Joe Dante es uno de los directores más queridos por los aficionados al cine de género, ya sea horror, fantasía o ciencia ficción, y es tal vez el único director que supera a John Landis cuando se trata de mezclar el humor, de cualquier clase, dentro de sus historias de corte fantástico, algo que se ha convertido en una de las características más distintivas de su filmografía. Su primera incursión notable en el género de horror se dio en 1978, cuando dirigió la clásica Piranha (Pirañas Asesinas), una cinta de bajo presupuesto que en poco tiempo se convirtió en un clásico de culto y engendró varias secuelas.
El éxito de esa película le consiguió el apoyo necesario para realizar The Howling (Aullido) en 1981, que hoy día se mantiene como una de las mejores películas de licántropos jamás filmadas y para muchos representa la cúspide del trabajo de Dante en el género. Con su creciente popularidad era lógico que Dante terminara trabajando en algún proyecto de alto perfil para algún estudio importante, y eso fue exactamente lo que sucedió.
En 1983 fue invitado a participar en Twilight Zone: The Movie (Al Filo de la Realidad - título que en realidad correspondería a The Outer Limits, otra clásica serie de TV y no a Twilight Zone, pero ya sabemos como se las gastan las distribuidoras), donde dirigió uno de los cuatro segmentos y conoció a Steven Spielberg, a quien gustó tanto su trabajo que lo reclutó para uno de sus proyectos como productor. Un año más tarde Dante dirigió Gremlins, divertida cinta de humor negro con tintes de horror que engendró una secuela unos años más tarde y lo confirmó como uno de los favoritos de millones de fanáticos del cine fantástico.
Realizó entonces dos proyectos más cercanos a la ciencia ficción, Explorers (Los Exploradores), e Innerspace (Viaje Insólito), a los que siguió en 1990 la secuela de Gremlins, y pasaron varios años antes de que volviéramos a ver su trabajo en la pantalla grande.
Durante la década de los 90 colaboró en varios proyectos de TV, y su única película en ese periodo fue Small Soldiers, Mientras que en lo que va del siglo XXI sólo ha trabajado en Looney Toones: Back in Action, donde tuvo oportunidad de usar a Bugs Bunny, uno de sus personajes favoritos, además de que dirigió un nuevo corto animado del Correcaminos. En 2005 fue uno de los directores a quienes Mick Garris se acercó para dar forma a su ambicioso proyecto Masters of Horror, que marcó el regreso de Joe Dante al género que lo lanzó a la fama.
Homecoming (Cuando los Muertos Caminen la Tierra) es una película de zombies que, aunque parezca difícil de creer, resulta aún más política que cualquiera de las cintas de George A. Romero, principal precursor del género.
David Murch (Jon Tenney) es un escritor de discursos para el presidente de los Estados Unidos (una extraña combinación de Bill Clinton y George W. Bush), y como parte del trabajo en su campaña de reelección asiste como invitado a un talk show para hablar sobre su plataforma y en particular sobre su postura respecto a la intervención en Irak.
Una llamada de la audiencia cuestiona los motivos tras la guerra en Medio Oriente, y él responde que también perdió a un ser amado en la guerra, y que está seguro de que si su hermano o cualquier otro soldado caído en combate volviera de entre los muertos, estaría orgulloso de haber muerto defendiendo a su país. La respuesta a su emocional despliegue en televisión es tal que el presidente utiliza una variación de su frase en sus actos de campaña, afirmando que desearía que todos los caídos volvieran para hacer público su sentir respecto a la necesidad de mantener el conflicto.
La máxima de "cuidado con lo que deseas" se vuelve una realidad y los soldados caídos en combate en Irak regresan de entre los muertos, pero a diferencia de los zombies en otras historias, estos no-muertos no buscan cerebros, pues sólo tienen hambre de justicia. Una vez aclarado que sólo desean votar en las elecciones presidenciales, el gobierno lo permite y promete que sus votos serán contados. Eso parece dar paz a los zombies, que tras emitir su voto vuelven al otro mundo. Pero cuando el gobierno ve que el voto muerto no le es favorable, eliminan todos los votos emitidos por los muertos y manipulan los resultados para asegurar la permanencia en el poder del actual régimen.
Como resultado, los soldados muertos regresan nuevamente... con refuerzos. Cada soldado caído en las anteriores guerras: Vietnam, Corea, las dos guerras mundiales e incluso la guerra civil norteamericana, empiezan a volver para defender la democracia. El resultado es demasiado literal como para considerarlo una fábula, pero demasiado bien construido como para descalificarlo como simple propaganda antibélica o anti-Bush.
Dante incluye un par de escenas que son claros homenajes al decano de las películas de zombies, George A. Romero, además de incluir una lápida con su nombre en el cementerio junto a otras con los nombres de otros pioneros del subgénero. El guión corrió a cargo de Sam Hamm, quien escribiera las dos películas de Batman dirigidas por Tim Burton y quien al igual que Dante desapareció del medio durante muchos años.
Para bien o para mal Homecoming ha sido más juzgada por su descarada postura político-ideológica que por sus méritos narrativos, lo cual no necesariamente es malo, pues siempre se ha dicho que cualquier trabajo creativo u obra de arte que valga la pena representa de uno u otro modo el entorno en que fue creada. Habrá que ver como se le valora al correr del tiempo.
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