martes, 16 de junio de 2009

Masters of Horror: Dario Argento

Ya he comentado que uno de los principales problemas de la serie Masters of Horror fue la alineación de directores elegidos como parte del proyecto, pero uno a quien difícilmente alguien podría considerar indigno de ese título es Dario Argento.

Argento inició su carrera como guionista en su natal Italia, y de esa época destaca su colaboración con Bernardo Bertolucci en el guion de Once Upon a Time in the West, legendario western dirigido por el mítico realizador Sergio Leone.

En 1970 debutó como director con L'uccello dalle Piume di Cristallo (El Pájaro de las Plumas de Cristal), thriller de suspenso que de inmediato lo consagró como uno de los principales exponentes del cine Giallo, género que él mismo llevó a su punto más alto en 1975 con Rosso Profundo (Rojo Profundo).

Después inició su etapa de películas sobrenaturales, que fue la que le dio fama internacional. A esta época pertenecen algunas de sus películas más populares, como Suspiria, Inferno, Tenebre y Phenomena, siendo esta última un intento de combinar la fantasía sobrenatural con el giallo.

Durante la segunda mitad de los 80 y la primera de los 90, su trabajo se volvió un tanto más errático y esporádico, concentrándose con más ímpetu en su faceta de productor que en la director y guionista. La mayor parte de su trabajo producido en este periodo es considerado tanto por la crítica como por los fans como obras menores con ocasionales chispazos de genialidad. Recientemente compré un par de películas de esta época, pero aún no las veo, por lo cual no puedo emitir una opinión informada al respecto.

Jenifer, su colaboración para la primera temporada de Masters of Horror, fue el cuarto episodio y es el décimo en la colección mexicana de DVD. La historia está basada en un relato corto aparecido en Creepy, popular antología de cómics de horror de los años 70. El guión fue adaptado por Steven Weber, quien protagoniza la historia al lado de Carrie Anne Fleming. Frank Spivey (Weber) es un policía que en su hora de descanso, mientras almuerza en su auto, encuentra a un hombre que conduce a una mujer maniatada a un paraje solitario con aparentes intenciones de matarla con un cuchillo de carnicero.

Frank mata al hombre y pide a su compañero que solicite una ambulancia. Se lleva una sorpresa al descubrir que la chica a quien acaba de salvar, a quien el hombre se refirió como Jenifer (Fleming), tiene el rostro horriblemente desfigurado. Tras llenar el papeleo y someterse a los trámites psiquiátricos obligatorios, Frank vuelve a casa, donde es visible que su vida conyugal no es feliz y su relación con su hijo está desgastada. Para complicar más las cosas, no puede sacarse de la cabeza a Jenifer.

Al día siguiente averigua que no tiene familia y fue enviada a un manicomio, así que va por ella y la lleva a casa. Esto hace aún más difícil la convivencia con su familia, y tras un incidente con el gato de su esposa, ésta lo abandona. La creciente tensión sexual entre Frank y Jenifer explota y poco a poco Frank abandona todas sus actividades. Cuando descubre que Jenifer no es víctima de las circunstancias es demasiado tarde, así que abandona todo y lleva a Jenifer a una cabaña en medio del bosque para mantenerla lejos de otras personas.

La historia es simple y hasta cierto punto predecible, lo que no necesariamente es malo, pues funciona a manera de fábula o leyenda urbana. La mezcla de gore y erotismo es distintiva de Argento, y este episodio tuvo problemas en ser aprobado para la televisión y hubo que editarlo para evitar problemas legales. Destaco las actuaciones, púes Weber por fin se sacudió la imagen de comediante de segunda y hace papeles más serios y complejos, mientras que la bellísima Carrie Fleming prueba que no depende de su rostro para trabajar.

El manejo visual es lo que uno esperaría de Argento, que se apoya en texturas y colores para crear ambientes, lo que combinado con el etéreo soundtrack de su habitual colaborador Claudio Simonetti rompe por completo con la estética y ritmo narrativo usuales de la televisión estadounidense sin importar el género, y aunque Jenifer dista de ser una historia tan compleja o profunda como la de Suspiria, se trata de una de las mejores entradas de Masters of Horror.

Inmediatamente después de concluir su participación, Argento puso manos a la obra en la siempre postergada conclusión de su trilogía de las madres, La Terza Madre o The Mother of Tears (La Tercera Madre o La Madre de las Lágrimas, aunque no sé si ya tenga título oficial en español), la cual inició a finales de los años setenta con Suspiria y a la que siguió unos años más tarde Inferno.

Me causa curiosidad el material de origen de Jenifer, pues la historia en cómic fue escrita por Bruce Jones e ilustrada por Bernie Wrightson, dos leyendas del medio, sobre todo en lo que se refiere al género de horror. Intentaré conseguirla y en su momento reportaré el resultado. (Actualización: Aquí pueden leer el cómic y mi opinión del mismo).

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