martes, 13 de marzo de 2012

The Artist (El Artista)

Una de las desventajas de atrasarme tanto con mis reseñas es que llega el momento en que se vuelven casi irrelevantes en el caso de ciertas películas, que para cuando publico ya no están en cartelera. Con esto no quiero decir que me parezca que hacerlas de manera puntual les da una importancia o relevancia particular, pues soy consciente de que no es así.

De hecho, ante la persistente ausencia de comentarios en este espacio, y ya que nunca me ha gustado monitorear las estadísticas del blog, podría asumir que en realidad nadie las lee, pero incluso si ése fuera el caso, no es algo que me genere conflicto alguno.


El problema es que me consta que si hay quien las lee y, lo que es más, que suelen valorar mi opinión a la hora de decidir qué ver en el cine. Y esa es una responsabilidad muy grande, a la cual le he estado sacando la vuelta sin remordimiento alguno. Por eso me mortifica un poco no haber comentado antes The Artist, misma que vi justo antes de la entrega de los Oscar y el revuelo que se generase después de ella.

Michel Hazanavicius es un director que hasta hace unos meses era un virtual desconocido, habiendo dirigido apenas un puñado de producciones independientes de entre las que lo más destacado era una película de humor en tono de parodia protagonizada por el igualmente desconocido Jean Dujardin.


The Artist cuenta la historia de George Valentin (Dujardin), un actor de cine mudo que goza de todo el éxito y admiración que pudiese desear, y de los cambios en su vida cuando aparece la primera gran revolución tecnológica en el cine: el cine sonoro. Valentin está convencido de que se trata de una moda pasajera que no durará, pero se encuentra en la minoría, pues todos ven ahí el futuro de la industria.

De forma paralela, Peppy Miller (Bérénice Bejo) es una joven aspirante a actriz de Hollywoodland que se convierte en una temporal celebridad tras un encuentro fortuito con Valentin. Al poco tiempo consigue su primer papel e inicia su carrera. Por azares del destino, la primera aparición protagónica de Peppy (en una producción sonora, claro) será estrenada el mismo día que la nueva aventura muda de George.



El contraste entre el éxito y despegue de la carrera de ella y el desplome de la de él es estrepitoso. George se hunde poco a poco en la desesperación y el abandono. La depresión económica y el fracaso de la película que él mismo produjo lo han dejado en la ruina y sin voluntad de vivir, en tanto que Peppy se convierte en una superestrella que, en secreto, intenta cuidar del antiguo ídolo con la colaboración de su viejo mayordomo (James Cromwell) y un poco de ayuda de un simpático perrito.

Podría decirse que The Artist es una historia de amor al más clásico estilo Hollywood, aunque a mi parecer es más grande el romance entre Hazanavicius y el cine de aquella primera época que el que existe entre los dos protagonistas de la historia. La película resulta bastante inusual, no sólo por estar en blanco y negro, sino porque es mayormente silente, lo que habla del nivel de homenaje que el director francés quiso realizar con ella.


La filmación se realizó en unas cuantas semanas en algunos de los sets más viejos y tradicionales, con una relación de imagen idéntica a la usada en los 1920 y sin encuadres o técnicas de edición que no existiesen entonces. Vamos, no hay un solo zoom en toda la película que, curiosamente, abre con un "¡Corte!" y termina con "¡Acción!" La historia es simple pero bien contada, y los actores cumplen a la perfección al emular el estilo de los actores mudos, con gesticulaciones y manerismos exagerados para dar énfasis a sus acciones.

The Artist es un cuidado homenaje a los pioneros de la industria, sin más pretensión que entretener a la audiencia y recordar tiempos más inocentes. Ya comenté en otra entrada que no me sorprende que le dieran el Oscar y expuse por qué tiene sentido que lo hicieran, así como mi creciente convicción en que el Oscar jamás debe entenderse como el premio a lo mejor del año en una industria cuyo principal objetivo es el entretenimiento, además que todo es subjetivo. Dicho lo anterior, la película me gustó por lo que es y no esperaba nada más. Bastante recomendable.

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