Hace un par de años leí y comenté A Game of Thrones, primera novela de la saga A Song of Ice and Fire, de George R.R. Martin, cuando en aquel entonces se comentaba insistentemente sobre el riesgo tomado por HBO al adquirir los derechos de la saga para adaptarla como serie para televisión y ordenar la producción de un piloto.
Quienes tengan tiempo siguiendo mi blog sabrán que suelo hacer lo mismo cuando se trata de películas: Si le puedo echar mano al libro antes de verlas, mejor. Si han visto la serie (épica y gloriosa, en mi no tan humilde opinión) o hayan leído el primer libro, pueden hacerse una idea de lo que hallarán en las páginas de A Clash of Kings, pues se trata de una secuela directa y toma la historia justo donde se quedó al final de A Game of Thrones.
El rey ha muerto y los siete reinos de Westeros enfrentan una posible guerra, pues nadie quiere reconocer el derecho al Trono de Hierro de Geoffrey, hijo del difunto monarca. Stannis y Renly Baratheon, hermanos del Rey Robert, se proclaman cada quien por su cuenta como reyes, y empiezan a reunir a sus ejércitos para reclamar su derecho al trono, mientras los Lannister reúnen a los señores que les son leales y se preparan a defender la corona de Geoffrey cueste lo que cueste y en medio de rumores de incesto y bastardos.
Hay quienes hablan de que la vieja magia parece estar despertando por todos los reinos, pero nadie se lo explica, sin saber que por primera vez en mucho tiempo hay dragones vivos. Si todas estas intrigas no fuesen suficientes, la Guardia del Norte encuentra evidencia de que el Muro podría ser asediado por primera vez en siglos, y son testigos de primera mano del regreso de la magia.
Los lobos de los Stark tienen alguna relación con este mágico despertar, y tendrán un importante papel en lo que está por venir, así que más vale que sus dueños y compañeros estén preparados, pues sólo una cosa es cierta y es razón más que suficiente para que todos, sobre todo en el norte, estén preparados: Ya viene el invierno.
Concluida esta lectura me encuentro otra vez preparado para disfrutar de su adaptación en TV como la segunda temporada de Game of Thrones, y aunque todavía no sé qué esperar de ella, si de algo estoy seguro es de que no existe modo alguno de que vuelva a dejar pasar dos años antes de leer la siguiente entrega de esta exhilarante y apasionante saga de fantasía épica.
Lectura ampliamente recomendada, sobre todo si les está gustando la serie de HBO.
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