martes, 25 de noviembre de 2008

Masters of Horror: Stuart Gordon

A veces me cuestiono la facilidad con que damos títulos y asignamos etiquetas. ¿Qué hace falta para ser considerado un "Maestro" en cualquier actividad? No lo sé. Y no quiero que se malinterprete, pues de ningún modo escribo esto como un ataque a Stuart Gordon o a su trabajo, pues lo que he visto hasta ahora hace que merezca todo mi respeto y admiración.

Pero me parece, y se trata sólo de una apreciación personal, que en su obra aún no hay esa pieza que sea un referente del género o alcance la relevancia suficiente como para asociar su nombre al género.

Se puede discutir si Re-Animator es esa obra, pero la considero más una película de culto que un clásico del horror. Aunque me gusta mucho (debe haber sido mi primer acercamiento al horror lovecraftiano, incluso antes que cualquier historia escrita), hay que reconocer que dista mucho de ser perfecta, y que la apreciación de los aficionados a Lovecraft le da mayor relevancia de la que tiene.

Lovecraft ha sido una presencia constante en el trabajo de Gordon, y a decir verdad considero que algunos de sus trabajos más recientes están mejor logrados que Re-Animator, y como ejemplo citaría Dagon o Dreams on the Witch House, su episodio para la primera temporada de Masters of Horror.

Como muchos otros directores del género, Gordon lo ha alternado con la ciencia ficción obteniendo resultados disparejos. En la ciencia ficción supongo que su punto más alto sería The Fortress, estelarizada por Christophe Lambert, cinta que se desarrolla en una prisión a donde van a parar aquellos matrimonios que no pueden tener sólo uno. Un niño, quiero decir.

Está ambientada en un futuro distópico en el que está prohibido tener más de un hijo y la desobediencia se castiga con la cárcel. Por desgracia, la segunda mitad de la película es una sucesión de clichés, pero el planteamiento de la situación y personajes hacen que resulte mayormente bien librada.

El otro extremo de Gordon haciendo ciencia ficción sería Space Truckers, la cual, como indica el título, trata justo sobre camioneros espaciales con todo lo que ello implica (música country, cervezas y bares a mitad de las espacio-carreteras) y no pienso comentar más al respecto.

En cuanto a su trabajo en el género de horror, no he visto todo lo que quisiera pues aún no le he podido poner las manos encima a From Beyond, Stuck, o su versión de The Pit and the Pendulum, basada en la historia del mismo título del otro gran maestro norteamericano de la literatura de horror, Edgar Allan Poe. De lo que he visto destacaría las ya mencionadas Re-Animator y Dagon, además de la divertida aunque no tan bien lograda Castle Freak.

En cuanto a su aportación para la primera temporada de Masters of Horror, se trata de otra adaptación de una historia de Lovecraft, y al igual que en las adaptaciones anteriores, Gordon captura a la perfección el ambiente que Lovecraft creaba en sus historias a través de sus claustrofóbicas descripciones.

Walter Gillman (Ezra Godden) es un estudiante de posgrado en la Miskatonic University, y se podría decir que su trabajo está enfocado a teorías de geometría no euclidiana y sus implicaciones en término de planos y dimensiones. Gillman renta un apartamento de muy bajo costo en una vieja casona que parece esconder oscuros secretos y allí descubre que las respuestas que lleva años buscando parecen estar a punto de encontrarlo a él con desagradables resultados. Pronto Gillman se ve enfrentando a un antiguo mal que busca convertirlo en su esclavo para realizar siniestros ritos y tendrá que arreglárselas por si mismo.

Godden había colaborado con Gordon en Dagon y es evidente que entiende a la perfección lo que el cineasta busca recrear cada vez que adapta a Lovecraft. El trabajo de escenografías y efectos es bastante respetable, sobre todo al considerar que se trata de una producción para televisión, y las actuaciones son bastante apropiadas.

Curiosamente este episodio corresponde en la numeración del original y de la edición mexicana, el 2 en ambos casos. No lo encontré tan bueno como el episodio de John Carpenter, pero sin duda resultó una satisfactoria segunda probada a la serie. Ya discutiremos el resto.

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