Eagle Eye (Control Total) es la más reciente cinta de DJ Caruso, director de Taking Lives, Two for the Money y Disturbia (comentada aquí en su momento) y una vez más tiene a Shia LaBeouf como protagonista. Co-estelariza Michelle Monaghan y ambos son respaldados por un elenco secundario de primer nivel: Rosario Dawson, Billy Bob Thorton, Michael Chiklis e Ethan Embry, además de la voz de Julianne Moore.
Tras asistir al funeral, donde descubrimos que la vida de Ethan estuvo llena de éxitos y logros mientras su hermano vivía a su sombra, Jerry regresa a casa para encontrarse con dos sorpresas: la primera parece positiva, y es que tiene varios miles de dólares en su cuenta bancaria, pero la segunda puede ser un problema.
Su departamento está lleno de material que de la noche a la mañana puede convertirlo en uno de los terroristas más buscados en el mundo. Antes de que se recupere de la sorpresa, una llamada anónima le recomienda abandonar su departamento de inmediato, pues las autoridades han sido alertadas de la situación y están a punto de llegar por él. Momentos después tiene lugar un impresionante operativo policíaco y Jerry es detenido por el FBI.
Al mismo tiempo, Rachel Holloman (Monaghan), una madre soltera, despide a su hijo, que se va en un viaje escolar por el fin de semana. Mientras vuelve a casa recibe una llamada en su celular que demanda su total obediencia si desea volver a ver a su hijo. Le ordenan cruzar la calle hasta un local de comida rápida, y en las pantallas de televisión ve a su hijo mediante una cámara de vigilancia a bordo del tren en que viaja. Aterrada, Rachel obedece las instrucciones que recibe.
Mientras tanto, el agente Morgan (Thorton) y Zoe Perez (Dawson), una investigadora de la Fuerza Aérea, intentan averiguar que demonios está pasando y cómo se relaciona con la muerte del hermano de Jerry. No puedo contar más de la historia sin revelar demasiado de la trama así que intentaré evitarlo. Lo único que añadiré es que la trama me resultó por momentos muy similar a la de Die Hard 4.0.
Esto en el sentido de analizar desde una perspectiva paranoica la importancia que la tecnología ha adquirido en nuestras actividades de la vida diaria, y que me recordó insistentemente a una vieja historia de Isaac Asimov llamada All The Troubles of the World (Todos los Problemas en el Mundo), en la cual una supercomputadora que ha desarrollado inteligencia y conciencia propias manipula a ciudadanos y autoridades para sus propios fines. Y tal vez ya dije demasiado.
La película está bien realizada, y es claro que LaBeouf ha crecido como actor. El resto del elenco realiza un buen trabajo, asumiendo cada uno de ellos su rol sin afanes de protagonismo pero dando a sus respectivos personajes la credibilidad suficiente en medio de una historia que momento a momento se vuelve más improbable e inverosimil.
Y ese es precisamente el problema de la cinta, que dicho sea de paso, creo ha sido golpeada de manera exagerada por la crítica. El guión no es malo, pero al llegar al tercer acto de la historia, cuando se revela el misterio la película tarda demasiado en llegar a su climax, y eso provoca la sensación de que es más larga de lo necesario.
DJ Caruso hizo tablas trabajando en televisión en series donde el desarrollo de personajes es esencial, más notoriamente en The Shield, y es evidente en su trabajo que sabe como construir y ambientar un thriller a partir de sus actores. Sus secuencias de acción no están tan bien logradas, pues el uso de planos muy cerrados provoca que algunas de ellas, sobre todo las persecuciones en auto, sean demasiado confusas y difíciles de seguir, aunque no tanto como para convertirse en un obstáculo narrativo.
El problema es que el guion se reescribió en varias ocasiones, con al menos a cuatro escritores acreditados, y con Steven Spielberg comoproductor, parecen que algunos de ellos hicieron su trabajo buscando quedar bien con el jefe, lo que resultó en un horrible epílogo de esos que se han convertido en la firma de Spielberg.
Shia LaBeouf tiene lo necesario para convertirse en un muy buen actor, pero antes debe aprender a elegir mejor sus guiones y evitar cualquier compromiso demasiado frecuentes con productores tan dominantes como Spielberg o directores tan complacientes como Caruso, que también debería evitar comprometer tanto su trabajo con la visión de alguien más.
Se trata de un realizador que cuenta con talento y experiencia suficientes como para hacer algo más. Por lo pronto, Eagle Eye es una película ideal para perder un par de horas frente a la tele con una cubeta de palomitas en las manos.
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