En los últimos años el cine coreano ha representado una grata sorpresa para los aficionados al cine de género, pues de ese país han salido varias películas de horror y ciencia ficción que presentan una visión completamente diferente a la que Hollywood tiene de esos géneros, además de que hay casos donde el choque cultural se convierte en cruza y mestizaje, con resultados al menos interesantes.
La primera parte de esa comparación es fácil de entender, pues la historia de Natural City guarda muchas similitudes con el clásico cyberpunk de Ridley Scott, sobre todo en cuestión de temas.
El año es 2080, y R, el protagonista de la película, forma parte de los MP, una división especial de la policía a cargo de perseguir y "reciclar" cyborgs renegados. Estos cyborgs son humanos sintéticos producidos con especificaciones precisas para hacerlos eficientes trabajadores en casi cualquier área, desde modelos militares y de combate, hasta las llamadas "muñecas", cyborgs femeninos programados para servir como bailarinas y escoltas.
Otra peculiaridad de estos cyborgs que recuerda a los replicantes de Blade Runner es que tienen una vida activa de solo tres años. Esa limitante a su tiempo de "vida" es lo que lleva a los cyborgs a rebelarse, pues buscan alguna forma de cancelar su fecha de expiración.
La obsesión de R por preservar la vida de Ria lo lleva a enemistarse con su superior y otrora amigo Noma (Chang Yun), quien tiene la esperanza de que cuando Ria caduque R vuelva a ser el mismo de antes. Mientras la relación entre Noma y R se deteriora, un cyborg de combate de nombre Cyper empieza a actuar de forma extraña.
Tras robar información sobre patrones de ADN, Cyper (Doo-hong Jung) busca a Cyon (Jae-un Lee), una joven que se gana la vida como oráculo/prostituta, pues parece que ella es la clave para preservar la vida de Cyper. Cuando el Dr. Giro solicita a R que localice a la misma chica el escenario queda listo para una confrontación final entre Cyper, Noma y los MPs, y R, donde estará en juego algo más que el futuro de dos cyborgs.
Las similitudes argumentales entre Blade Runner y Natural City son innegables, y aunque esta película no tiene el complejo desarrollo de personajes y conflictos morales de aquella, es más que una superficial réplica de la misma. ¿Qué mejor forma de cuestionar la naturaleza humana, que un hombre que mata cyborgs con la esperanza de hallar la clave para salvar a uno en especial? Y si la película queda a deber en profundidad lo compensa con las secuencias de acción.
Las comparaciones con The Matrix me parecen ridículas y bobas, pues siempre que alguna película utiliza elaborados efectos especiales en escenas de combate salen a colación, sin importar si hay o no alguna relación en estilo o estética. En este caso me parece que hay un par de secuencias en donde se utiliza la velocidad de la cámara para resaltar las peleas entre cyborgs y MPs que pudieran justificar la comparación, pero en ambos casos me parecen mejor montadas y logradas que cualquier secuencia similar en The Matrix.
Si les gusta la ciencia ficción o las películas de acción, Natural City puede ser una buena opción, con el plus adicional de representar un homenaje a una de las mejores películas del género y sin necesidad de recurrir a algún actor incapaz de manifestar emociones humanas.
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