John McNaughton es el perfecto ejemplo de los muchos riesgos que implica el uso de títulos tan pretenciosos como Masters of Horror, pues es normal asumir que todos los involucrados en esta serie debieran ser considerados como tales, incluso cuando ése no es el caso.
A McNaughton no lo descartaría tan fácil ni de forma tan categórica como a Mick Garris, pero tengo mis dudas al tratarse de un director con sólo una película que sirve como argumento a su favor al reclamar semejante título: Henry, Portrait of a Serial Killer.
Nunca he visto Henry pero la cantidad de alabanzas y recomendaciones que he leído a lo largo de los años hacen que tenga muchas ganas de hacerlo. Realizada hace más de tres décadas, aún se le considera como un referente del género, lo que no puede ser gratuito. Lo que me hace dudar sobre si esa película es mérito suficiente para ser considerado un Maestro del Horror son las películas de su filmografía que si he visto: Mad Dog and Glory (Perro Bravo y Gloria) y Wild Things (Criaturas Salvajes). Ninguna de ellas es mala, pero tampoco son buenas. No son originales ni particularmente memorables, lo que las ubica en una categoría aún peor: ordinarias.
Fuera de esas cintas, el grueso de su trabajo ha sido para televisión, sobre todo en el género policíaco, así que es normal preguntarse qué llevó a Garris a incluir a McNaughton en la lista de directores invitados a participar en la serie. Y en este caso, existe una respuesta: se le reclutó como bateador emergente. Algo que se criticó mucho a Garris eran las omisiones o ausencias que muchos fans del género consideraban imperdonables entre sus directores seleccionados, y resulta que una de esas omisiones, curiosamente una de las más mencionadas, en principio no lo sería.
Haeckel's Tale, décimo segundo episodio de la serie, originalmente habría de ser dirigido por George A. Romero, pero había conflictos entre las fechas de filmación de éste y las de una película para cine, lo que lo llevó a retirarse del proyecto antes de iniciar la pre-producción.
Garris buscó entonces a Roger Corman para ofrecerle dirigir el episodio, pero éste declinó por problemas de salud. Así que McNaughton llegó de último momento para hacerse cargo de la dirección de esta historia y el nombre de Romero se conservó con un crédito como Productor Asociado para este episodio.
Haeckel's Tale (Cuentos de la Cabaña Desolada) está basado en una historia de Clive Barker adaptada por el propio Garris. La historia comienza con un hombre de apariencia distinguida que viaja solo y de noche hasta llegar a una tétrica cabaña en medio del bosque. Se identifica como Edward Ralston (Steve Bacic) y ha llegado ahí en busca de una mujer que se supone es una nigromante. La mujer lo recibe y escucha su solicitud de que vuelva a la vida a su recién fallecida esposa. La mujer se rehúsa, aunque admite que podría hacerlo. Ante las insistentes súplicas del hombre, la mujer le ofrece un compromiso: le contará la historia de Ernst Haeckel, y si tras escucharla aún desea que su esposa sea traída de vuelta, lo hará.
Ernst Haeckel (Derek Cecil) era un estudiante de medicina con un profundo desprecio por la religión y el misticismo, y vivía convencido de que los experimentos de Victor Frankenstein eran prueba de que el hombre era tan capaz como dios de crear vida y que sólo era cuestión de tiempo poder resolver la cuestión de la mortandad humana. Por desgracia para su causa, sus intentos por replicar las técnicas de resurrección del Dr. Frankenstein resultan infructuosos. Informado de que su padre se encuentra delicado de salud, Haeckel emprende el viaje a casa para atenderlo.
En el camino se encuentra con Montesquino (Jon Polito), un nigromante que utiliza sus habilidades como si fuesen parte de un acto circense con la evidente intención de vender sus servicios a aquellos desgraciados con una pérdida reciente, siempre y cuando estén dispuestos a pagar generosamente.
Haeckel concluye que se trata de un simple charlatán y prosigue su camino. Al caer la noche acampa en un claro al pie de un muro, pero al poco rato de quedarse dormido lo despierta un hombre, que le dice que no es adecuado acampar de noche tan cerca de los muertos, y le muestra el cementerio que hay al otro lado del muro. El hombre dice llamarse Wolfram (Tom McBeath) y le ofrece posada en su casa. Haeckel acepta y lo acompaña hasta su hogar. Ahí conoce a Elise (Leela Savasta), la joven y bella esposa de Wolfram, con quien siente una mutua atracción que no parece incomodar a su marido, aún a pesar de que tienen un bebé en casa.
Alrededor de medianoche Elise sale de la casa, dejando a su marido despierto en la estancia. Haeckel despierta y sale a hablar con Wolfram, quien le dice que lo que está ocurriendo es la única forma de mantener feliz a su esposa, pues ni él ni ningún otro hombre podrían llegar a satisfacer sus necesidades. Haeckel no entiende de lo que habla pero al saber que Montesquino está involucrado sale a buscar a Elise.
El grotesco espéctaculo que encuentra en la necrópolis pone a Haeckel en mal estado. La confrontación con Montesquino y Wolfram termina de mala manera para todos y Haeckel queda inconsciente en el interior de una fosa.
A la mañana siguiente despierta y regresa a la casa, donde descubre la verdad acerca del trato entre Wolfram y Montesquino, además de la naturaleza del bebé de Elise.
El trágico desenlace de la historia horroriza a Ralston, quien se rehúsa a creer una palabra, al menos hasta que la aparición de Haeckel y Wolfram le revela la identidad de la nigromante por lo que huye despavorido de la cabaña.
Haeckel's Tale está dirigida de forma convencional pero competente, y contiene todo el gore, situaciones sexuales y grotesco humor negro que se puede esperar de una historia de Clive Barker, y lo único que tiene en contra es detalle que no debiera tener tanta importancia como muchos parecen darle: debería haber sido Romero. O Corman (lo que al menos hubiese generado una polémica aún mayor). A fin de cuentas se trata de otra interesante adición a la serie de Masters of Horror, serie que, faltando por comentar solo tres episodios, es un exitoso ejercicio televisivo del género.
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