La saga cinematográfica de Spider-Man se ha convertido en el fenómeno de popularidad más importante para la industria desde que en 1989 Tim Burton dirigiese Batman. Hace unos días se estrenó en todo el mundo la tercera entrega de la franquicia y su popularidad sigue al máximo.
Spider-Man 3 es la menos pretenciosa de las tres películas hasta ahora estrenadas. La historia, pese a involucrar más personajes y situaciones, se siente más simple y liviana, y a cambio de aligerar el contenido obtenemos la película más comiquera (o al menos la más palomera) de la trilogía. La aparición de tres villanos era algo que desde que se anunció me preocupó un poco, pues de inmediato pensé que el tiempo en pantalla no sería suficiente para desarrollar a los personajes.
Y si es cierto que el desarrollo de personajes puede parecer superficial, sobre todo en el caso de Venom, me parece que Raimi hace un gran trabajo al explicar la razón de ser de cada personaje, sus motivaciones e incluso algunos rasgos de su carácter. Y otra cosa: aún con las limitaciones de tiempo y la problemática narrativa de intercalar historias y subtramas, mayormente respetó la historia de cada personaje respecto al canon de los cómics. Sandman es un ladrón, si, pero no una mala persona. Eddie Brock tiene razones para odiar a Peter/Spider-Man en sus dos identidades, y Harry sigue la procesión natural de su odio y rencor hacia quien fuese su mejor amigo.
Claro que no todo fluye sin problemas. Creo que era innecesario ligar la historia de Flint Marko (Sandman) a la muerte del Tío Ben, y que la aparición del simbionte que habría de dar origen a Venom se da de una forma un tanto forzada. La introducción de nuevos personajes es demasiado casual (Gwen como compañera de clases de Peter, Eddie Brock como su pretendiente... el capitán apareciendo justo en el sitio donde su hija está a punto de sufrir un percance, etc.) y tal vez eso provoca que la relación entre personajes nuevos y previamente establecidos parezca apresurada.
Me parece que Spider-Man sufre por la rápida adopción del público. Su popularidad le juega en contra a la historia, atrayendo la atención hacia el valor de entretenimiento y no a la calidad de la historia. Y no me refiero a que la historia sea mala o a que esté mal hacer películas entretenidas. Al contrario, me parece importante que haya realizadores que dediquen tiempo y esfuerzo a crear entretenimiento masivo sin por ello crear productos vacíos o sin sentido, pero quiero señalar por qué considero que esta nueva entrega no alcanza el nivel de su predecesora.
Para no hacer el cuento largo (que para eso tengo otros espacios), debo decir que Spider-Man 3 es una de las películas más entretenidas que he visto en los últimos meses. Habrá que ver cuál es el futuro de la franquicia ahora que Sony ha anunciado su intención de seguir produciendo la serie aún sin conocer la decisión que pudiesen tomar al respecto Sam Raimi o sus actores protagónicos.
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