El pasado domingo, tras un emocionante partido, los Santos de Nueva Orleans superaron a los Potros de Indianápolis con marcador final de 31-17 para convertirse en campeones de la NFL en su temporada 2009, lo que además les valió toda clase de reconocimientos por parte de especialistas y aficionados. Drew Brees, el mariscal de campo de los Saints, fue merecidamente elegido como el jugador más valioso (MVP) del encuentro.
Creo que la gran diferencia entre ambos equipos, al menos en el partido de este domingo, fue la actitud con que enfrentaron el compromiso. Los Potros salieron a jugar de una manera conservadora, lo que no me sorprendió al principio, pues me parecía previsible que Peyton Manning quisiera analizar y medir un poco a la defensiva secundaria antes de retarlos con jugadas de pase largo, mismas que representan una parte importante del arsenal de Indianápolis pero que también son algo que los Santos se especializan en defender.
Durante el primer cuarto, el ataque terrestre de los Potros, encabezado por Joseph Addai, funcionó bastante bien, con un gol de campo en su primera serie ofensiva y, tras capitalizar un descuido de la defensiva secundaria en su segundo turno al ataque, Manning tiró su primer y único pase de anotación para irse arriba 10-0. Por su parte Brees y la ofensiva de los Santos tardaron un poco en asentarse, pero eventualmente dominaron el segundo cuarto.
El ejemplo perfecto de la diferencia de actitud que mencioné líneas arriba se dio en los minutos finales del primer medio. Abajo en el marcador 10-3, los Santos armaron un buen ataque pero fueron detenidos a dos yardas de la anotación. Sean Payton envió a su equipo a jugársela en cuarta oportunidad, pero no pudo convertir. Los Potros pidieron tiempo fuera antes de esa jugada, con la intención de montar un último ataque antes de irse al descanso, pero al no recibir puntos optaron por jugar conservadoramente y devolver el balón a Nueva Orleans, con tiempo suficiente para conseguir otro gol de campo e irse al intermedio 10-6.
El momento clave del partido se dio en la patada de salida de la segunda mitad, pues los Santos sorprendieron con una patada corta y recuperaron el balón. Manejaron el balón a su antojo y terminaron en las diagonales para irse arriba por primera vez, 13-10. Los Potros, una vez más con Joseph Addai como arma principal, respondieron rápidamente, llevando el balón de lado a lado del campo para ponerse otra vez arriba con marcador de 17-13. Los Santos respondieron con un gol de campo y se pusieron a sólo un punto de distancia con más de quince minutos por jugar.
Los Santos montaron otra ofensiva de control y consiguieron otro touchdown, tras el cual realizaron una conversión de dos puntos para tomar ventaja de 7.
Los Potros tomaron nuevamente el balón y empezaron a moverlo de forma lenta pero consistente, colocándose poco a poco en posición para buscar el empate.
En ese momento, faltando cuatro minutos para terminar el juego, se dio el único error grave del partido, y fue cometido por quien menos se esperaba. Peyton Manning buscó a Reggie Wayne pero no entendió el movimiento de los profundos de los Santos, y Tracy Porter se cruzó en la trayectoria del pase para interceptarlo y devolverlo 74 yardas hasta la zona de anotación, poniendo el marcador en las cifras que al final serían las definitivas, 31-17.
Los Potros todavía intentaron montar un ataque que les permitiera acercarse para buscar hacerse rápido con el balón y buscar el empate, pero la defensiva de los Santos sólo cedió espacios en el centro del campo y en situaciones de corto yardaje, permitiendo que el reloj siguiera su curso para consumar su victoria.
Un merecido triunfo para un equipo que jugó bien y demostró más ganas de ganar que sus rivales. Drew Brees Probó que es hora de que se le respete como lo que es, uno de los mejores QB de la liga, pues no solo mostró ser un gran líder capaz de jugar bien bajo presión, si no que estableció un record de pases completos y dio una exhibición de precisión y capacidad para decidir en momentos clave.
Felicidades a los Santos y a toda su afición, pues demostraron ser el mejor equipo en el campo y son un digno campeón de la NFL. En cuanto a los Potros... creo que comentaré mis impresiones el próximo fin de semana en un post final sobre la temporada 2009.
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