Después del abrupto desahogo de las frustraciones provocadas por los políticos de nuestro país en los colaboradores de este blog regresemos a asuntos más agradables. Desde hace meses me he quejado de la pobre oferta de la radio de esta ciudad. La competencia entre grupos radiofónicos y su lucha por posicionarse con los anunciantes han llevado a un aglutinamiento de noticieros que es difícil diferenciar entre si. Por si no bastase con su gran similitud, la mayoría se transmiten a través de diferentes frecuencias al mismo tiempo y poco a poco han ocupado la mayor parte del cuadrante.
En medio de todos estos noticieros radiofónicos es difícil encontrar uno que suene diferente. Todos parecen una repetición de los demás. Voces que sin emoción o personalidad se limitan a leer las mismas notas una y otra vez según el formato de cada estación. La única excepción la representan los programas de discusión y análisis, pero estos también han caído en las redes del formulismo y es difícil escucharlos más de dos días seguidos sin hartarse. Lo que me lleva a una sorpresa que me llevé hace algunos meses. Seguramente todos recuerdan a Jacobo Zabludowsky, conductor del antiguo telenoticiero 24 Horas.
La mayoría de la gente lo recuerda como el rostro de un sistema noticioso que fue el más grande aparato de desinformación en nuestros medios hasta la aparición de Fox Contigo, Fox en Vivo o las Pejeconferencias matutinas. Pero la emisión de radio que conduce ahora es muy diferente. Ácido, mordaz y sarcástico, Zabludowsky parece estar más a gusto en una cabina de radio que ante las cámaras. Con toda la experiencia del mundo, dirige una emisión de dos horas que no se siente ni repetitiva ni tediosa. Aderezando las notas con chistes, anécdotas y una saludable dosis de sarcasmo, el veterano comunicador hace de su programa, De Una a Tres, la propuesta más fresca de la radio noticiosa. Paradójico si tomamos en cuenta sus antecedentes.
Alfredo Domínguez Muro, otro veterano comunicador, es el encargado de la sección deportiva del programa. Además de esa responsabilidad, ha sabido convertirse en el interlocutor adecuado para Zabludowsky. Cada que inicia la sección deportiva, la precede un intercambio de comentarios sobre temas de actualidad, y si acaso el señor Domínguez Muro se encuentra fuera del país siempre resulta de interés los apuntes que recibe de Zabludowsky en lo referente a sitios de interés, comida y bebidas del lugar en turno.
De Una a Tres es posiblemente el mejor noticiero radiofónico en la actualidad. Se transmite de lunes a viernes en el 690 AM y en el 88.1 FM, claro, de una a tres de la tarde.
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