Cuando hace más de diez años el mundo vivió el espectacular éxito de The Blair Witch Project (El Proyecto de la Bruja de Blair), nadie imaginó hasta donde se explotaría la idea del "metraje encontrado". Las variaciones más exitosas han sido las de monstruos, como Cloverfield (Monstruo) y Troll Hunter (próximamente en cines de México) y de fantasmas, como Paranormal Activity (Actividad Paranormal), pero no hay razón para limitarnos a este planeta. Apollo 18 tiene una pretenciosa premisa: la historia secreta de la última misión del programa espacial Apollo y la verdadera razón por la que el hombre no ha regresado a la Luna en casi cuarenta años.
Parece que olvidaron que el mayor problema de ser pretencioso es que las expectativas son más altas. Los astronautas Nathan Walker (Lloyd Owen), John Grey (Ryan Robbins) y Ben Anderson (Warren Christie) son elegidos para realizar una última misión del programa Apollo, misma que se realizará en secreto y bajo la directa supervisión del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Obligados a mentir a sus amigos y familias, aceptan, sin saber que están a punto de embarcarse en una pesadilla espacial.
No puedo contar prácticamente nada de la historia, pues es tan hueca y sin fondo que casi cualquier cosa que diga puede ser un spoiler, y asumo que más de uno está pensando en ir a verla. Baste con decir que la inusual misión se sale por completo de todos los parámetros planeados para su ejecución, y que los dos astronautas que realizan el alunizaje encuentran más de una sorpresa en la superficie de nuestro satélite.
Cuando aparecieron los avances de la película, comenté a amigos y familia que la sensación que me dejaba era que bien podría haber sido vendida como Actividad Paranormal... en el Espacio. Y justo eso es, con todo lo que ello implica. Las actuaciones son insípidas y los personajes no están trabajados, lo que afecta el desarrollo de la película, pues me queda la impresión de que involucrar a la audiencia es fundamental para que esta clase de historias funcionen.
La dirección es muy dispareja, al igual que los efectos especiales. El uso de material de archivo de la NASA ayuda a darle un aspecto auténtico a muchas escenas, pero la gran mayoría del material original está filmado de forma descuidada, al grado de que algunas caminatas "lunares" no parecen mostrar efecto alguno de la gravedad reducida de la luna y las pisadas que vemos lucen, en muchos casos, como si fuesen de cualquier caminata por la playa.
Lo malo con esta clase de proyectos es que nunca faltan los fanáticos que quieren leer de más en un producto de ficción, y un vocero de la NASA tuvo que hacer una declaración oficial explicando que Apollo 18 es una obra de ficción y no debe ser considerada como un documental. Parece que esto tuvo que ver con reacciones generadas por el sitio web asociado a la película, www.lunartruth.com, pero me parece una estupidez que alguien creyera que hay algo de cierto tras un proyecto fílmico tan pobremente trabajado. De pena ajena. Recomendada solo para los incondicionales del subgénero.
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