacer con hora y media de su vida o si de plano no tienen otra opción. Para el precio actual de los boletos de cine creo que es probable comprarse el DVD de la primera parte por menos de lo que cuestan dos entradas y, créanme, la van a disfrutar más. No desperdicien su dinero.

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