viernes, 12 de junio de 2009

The Jugger, de Richard Stark (Parker 06)

Hace unos meses comenté la novela The Hunter, de Donald Westlake bajo el seudónimo de Richard Stark, y poco imaginaba que el autor fallecería semanas después. Westlake murió el 31 de diciembre de 2008 al sufrir un ataque al corazón mientras iba rumbo a una cena de Año Nuevo en compañía de su esposa. Descanse en paz.

Hace poco adquirí The Jugger, otro de sus libros firmados como Richard Stark y protagonizado por Parker, el amoral ladrón que aparece en más de veinte historias. Esta novela suele ser considerada como una obra menor, y el propio autor creía haber cometido un fallo garrafal al escribir el libro.

El presunto error consiste en dos partes. La primera, es hacer que un personaje, un anciano ladrón que vive en el retiro, pida la asistencia de Parker para salir de un problema. La segunda, de acuerdo con Westlake, es que Parker acuda en su auxilio, algo fuera de personaje, una acción incongruente con su carácter, del mismo modo que la solicitud de auxilio no correspondería a un viejo veterano de la profesión.

Al principio de la novela, Parker recibe una carta de Joe, un viejo ladrón retirado con quien trabajó en varias ocasiones y que ahora sirve como enlace para potenciales asociados de Parker, quienes lo contactan a través de Joe para proponerle algún "trabajo". En la carta Joe le informa que tiene un problema local, y aunque espera resolverlo por su cuenta, como medida de precaución va a suspender de forma temporal todas sus actividades como correo y mensajero, retomándolas en cuanto lo considere prudente y seguro.

Días más tarde Parker recibe una segunda misiva, en la cual se percata de un cambio tanto en el tono en que está escrita como en la caligrafía usada en la misma. Joe está perturbado, fuera de sí. Se le nota espantado y hace una tibia súplica para recibir asistencia, pero indicando que no se sentirá desairado en caso de que esto no suceda. Esto preocupa a Parker, no tanto por el bienestar de Joe, sino porque, entre muchas otras cosas, Joe conoce su alias "legítimo", aquel con el que tiene una vida legalmente documentada y ajena a su carrera criminal.

Sabe dónde vive y cómo contactarlo, y eso se convierte en un riesgo potencial si es que el viejo ha perdido la fuerza y lucidez mentales que lo convertían en un correo seguro. Por tanto, Parker decide viajar al pequeño poblado donde vive Joe, pero sin intención de acudir en su auxilio. Lo que Parker pretende es evaluar si es seguro permitir al anciano permanecer con vida o si se ha convertido en un potencial peligro para su doble vida, en cuyo caso lo mejor será quitarlo de en medio.

Imagino que cuando el Sr. Westlake hizo aquella declaración no recordaba la trama de su novela, pues la reacción de Parker parece congruente con lo que sé del personaje. Hace el viaje, pero al llegar al pueblo se lleva una sorpresa: Joe está muerto. Falleció dos días atrás (antes de que Parker recibiera la segunda carta) aparentemente de un ataque al corazón, y será enterrado esa misma mañana. Parker sabe que algo no está bien, y sus sospechas se confirman al toparse con otro ladrón, uno con quien nunca ha trabajado pero que tiene una mala reputación, y éste le ofrece aliarse y repartirse el botín que haya dejado el viejo.

Parker sabe que Joe no guardaba efectivo y que todo su dinero estaba en inversiones, las cuales será imposible liquidar, pero la oferta lo hace pensar que alguien más estaba convencido de que el anciano tenía escondida una fortuna y por eso lo mataron. Parker empieza a investigar y todos los indicios apuntan al sheriff del pueblo, quien parece haber estado extorsionando a Joe con los recursos y conocimientos que su cargo le facilitan. Al morir Joe, el sheriff consiguió la colaboración del médico y el enterrador locales para encubrir las verdaderas causas de su muerte, quizás con la esperanza de restarle atención a la muerte del viejo y poder dedicarse a sus anchas a buscar una inexistente fortuna.

La llegada de Parker lo convence de que la fortuna escondida debe ser real, pues de otro modo los socios del difunto no tendrían razón alguna para empezar a aparecer por el pueblo. Parker se ve forzado a formar una alianza temporal con el sheriff mientras encuentra algún modo de solventar el problema, de preferencia sin tener que comprometer su alias "seguro".

Dado que solo he leído The Hunter, no tengo los elementos para juzgar a The Jugger en comparación con otras historias de Parker. No tiene la complejidad narrativa y desarrollo de personajes de aquella, pero aún así resulta una lectura muy entretenida. Lo que más me gusta del trabajo de Westlake bajo la firma de Stark es la facilidad con que crea un mundo de personajes sin escrúpulos de forma creíble sin necesidad de largas explicaciones sobre el entorno en que viven para justificarlos, lo que considero el principal defecto de otros autores del género.

Mientras checaba el sitio The Violent World of Parker, descubrí que The Jugger fue adaptada al cine en 1966 bajo el título de Made in U.S.A., con dos interesantes particularidades. Uno, que el personaje de Parker en esa película es interpretado por una mujer; y dos, que la cinta fue dirigida por el siempre polémico Jean-Luc Goddard. Razones más que suficientes para intentar encontrarla.

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