sábado, 5 de mayo de 2007

Shooter (Tirador)

Hace unos días mencioné esta película en relación a los héroes de acción en el cine, porque me dejó la impresión de que se trata de una especie de puesta al día de viejas sagas del género de acción, como Rambo o Commando: trata sobre un ex militar que busca llevar una vida pacífica lejos del mundo, tratando de dejar atrás su violento pasado, pero obligado por fuerzas externas a involucrarse en otro conflicto.

Suena familiar, ¿no? Incluso el eslogan con el que se promocionó la película y el cual puede leerse en el póster es un cliché: "Ayer era por honor. Hoy se trata de justicia".

Mark Wahlberg interpreta a Bob Lee Swagger, un francotirador de fuerzas especiales que se retiró del servicio luego de que sus superiores lo abandonaron a su suerte en una misión encubierta que salió mal. Desde entonces vive en las montañas con un perro como única compañía, hasta que un alto oficial militar lo busca para pedirle consejo en un asunto de seguridad, pues quieren ayuda para prevenir un atentado contra el presidente.

Renuente a volver a trabajar para el gobierno, Swagger finalmente cede a sus instintos patrióticos y accede a ayudarles, con todo y lo ridículo del planteamiento del problema. "Si un francotirador tan bueno como tu quisiese matar al presidente en un acto público, ¿cómo lo haría?" En realidad se trata de una trampa y Swagger se convierte en un hombre perseguido.

Como mencioné antes, las similitudes con cintas como Commando o Rambo son muchas, empezando por el hecho de que demanda del espectador una absoluta suspensión de la incredulidad. El guión por momentos es demasiado rebuscado y tiene algunos hoyos narrativos gigantescos.

A su favor cuenta con un actor protagónico más carismático y talentoso que Stallone o Schwarzenegger juntos y con un capaz director que obtiene mejores resultados cuando se concentra en dirigir secuencias de acción espectaculares o películas visualmente atractivas que cuando intenta construir elaborados thrillers cerebrales o historias épicas "reales".

Fuqua probó su capacidad desde The Replacement Killers (Asesinos Sustitutos) y parecía encaminarse a una gran carrera luego de Training Day (Día de Entrenamiento), pero Tears of the Sun (Lágrimas del Sol) puso en evidencia algunas limitaciones que quedaron expuestas en la mediocre King Arthur (El Rey Arturo).

Una de las cosas que más se notan en algunos de sus trabajos es la búsqueda por imprimir algún comentario político, pero lamentablemente suele hacerlo de forma demasiado tibia o tentativa y se convierten en un bagaje innecesario para sus películas. En Shooter también tiene ese problema, pero lo hace en escenas bastante breves o inconsecuentes, razón por la cual esos comentarios pueden ser ignorados sin ningún problema.

Uno esperaría otra clase de película de Mark Wahlberg tras su reciente nominación al Oscar, pero creo que él es la razón por la que la película no se hunde. Fuqua había ofrecido el protagónico a Keanu Reeves y un papel como antagonista a Eminem, pero ambos declinaron, lo que sin duda resultó benéfico para la película.

Wahlberg interpreta a un antihéroe con el cual resulta mucho más fácil identificarse que con cualquiera de los héroes de acción ochenteros (salvo por Bruce Willis - John McClane), e incluso me parece que lo hace de forma más eficaz que Matt Damon con Jason Bourne. Wahlberg puede relajarse como actor y dejar que su interpretación sea física con mejores resultados que la mayoría de los actores de su edad, y su carisma compensa adecuadamente su participación en cintas de poco alcance como es Shooter.

El resto del elenco es cumplidor. Danny Glover se ve cada vez más viejo y tal vez sea hora de pensar en otra clase de papeles. Kate Mara cumple con verse atractiva, o vulnerable y desvalida, según sea necesario. Elias Koteas repite una vez más como matón a sueldo, papel que domina a la perfección, aunque sería agradable verlo hacer algo diferente de vez en cuando.

Fuqua incluye todo lo que se puede esperar de una película de acción: persecuciones, tiroteos, suspenso y una atractiva chica que aparece la mayor parte del tiempo en una ajustada camiseta. Más adrenalina y testosterona y correría el riesgo de necesitar un control antidopping.

Resumiendo, Shooter es una entretenida cinta de acción que cumple con entretener a la audiencia, aunque sus veladas insinuaciones políticas pudiesen molestar a algunos espectadores. Personalmente la pondría como una entrada en la categoría de Macho Movies, género de mi invención que sirve como contraparte a las chick flicks.

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